lunes, 11 de julio de 2016

¿Cómo debe enfrentar el docente de educación básica los retos que se le presentan ante las demandas de la RIEB?





María Teresa Mejía Gómez

Resumen
            La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) tiene como propósito la formación integral del estudiante. Por ello, se requiere la actualización de los planes y programas de estudio que contemplen un currículum integrado, flexible e innovador que promueva una educación inclusiva en donde el estudiante desarrolle competencias para mejorar sus condiciones de vida. Lo anterior, representa dos grandes desafíos a los docentes de educación básica: la planeación didáctica argumentada y la evaluación de los aprendizajes bajo el enfoque por competencias que demandan al docente la deconstrucción de su práctica con el propósito de transformarla considerando la innovación tecnológica, así como nuevas metodologías de evaluación para que el estudiante logre la metacognición, autorregule su aprendizaje y se responsabilice de su propio proceso, convirtiéndose en un ser crítico y reflexivo, capaz de cambiar su mundo.
            Palabras clave: Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), competencias docentes, demandas a docentes de nivel básico.
La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) tiene como propósito la formación integral del estudiante, desarrollando al máximo sus capacidades mediante la articulación y continuidad entre los diferentes niveles que la conforman porque es en la escuela en donde el niño desarrolla la metacognición y se forma en valores para que en un futuro pueda ser capaz de ejercer su ciudadanía y construir su identidad, tanto de manera individual como colectiva.
            En este contexto, la gestión escolar adquiere especial importancia porque se requiere que todos los involucrados en la formación de nuestros niños colaboren en la construcción de un ambiente que propicie el aprendizaje. Lo anterior implica un cambio de paradigma educativo con un enfoque de planeación estratégica que oriente la mejora continua, tanto de la práctica docente como del aprendizaje, creando las condiciones adecuadas con el propósito de brindar una educación con calidad.
           
Las principales demandas de la RIEB

La RIEB contempla un nuevo currículum y el modelo educativo basado en competencias para responder a los retos del siglo XXI. Lo anterior, representa dos grandes desafíos al docente de educación básica: la planeación didáctica argumentada y la evaluación de los aprendizajes bajo el enfoque por competencias. Por un lado, tiene que orientar de manera adecuada el proceso de enseñanza y aprendizaje para que el estudiante se desarrolle armónica e integralmente. Por otro lado, tienen que transformar su práctica reflexionando sobre los factores que influyen en el proceso educativo como pueden ser los materiales, los recursos, el ambiente escolar, el estudiante, su praxis y los pares. Aunado a lo anterior, el docente debe propiciar que el estudiante medite sobre su propio proceso de aprendizaje y logra autorregularlo, al mismo tiempo se concientice de la importancia que tiene el aprendizaje permanente durante toda su vida, ante la producción de una gran cantidad de información y acceso a ella.
            En consecuencia, la actualización de los planes y programas de estudio, así como de los contenidos, recursos, materiales y métodos adecuados en la educación básica es un requisito para ofertar una educación integral que responda a las necesidades actuales de nuestros niños, niñas y juventudes que se caracterizan por ser alfabetas digitales que conviven en un mundo globalizado. En este contexto, el curriculum escolar debe promover una educación inclusiva, satisfaciendo las necesidades de aprendizaje de manera personalizada, incluso en aquellos o aquellas con necesidades educativas especiales, discapacidad, origen indígena o hijos de migrantes. Además, debe ser integrado, flexible e innovador. Dadas las condiciones actuales, de movilidad estudiantil y en el ámbito laboral, también debe incluir la enseñanza de un segundo idioma, preferentemente el idioma inglés, así como las habilidades comunicativas, el pensamiento lógico matemático, la educación física, la expresión musical, el aprendizaje de la lengua materna y desarrollar la competencia de alfabetización informacional y digital. Al mismo tiempo, tiene que propiciar el desarrollo de valores como la responsabilidad, la paz, la justicia, el respeto y la ética (SEP, 2011). Esta formación integral le dotará de herramientas para poder afrontar los retos que la sociedad del conocimiento le presenta al ciudadano globalizado, pudiendo acceder en un futuro a una mejor calidad de vida.


¿Cómo debe el docente responder a estas demandas?

Para atender las demandas de la RIEB el docente debe olvidarse del método tradicional que combina la exposición docente y la memorización del estudiante, reflexionando sobre su praxis para transformarla y contribuyendo a que el estudiante se responsabilice de su propio proceso de aprendizaje. Por ende, tendrá que cambiar su perspectiva del concepto de evaluación y concebirla como una acción formativa con carácter integral que se realiza durante el proceso de aprendizaje en acuerdo con el estudiante y cuyo propósito es emitir juicios con base en evidencias para retroalimentar el aprendizaje en tres momentos: al inicio, durante y al final del proceso. Por ello, para poder apoyar el aprendizaje resulta indispensable saber cómo aprende el estudiante.
Desde esta nueva visión de la evaluación, adquieren relevancia la metacognición, el aprendizaje significativo y las nuevas metodologías de evaluación, como la coevaluación y la autoevaluación. Así pues, la evaluación se convierte en un proceso de aprendizaje, tanto para el estudiante como para el docente.
En consecuencia, se trata de que el docente propicie experiencias de aprendizaje en donde el estudiante reflexione sobre su propio proceso, utilizando las TIC e interactuando con el docente y compañeros para crear nuevo conocimiento. Además, debe ser capaz de saber dónde y cómo encontrar información para resolver problemáticas que se le presenten. Al mismo tiempo, asumir una postura crítica, reflexiva, colaborativa, de respeto a la diversidad, abierta al cambio, a la apropiación de valores universales, de empatía y compromiso con la comunidad que le permitan convivir en esta nueva sociedad del conocimiento democrático; en donde el conocimiento multicultural y el respeto a los derechos humanos, así como al medio ambiente, deben tener cabida.
Lo anterior, “supone la modificación de sus maneras de dar clases y, a fin de cuentas, de su identidad y de sus propias competencias profesionales. Los maestros de educación básica perciben esta complejidad, la viven y tratan de afrontarla sin contar necesariamente con los conocimientos declarativos, procedimentales y actitudinales para ello” (Fortoul, 2014, p. 49). Así pues, los docentes en activo tienen la necesidad de deconstruir su práctica para transformarla con base en los nuevos planteamientos que le demanda la RIEB.
Al respecto, Barrios (s/f) rescata un marco teórico sobre las competencias que debe desarrollar el docente para enfrentar los nuevos retos que se le presentan, con base en lo que propone Perrenoud (1999) y adiciona otras:
1.      Planear y motivar situaciones de aprendizaje
2.      Gestionar el aprendizaje
3.      Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de atención a la diversidad: gestión cooperativa del grupo-clase y también en entornos virtuales, tutoría entre iguales, educación expandida y apoyos integrados en el aula.
4.      Implicar a los alumnos en su aprendizaje
5.      Trabajar en equipo
6.      Participar en la gestión de la escuela
7.      Informar e implicar a los padres sobre los asuntos escolares
8.      Utilizar las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje
9.      Afrontar los deberes y dilemas éticos de la profesión
10.  Organizar la propia formación continua
11.  Planificar el proceso de enseñanza y aprendizaje
12.  Seleccionar contenidos
13.  Ofrecer informaciones y explicaciones
14.  Diseñar metodologías y organizar actividades
15.  Mantener comunicación empática con los estudiantes
16.  Tutorizar
17.  Evaluar
18.  Reflexionar e investigar sobre la enseñanza
19.  Identificarse con la institución
Aunado a lo anterior, se considera que el docente de educación básica también debe autogestionar su aprendizaje, ser crítico, aprender a trabajar de manera colaborativa, tener amplio conocimiento de la normatividad del nivel vigente y estar consciente de que el aprendizaje es permanente, es decir, durante toda la vida del ser humano.
Así pues, el docente para responder a las demandas de la RIEB tendrá que desarrollar un perfil docente basado en competencias producto de la teoría y su práctica, las cuales deberá demostrar en el aula, creando ambientes de aprendizajes con un sentido humanista. Asimismo, deberá indagar sobre nuevas metodologías y estrategias de aprendizaje necesarias para desarrollar materiales didácticos, en donde el uso de videos, audios, tutores inteligentes, multimedia, etc. es fundamental. Adicionalmente, necesitará adaptar el currículum al contexto buscando criterios de estructuración lógica y psicológica para potenciar las operaciones mentales del estudiante.
Además, tendrá que motivar el aprendizaje y utilizar estrategias constructivistas como el aprendizaje por proyectos, aprendizaje basado en problemas y estudio de casos; desarrollar las habilidades de adaptación al cambio mediante el uso de modelos innovadores, desarrollar habilidades comunicativas, colaborativas y de uso y manejo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), propiciando la reflexión y la crítica. También deberá realizar un trabajo colegiado e interdisciplinar dentro del contexto escolar, así como participar en trabajo colaborativo con profesionales de otros contextos cercanos o lejanos y estar en formación continua para la adquisición de nuevas competencias. De esta manera estará en condición de atender las necesidades de los niños y jóvenes, contribuyendo con responsabilidad y ética a la formación integral del estudiante.
Una de las opciones que existen para la formación continua y actualización del docente de educación básica en el Estado es la Maestría en Educación Básica (MEB) que oferta la Universidad Pedagógica Nacional. Este posgrado tiene el propósito de que el profesional de dicho nivel educativo profundice en la comprensión de los procesos educativos y desarrolle la capacidad reflexiva para transformar su práctica profesional, renovar y construir conocimientos, desarrollar actitudes, valores y habilidades que integren los saberes propios de su práctica, en el marco de una formación por competencias.
El periodo de preinscripción a la maestría finaliza 2 de julio, las inscripciones se realizarán del 15 al 21 de septiembre y el inicio del primer trimestre es el 23 y 24 de septiembre de 2016. Para mayores información sobre la convocatoria y el proceso de admisión se puede acceder en el sitio http://upnver.edu.mx/

