jueves, 15 de enero de 2015

“Cascada del huapango”

EL CANTO, LA MÚSICA Y EL RITMO AL BAILAR, FUERON LA ALEGRÍA DEL XIII ENCUENTRO DEL HUAPANGO EN COLATLÁN, EN EL MUNICIPIO DE IXHUATLÁN DE MADERO, VERACRUZ, MEX.
Benito Carmona Grajales.
El pueblo de Colatlán se vistió de música, colorido y alegría al llevar a efecto su tradicional   “Cascada del huapango” los días 27 y 28 de diciembre. Todo enmarcado en su tradicional Expo feria Colatlán 2014.
Antes de este encuentro comenzaron a llegar, tanto los visitantes, como los familiares que hacía tiempo no convivían con sus coterráneos por tener actividades fuera del terruño. Desde ahí, la alegría se fue haciendo patente en un ambiente de fiesta. Los comerciantes van cubriendo de colores las calles y la plaza del pueblo con sus productos y artesanías. El zacahuil junto con toda la gastronomía regional inunda de atractivos olores que mueven el apetito. Hay música de violín que brota de los patios y avenidas; la jarana y la quinta huapanguera funden sus ritmos entre risas y abrazos de amigos y familiares.
Colatlán es un valle regado por el río  El Aguacate cuyas cascadas le dan sabor a los cerros y armonía al paisaje. Los sembradíos de milpa, potreros y naranjales matizan de verdor envolviendo al caserío que semeja un colmenar viéndolo desde cualquier cerro de los muchos que rodean al poblado. Quien visita estos lares no se queda con las ganas de probar aunque sea un traguito de su aguardiente, totalmente artesanal, fabricado con fermentos de pilón y que le han dado al pueblo fama en toda la República.
Este año las festividades de la fiesta fueron patrocinadas por diversos organismos gubernamentales y comités de feria como SECTUR, CDI, SEDESOL, IVEC, CONACULTA Y, sobre todo, las autoridades municipales y el comité de Feria. Sin embargo, cabe aclarar, la fiesta se hace con todos los que asisten y los pobladores que ríen, cantan y bailan al son del huapango. Claro, no falta el tradicional palo volador con sus danzantes universales de Papantla.
A las 6 de la tarde de los días 27 y 28 comienza el encuentro del huapango, pero antes ya se dieron otras actividades como talleres de violín, quinta huapanguera y jarana huasteca; Hay presentaciones de baile de diversos grupos locales o visitantes, conferencias de diversos temas y la espectacular actuación de los Voladores de Papantla.
Comienza el Encuentro de Huapangueros, las melodías encienden la euforia tanto de ejecutantes como del público. Antes ya hubo un registro de los tríos que participan. Los sones como El Querreque, arrancan los aplausos por sus versos de picardía que cada grupo le acomoda a su gusto, se escucha La Azucena, El Huerfanito, El Hidalguense, Las tres huastecas, La Acamaya, El Caimán, Rogaciano el huapanguero, La presumida, entre otros sones ya clásicos o de los nuevos que se van produciendo.
La tarima se va llenando de bailadores que gozan de este doble espectáculo de música y cantos junto con el ritmo que dejan los zapatos en la madera. La noche no alcanza y hay que seguir al otro día.
Como siempre, la participación de tríos huastecos fue muy nutrida. El distrito Federal fue quien envió a mayor número de embajadores. Se tuvo la participación, tanto de músicos como de parejas que bailaban, de San Luis Potosí, de Querétaro, de Guanajuato, de Puebla, de Tamaulipas; claro, los grupos huastecos de Veracruz, el estado anfitrión, también fue muy copiosa, destacando todos por su maestría en la ejecución.
La música huasteca casi siempre ha sido representada por grupos de hombres. En los últimos tiempos la presencia de la mujer se ha ido destacando cada día más. En este encuentro la mujer tuvo una presencia ejemplar. El trío Ixhuatlán, formado por las hermanas Arredondo acompañadas por su hermano en la quinta, desataron la emoción y los aplausos del público que se emocionaba en cada momento. Es justo mencionar, también, la entusiasta presencia de Las Palomitas de la Sierra, trío integrado por las hermanas Julieta, Tulia y Patricia González Oviedo que, desde el Estado de Guanajuato, llegaron para aumentar el entusiasmo y la alegría de los bailadores y espectadores. Sus voces en plena armonía con el violín, la jarana y la huapanguera dieron una muestra magistral en este género de sones. La región aportó la música de Chapopote, de Álamo, Tepetzintla, entre otros.  Córdoba y Tampico también estuvieron presentes.
Las Hermanas Valdés, que desde Pánuco han llevado sus coplas y cantares a varios países del mundo, después de haber recibido un reconocimiento de manos de las autoridades y de los organizadores, arrancaron los aplausos con sus trovas acompañadas por el Trío Colatlán.
Después de esta fiesta, al retornar a sus hogares, cada uno de los asistentes lleva un sabor de boca que huele a paisaje, a jovialidad, a música y alegría. Y la invitación explícita para no faltar a la próxima Cascada del Huapango, porque Colatlán, en Ixhuatlán de Madero es, ante todo, amabilidad y cortesía.

                                                        benitocarmona52@hotmail.com

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