domingo, 29 de octubre de 2017

Semblanza personal


Octavio García Mundo“El Faraón”


El profesor García Mundo nació en Minatitlán, Ver. en 1943; su mamá decía que había nacido el 30 de enero y su acta de nacimiento el 2 de febrero, por lo cual celebraba sus cumpleaños desde el 30 hasta el 2 de febrero, victoria de los rusos sobre los nazis en Stalingrado y quizá por eso le gustaban mucho las fiestas y decir ¡salud¡ Al poco tiempo su familia se trasladó a Acayucan, donde vivió parte de su infancia. Su padre Salvador García Jiménez estudio por correspondencia la carrera de Contador privado e inglés y armado con esos conocimientos se aventuró con la familia a la ciudad de México, donde Octavio cursó la escuela primaria y aprendió a jugar futbol.

El padre no tuvo mucho éxito en el trabajo y regresaron a Acayucan, donde Octavio estudió la escuela secundaria y sobre todo se destacó como jugador de futbol en un pueblo donde casi no se conocía ese deporte. Para burlarse de la religión de su madre y un poco la de él, lo apodaron “Faraón”, que con el tiempo se transformó de burla a  una forma de reconocimiento y fue conocido en el pueblo más como faraón que como Octavio. Como su mamá quería siguiera estudiando y no había preparatoria en Acayucan, le consiguió un trabajo de velador y cobrador en un taller de torno y soldadura con un “hermano” de la religión evangelista profesada por su mamá. Rogelio Vivas era dueño de ese taller: “Talleres Vivas” de Coatzacoalcos, Ver. Así pudo cursar la preparatoria, en la escuela nocturna “Miguel Alemán”, no en 3 años sino en 4 por sus problemas con el latín, lo cual anunciaba sus problemas con lenguas extranjeras.

Como todos los fines de semana regresaba a Acayucan, continuó jugando futbol y por otro lado profundizando su amistad con Orlando Guillén Tapia, quien lo impulsó en la lectura de poesía, de política y sobre todo de la revista “Siempre” y a participar en la elaboración de periódicos estudiantiles; esas lecturas lo iniciaron en sus simpatía por las causas populares, las cuales se profundizaron con la relación “amorosa” que tuvo con una muchacha llamada Arminda, norteña, de San José del Oro, Chihuahua, la cual llegó al pueblo con su familia y no obstante tener una hermana más bonita, quizá por la inseguridad de Octavio, se acercó a ella y le echó novio, pero como era dos o tres años mayor que él, no lo aceptó y prefirió hablarle de cine. Cuando él le platicó de su admiración por Lawrence de Arabia, ya que había visto esa película, ella se la explicó con otra visión: que el tal Lawrence de Arabia no era un héroe, sino un espía inglés que había organizado el levantamiento árabe en contra del Imperio Otomano, no para conseguir sus independencias, sino en realidad para debilitar a los otomanos enemigos de los ingleses y dividir a los pueblos árabes y hacerlos presas fáciles del colonialismo; esta lección de historia, piensa fue muy importante para su vida.

