viernes, 15 de enero de 2016

¿Y LA CHISPA DE LA FELICIDAD?



ANA MARCELA MONTERO ALDANA

Un día en que la felicidad pretendía escapar…

Otro día cualquiera en que se pensó en volverla a atrapar…

Cada día trascurre para muchos en solo asistir al empleo, cumplir haciendo lo mejor que se puede, tomando en cuenta que en muchas ocasiones el trabajo no es del gusto de uno, la cosa se pone fea cuando llega la quincena y el salario no puede dar un atisbo de felicidad, el montón de cosas por pagar, la despensa que comprar y en la mayoría de los casos, los hijos que atender…

La vida en este país no marcha del todo bien sino eres burócrata o dueño de una empresa productiva, más allá de eso, en estos momentos la vida se ha convertido en situaciones comerciales y en miradas detrás de las pantallas, el mundo digital nos trae a todos de cabeza y parece que no hay más a donde mirar, el gusto por experimentar nuestros alrededores se ha terminado y la mísera paga de nuestros empleos nos ha llevado a mecanizarnos y a sentirnos no muy dichosos que digamos, aunque siempre existen algunos que se han adaptado muy bien (muchos no ven mas allá de su nariz y ven la vida como un completo mitote) sea cual sea el caso, la cuestión es que hay que atrapar la felicidad, es difícil mantenerla sujeta, pero hay que esforzarse, cada día es una nueva oportunidad para hacer algo diferente, o al menos una vez a la semana deberíamos realizar una actividad distinta de la que ya conocemos, preguntémonos todos, ¿Qué vida es esta? Hay que saber poner equilibrio, ¿Vivir la era digital?; sí, pero usarla para nuestro beneficio, para que nos guie a caminos de sabiduría, lugares que explorar y metas que alcanzar, no para volvernos  estáticos e ir en retroceso, una disculpa si a alguien ofendo, es sólo que ha llegado un punto en que únicamente escucho personas con problemas, deudas e insatisfacción, esta lectura es para animar a todos un poco a hacer algo nuevo un día de estos y ver de nuevo es chispa en nuestras vidas, no solo vivir esperando el fin de semana para descansar sino para hacer algo que nos haga sentir vivos y satisfechos.




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