jueves, 16 de marzo de 2017

A la distancia de 100 años

Editorial


El transcurrir del tiempo es inexorable y percibir su transitar se posibilita en la medida de tener conciencia de acontecimientos referentes. En la niñez, por ejemplo la duración de un año parecía eterna, semejaba un siglo, o un día rendía lo de un año. Posiblemente suceda igual para quienes han vivido más allá de los setenta u ochenta años sobrevivientes del resultado de la Revolución mexicana gesta heroica que legó entre otros resultados la Constitución de 1917. Para ellos pareciera cercano el acontecimiento: un centenario se conmemora.
Los tiempos actuales son muy diferentes en este incipiente inicio del tercer milenio de nuestra era y avanzada la segunda década del siglo XXI. Esa diferencia, entre otras, se distingue por grandes cambios cayendo en la obsolescencia en una brevedad de tiempo desde las tecnologías hasta aspectos axiológicos. Las diversas disciplinas precisamente con la incorporación de tecnología evoluciona constantemente a riesgo de caer ineficiencia de no hacerlo: el ámbito jurídico no es la excepción y de aquella Carta Magna del siglo anterior sólo queda el recuerdo y motivo de festejos.

La nación se rige por este documento sin embargo al paralelo se observa, la ciudadanía vive estado de indefensión ante abuso de poder, impunidad, corrupción, generando problemas sociales, políticos, económicos y hasta axiológicos. En alguna época se escuchaban expresiones asegurando que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo. Al parecer el tiempo ha transcurrido superando los problemas a la justicia y se requiera, no más reformas sino una nueva Constitución adecuada a la realidad actual. 

No hay comentarios: