jueves, 14 de abril de 2016

Frías flores de marzo


                                                                           ISMAIL karadé                                              

 Albania, con su paisaje montañés de nieve
 Aurora Ruiz Vásquez

  Con inusitado interés emprendí la lectura de un autor que creí conocer y reconocer,  al haberme recreado en una de sus obras Abril quebrado 1950, ubicada en los balkanaes que relata la venganza de sangre, el terror de las vendetas y el Kanun, leyes inquebrantables a cumplir que me hicieron adentrarme a este país montañés con sus paisajes de nieve.
 Me refiero a Ismail kadaré, periodista, poeta y escritor nacido en Albania en 1936. Es reconocido en el mundo entero por sus innumerables obras, entre ellas Abril quebrado, El cortejo nupcial helado en la nieve 2001, o Spíritus, Frlas Flores de marzo 2000. Algunas obras han sido traducidas al español por Ramón Sánchez Lizalde como: El palacio de los sueños, la pirámide , E l Expediente H, El General del ejército muerto, Tres cantos fúnebres por Cosovo, entre otras.
                      
Frias flores de marzo  es una novela de 175 páginas, estructurada en 7 capítulos y 6      contracapítulos, los primeros se refieren a la realidad, los segundos a lo  legendario, casi mítico, de trascendencia simbólica, tan usual en las obras de  Karadé.

A ismail Karadé se le ha considerado como escritor nacional ya que se dedica a recrear momentos decisivos de la trayectoria histórica de su país Albania así, por ejemplo trata de la caída de Tirana tras la derrota del primer reich por parte de  los guerrilleros de  Enver Hoxha.

La novela es escueta y misteriosa, su lenguaje y estilo es denso, difícil de comprender, pero gratificante, cuando se desentrañan sus simbolismos. Después de la caída del comunismo, todo se encamina hacia la modernidad el oxidentalismo  y Europa es el ideal, pero hay muchas cosas que lo acercan al pasado, como el kanun  y la ley de la sangre. que no se olvida. Kadaré gusta de usar los nombres de los meses como referencia al tiempo;  Abril quebrado, flores secas de marzo. Es una obra llena de meditaciones sobre la idea que supone la transición de una época a otra, ese brote de calor y esperanza de la primavera albanesa helada como las flores de marzo, por las herencias del pasado. Se conjuga el sueño y la realidad. Se entremezclan en forma magistral mitos y leyendas, pasado y presente, se confunde lo real con lo onírico. Kadaré, antes de su exilio a Francia, fue Presidente de la Unión  de Escritores y Artistas Albaneses y permanece en las listas como candidato al premio Nobel.
Los pocos personajes de la novela están muy bien caracterizados y giran en torno a uno central, que es el protagonista, llamado Max Gurabaordhi .Tenemos a la culebra y al joven en que se convierte, a la muchacha que   se casa con la culebra, Zaf, el amigo del pintor Max, La joven  modelo amante de Max.
Se habla del robo a un banco como signo de modernidad y la necesidad de revisar todas las cerraduras. El director de la Casa de la Cultura hace un viaje a  España y los comentarios de modernidad son deseables.
Se habla también de los expedientes perdidos de las faltas cometidas y se trata de buscarlos haciendo excavaciones  para hacer justicia, estilo el kanun. Todo muy interesante, pero requiere, según creo,  de varias lecturas sucesivas para delimitar los temas y sacar las conclusiones necesarias. Vale la pena   el esfuerzo para deducir  el gusto por redondear la novela y abarcar todas las enseñanzas que Karadé nos da con la literatura. Les deseo que adquieran una buena experiencia.
6/o3/2016


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