lunes, 12 de diciembre de 2016

Mensaje a los supervisores


Gilberto Nieto Aguilar
El miércoles 16 de noviembre pasado se celebró la entrega de diplomas a quienes cursaron el diplomado para supervisores federales y estatales, tercera generación, de todos los niveles y modalidades, en el Hotel Gamma Fiesta Americana con la presencia de las autoridades educativas de la SEV. Me tocó el uso de la palabra y esto fue lo que dije:
Hace más de un año iniciamos este Diplomado con la idea tradicional del Jefe fiscalizador que juzga el trabajo de las escuelas e inspecciona el cumplimiento escolar desde un enfoque administrativo. Apenas en julio pasado, terminamos el diplomado con una visión diferente: la de un supervisor que asesora, acompaña, monitorea y evalúa el trabajo complejo de las escuelasjunto con los directores, y comprende las necesidades de los colectivos docentes respecto a la actualización pedagógica, estrategias de aprendizaje y problemática particular de la comunidad escolar.
Este Diplomado fue un excelente espacio de reflexión, de actualización, de desarrollo profesional, que incrementó nuestros acervos culturales y pedagógicos. Además, nos brindó la oportunidad de intercambiar experiencias con todos los supervisores de los distintos niveles y modalidades, y comprender juntos nuevas formas de atender y resolver problemas, lo cual resultó un ejercicio verdaderamente gratificante.
Durante el desarrollo de los diez módulos del presente Diplomado, muy bien llamado “Una supervisión efectiva para la mejora del aprendizaje de nuestros alumnos”, se procuró fortalecer las competencias de los supervisores participantes, orientadas a la asesoría, acompañamiento y evaluación de las escuelas y los colectivos docentes, para contribuir a la mejora del aprendizaje de los alumnos.
Desde el módulo 1 y hasta el módulo 10, recibimos elementos para reconocer los factores que constituyen y alteran la creación de un clima escolar en las escuelas, para desde allí promover lacalidad, equidad e inclusión en los resultados educativos.
El Plan de estudios 2011 es muy enfático al pedir «que el educador logre que las niñas y los niños aprendan más de lo que saben acerca del mundo y sean personas cada vez más seguras, autónomas, creativas y participativas; ello se logra mediante el diseño de situaciones didácticasque les impliquen desafíos: [es decir] que piensen, se expresen por distintos medios, propongan, distingan, expliquen, cuestionen, comparen, trabajen en colaboración, manifiesten actitudes favorables hacia el trabajo y la convivencia…»
En el texto y en el discurso suena muy bien, no hay objeciones, es atractivo e interesante, pero en el momento de trasladarse a la acción debe traducirse en planeaciones de clase, en diseño de situaciones de aprendizaje, en prácticas docentes, porque el maestro debe ser un diseñador de sus estrategias, debe apropiarse del cómo, de la metodología, con base en su experiencia.
Dada las características de estos tiempos, los maestros deben buscar métodos de motivación para el estudio y de búsqueda de expectativas para la vida; estrategias y técnicas para atender a grupos diversos y de atención dispersa, a niños y niñas multitareas, “nativos digitales” que desarrollan habilidades simultáneas, que tienen el dominio instrumental de la tecnología.
Para ello se propone el trabajo entre pares, el análisis en las sesiones del Consejo Técnico Escolar, que en los mejores casos puede devenir en comunidades de aprendizaje que faciliten compartir experiencias e intercambiar estrategias didácticas, técnicas de enseñanza y maneras de abordar problemas específicos de las escuelas.
En el ejercicio de la supervisión, es importante cultivar los rasgos personales que conduzcan a un ambiente de confianza, de apoyo, de comprensión, pero también de respeto y de trabajo individual y colaborativo. El supervisor debe saber escuchar, consensuar, ser propositivo, seguro y claro en las indicaciones, cultivar la empatía y la firmeza en la toma de decisiones para que los directores y maestros puedan sentirse seguros.
En este Diplomado nos quedó bien claro que el supervisor, junto con su equipo de trabajo, encabeza la instancia que representa a la Secretaría de Educación ante la comunidad escolar. Desde esta perspectiva, una supervisión escolar de calidad es aquella que es capaz de contribuir a que la escuela cumpla con su misión institucional, tal y como aparece asentado en el Artículo Tercero Constitucional y la Ley General de Educación.
Se ha hecho costumbre referirnos al director escolar como líder académico. Sin embargo, está claro que el supervisor tiene que ser el líder que impulsa a los líderes de las escuelas, esto es, a los directores. Su rol es más amplio, y no debe temer  a los tropiezos y resistencias que pudiera encontrar.
Para hacer esto realidad, en el módulo 4 analizamos algunas funciones genéricas y específicas que fortalecen la tarea supervisora, y estudiamos que hay funciones genéricas de Control y monitoreo; otras, de Enlace; y las más interesantes, que van con la imagen moderna del supervisor, las funciones de Apoyo, asesoría y orientación, dentro de las que se distinguen 18 funciones específicas que abarcan los ámbitos del aula, la escuela, los alumnos, el colectivo docente y la comunidad escolar.
Aunque es bien cierto que la “responsabilidad por el quehacer del aula y su efectividad es del maestro, lo mismo que la gestión de la escuela es responsabilidad ineludible del director del plantel”, es el supervisor quien apoya, brinda o gestiona asesoría; quien realiza el acompañamiento; quien visita, observa, registra, y actúa de preferencia de forma preventiva en cualquier deficiencia o problema que detecte en las escuelas.
Tambiénreflexionamos, desde la teoría y la experiencia de cada quien, algunos aspectos para mejorar nuestro desempeño como supervisores, en relación con el diagnóstico y la planeación, para evitar emitir juicios sobre las necesidades de la escuela, no dejarse llevar por intuiciones, sospechas o impresiones subjetivas, y elaborar planes de mejora congruentes con los resultados y las conclusiones informadas a las que se llegue.
Por último, en este fructífero recorrido, hay que prestar atención a las fases de implementación,acompañamiento, seguimiento y evaluación que nos permiten ver, desde lo que estamos haciendo, todas aquellas actividades que no estamos haciendo.
El intercambio entre pares, este tipo de Diplomados, cursos bien fundados académica y metodológicamente, tal vez especialidades y posgrados, necesitamos los supervisores para realizar mejor nuestro trabajo. Los cursos son chispazos que nos dejan entrever cosas valiosas. De nosotros depende aumentar los conocimientos, profundizar, y eso lo haremos leyendo, leyendo bastante para transferir a la práctica las ideas de muchos a través de uno. 

gilnieto2012@gmail.com

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