sábado, 30 de septiembre de 2017

La supervisión escolar



Gilberto Nieto Aguilar

El libro “Función de alto riesgo. La tarea pedagógica de la supervisión escolar”, coordinado por Oralia Bonilla Pedroza con la participación de varios especialistas y el prólogo de Serafín Antúnez, Ediciones SM, 2011, pretendió dar una visión a futuro de la importante función de la supervisión dividiendo sus campos de acción en la operatividad político-laboral, administrativa, académica y socio-comunitaria en las escuelas de educación básica.

La supervisión escolar constituye un elemento clave para la concreción de los fines y propósitos educativos conforme las orientaciones del sistema educativo (SEN). La comunidad escolar, a través de los directivos, debe recibir información suficiente y orientaciones claras para que el tiempo, los materiales educativos y los distintos recursos sean usados de la mejor manera, posibilitando el intercambio de experiencias y aprendizajes.

La supervisión es, en gran medida, una mediadora en la interrelación del director con los maestros y los padres de familia,con el personal no docente y los alumnos inclusive. Es coadyuvante decisivo para que la escuela cumpla con su misión institucional, porque el supervisor es, junto con su equipo de trabajo, quien representa a la Secretaría de Educación ante la comunidad escolar.

Con base en estos fundamentos, se afirma que la supervisión es garante de la educación en la localidad; enlace entre la administración, las escuelas de la zona escolar y la comunidad; la autoridad de gobierno más cercana a los planteles y la instancia con facultad y responsabilidad de generar condiciones favorables para que los maestros realicen de la mejor manera su quehacer docente y los alumnos aprendan conforme los contenidos que señalan el Plan y programas de estudio vigentes. 

Los Inspectores Escolares atienden lastareas de la supervisión. En la federación siempre han tenido una dualidad con su cargo, pues por un lado disfrutan de una plaza escalafonaria de base y sindicalizada, y por otro ejercen funciones que corresponden a la parte patronal y configuran atribuciones de confianza. Esto los ha encapsulado en la incomprensión de las autoridades –oficiales y sindicales–para ejercer a cabalidad su trabajo que, no cabe duda, es muy amplio y variado.

La mejora en la calidad de la educación escolar está asociada a diversos factores que la condicionan. Van desde los factores biológicos a los sociales, de la infraestructura a los psicológicos y pedagógicos. También existen factores no formales, pero de gran influencia, como los medios de comunicación, información y recreación, las redes sociales, el internet, las expectativas socioculturales,la idiosincrasia, la forma en que los gobiernos conducen y priorizan sus actividades, las estrategias de trabajo de las autoridades educativas y escolares.

Dice Serafín Antunez, en el prólogo de la obra, que «entre los [factores] más importantes están las prácticas profesionales de aquellas personas con el encargo jurídico-normativo y la encomienda de velar porque tanto el funcionamiento de los centros escolares como el trabajo de quienes laboran en ellos cumplan con los requisitos de eficiencia, satisfacción, equidad y justicia social».

El libro mencionado anticipa lo que documentos como el PPI –Perfiles, Parámetros e Indicadores– ya establecen de 2014 a la fecha: «transformar las funciones de la supervisión escolar a fin de que transite de las tareas de control y operación, a la mejora educativa centrada en las labores pedagógicas». Hasta el momento muchos inspectores no tienen muy clara esta transición, pero poco podríamos alegar si algunas autoridades tampoco lo han percibido.

Los inspectores, bajo esta nueva concepción, en lugar de ocuparse principalmente de transmitir disposiciones e instrucciones superiores, de ordenar, controlar y verificar tareas administrativas, deben concentrarse de preferencia en lo que hacían de manera ocasional: observar, comprender y atender las necesidades de aprendizaje del alumnado, para conseguir que se cumpla la función social de la escuela como un derecho de los alumnos a obtener una educación de calidad.

Este momento en que todavía no se aplica plenamente la “reforma” ni se abandonan las prácticas anteriores, nos ubica en un entretanto de indefinición. Al concepto emitido por la reforma sobre “descarga administrativa” parece que se le confunde con la acción de “descarga de documentos” de la computadora, pues diariamente se “bajan” cantidad de instrucciones abrumadoramente administrativas y muy poco académicas, lo que coloca al inspector escolar entre el ser o no ser de los nuevos fundamentos de su función.

Los PPI asignan nuevos significados y funciones a los actores encargados de preservar el orden académico y organizacional de las escuelas, que en tiempos mediatos deberán dar resultados académicos en las escuela. El autodidactismo regresa con mayor vigor como una forma de actualización individual conforme los cursos y talleres ofertados por la SEP orientan el rumbo del quehacer docente.

El diplomado “Una Supervisión efectiva para la mejora del aprendizaje de nuestros alumnos” forma parte de esta estrategia nacional dirigida a los inspectores escolares quienes tienen que vigilar y recomendar sobre las condiciones de estudio y aprendizaje de los niños en congruencia con las formas de enseñanza, impulsar el liderazgo académico de los directivos y fortalecer a los colectivos docentes a partir de la profesionalización de los supervisores de educación básica, de los directivos y, sobre todo, de los maestros.

A la supervisión le corresponde asesorar, acompañar y hacer seguimiento a las actividades del funcionamiento de la institución y el quehacer de los maestros en el aula. Como dice Eduardo Andere en su libro “Director de escuela en el siglo XXI”, Siglo XXI Editores, México, 2017: «No hay labor más interesante, más profunda y más influyente para el futuro de la sociedad que la función de educador, ya sea como líder escolar, director; líder pedagógico, maestro; o líder educativo, autoridad» para apoyar el fascinante proyecto de vida de los futuros ciudadanos que, como se sabe, siempre es complejo y desafiante.


gilnieto2012@gmail.com

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