Referencias

Barrios, E. M. (s/f). Nuevo perfil docente basado en competencias. Diciembre 20, 2015, de Universidad de Cuautitlán Izcalli. Sitio web: http://registromodeloeducativo.sep.gob.mx/Archivo;jsessionid=c6468811c55249d7dd337316b355?nombre=20147-Nuevo+perfil+docente++Basado+en+competencias+por+Barrios+Gomez+Edna+Marcela+ok..pdf
Fortoul, B. (2014). La reforma integral de la educación básica y la formación de maestros. Perfiles educativos [online]. Vol.36 (143), pp. 46-55. ISSN 0185-2698. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-26982014000100021&script=sci_arttext
Gobierno de México- SEP. (2007), Programa Sectorial de Educación 2007-2012. México: SEP.

Perrenoud, P. (1999). Construir competencias desde la escuela. Santiago de Chile: Dolmen Ediciones.

SEP. (2011). Acuerdo número 592 Por el que se establece la articulación de la educación básica. México: SEP.

Datos generales del autor
Responsable de la MEB
Apoyo técnico pedagógico
Coordinación de Unidades Regionales UPN en el Estado de Veracruz
(228) 818 9646
mebcoordinación@gmail.com 

Nota curricular
         Licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad de las Américas Puebla, A. C. y Maestra en Tecnología Educativa por la Universidad Virtual del ITESM, con experiencia en el ámbito de la educación en línea y en el nivel medio superior y superior. Actualmente se desempeña como Responsable de la Maestría en Educación Básica (MEB) y apoyo técnico pedagógico de la Coordinación de Unidades Regionales UPN en el Estado de Veracruz


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