Más que velador en los Talleres Vivas, fue cobrador, por lo cual se enteró de la enorme diferencia entre lo que cobraban por los trabajos realizados en el taller y lo pagado a los obreros: torneros y ayudantes, lo cual provocó un intento de huelga de los trabajadores  y tal ves su salida del taller lo cual se juntó con sus deseos de abandonar ese trabajo sin mucho futuro y mejor seguir estudiando. Como no tenía dinero para emprender el viaje a la Universidad, sus compañeros de trabajo, hicieron una “coperacha” para costear su traslado a la Universidad. El primer intento para estudiar la Universidad fracasó, ya que al llegar a la ciudad de México para tratar de ingresar a la UNAM, se quedó con sus compañeros a las puertas de la terminal de Balbuena, viendo pasar los aviones, que sólo habían visto en el cine, lo cual facilitó  les robaran sus maletas y  tuvieran que regresar a Acayucan. El segundo intento fue más cerca, a la Universidad Veracruzana en Jalapa. Una cantinera le había aconsejado, a  petición suya, que estudiara para maestro, quiso inscribirse en la Facultad de Pedagogía, pero como muchos querían ingresar a la misma  no alcanzó cupo y se inscribió en la Facultad de Historia, 1967-1970. Sus amigos más cercanos fueron desde ese tiempo, además de Orlando Guillen, Javier Ortiz, Pedro Martínez y Filemón Lagunes. Tuvo la suerte de que el curso de Historia de África lo impartiera, no un antropólogo, sino una profesora invitada de El Colegio de México. La profesora Celma Agüero, la cual lo deslumbró por sus conocimientos y sobre todo por su enfoque de la historia de África desde la visión de los africanos y no desde la visión europea de África. La maestra Celma lo impulsó a solicitar una beca para estudiar en El Colegio de México, la cual ganó y se inscribió en el Centro de Estudios Orientales en el Área de Medio Oriente donde la profesora Celma Agüero y otros profesores ya pensaban en Estudios de Asia y África del Norte, es decir un Medio Oriente Cultural, no geográfico, que se extendía hasta África  del Norte y en crear el Centro de Estudios de Asia y África, por lo cual la tesis que escribía Octavio trataba de comprender y explicar la diferencia del militarismo latinoamericano con el militarismo nacionalista de Nasser en Egipto. Realizó la maestría de 1971 a 1974. Para celebrar sus 50 años y fortalecer su trabajo docente, estudió la maestría de Docencia Universitaria en la Universidad Iberoamericana de Puebla de 1992 a1994.

En 1974, cuando todavía estudiaba en El Colegio de México, la profesora Amelia Velázquez directora de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana lo invitó a formar parte del cuerpo docente de dicha Facultad, trabajó como maestro de tiempo completo de 1975 a 2012. Como asesor de medio tiempo en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 301-Jalapa, Veracruz de 1990 a 2008. Asesor Técnico Pedagógico en el Área de Ciencias Sociales del Departamento de Escuelas Secundaria Generales de la Secretaría de Educación Pública en Veracruz, 1982-1988. Le interesa de manera principal la historia social y económica contemporánea, siglos XX y XXI, dentro de esa gran temática, en orden de importancia: estudios de afrodescendientes, historia de África, historia del Gran Medio Oriente y teoría de la historia.

Ha publicado: El Movimiento Inquilinario en Veracruz, 1922, México, Sepsetentas, 1976.Diagnóstico de conocimientos de alumnos de Secundaria en la ciudad de Xalapa, (coautor), Jalapa, Veracruz, Universidad Veracruzana, 1984.Ciencias Sociales 1, cuaderno de trabajo, (coautor), Jalapa, Veracruz, Jimargs Editor, 1987.El Apartheid y Sudáfrica, 48-51, en revista del 4° Aniversario del Instituto Veracruzano de Cultura, Veracruz, Ver. 1991. Migración de afroveracruzanos de Coyolillo, Veracruz a los Estados Unidos, 327-341, en José Monzón (coordinador), El caribe Mexicano y otros Caribes, Memoria del XIII Congreso de la Asociación Mexicana del Caribe/UAM, México, 2006.Continuidad africana en Veracruz, caso Coyolillo, 120-129, en Aguilar, Cándido et al (coordinadores), Clamores y Atisbos. Acercamientos paralelos a Alto Lucero, Edición de los coordinadores, 2009. Herón Proal y la utopía,  37-61, en Félix Báez-Jorge (coordinador), Personajes Populares de Veracruz, Gobierno del Estado de Veracruz/ Universidad Veracruzana/ Comisión Organizadora para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana, Jalapa, Ver, 2010. Colaborador de la revista Tlanestli


Por su aportación a los estudios afrodescendientes fue designado por el gobierno del Estado de Veracruz ganador de la Medalla “Gonzalo Aguirre Beltrán”, en su emisión 2003. El profesor Octavio García Mundo, ingresó como miembro de número a la Academia Mexicana de la Educación, A. C. Sección Veracruz, en 1990

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