lunes, 15 de diciembre de 2014

El valor cultural y la vulnerabilidad urbana del estadio Xalapeño

Vicente Espino-Jara y Karina Ramírez U.

En la capital del estado de Veracruz, el estadio de atletismo Gral. Heriberto Jara Corona, fue designado sub-sede de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014. Su inclusión, rehabilitación y la ampliación de espacios lúdicos alternos a él,  parecen revitalizarlo y sacarlo del abandono gubernamental en el que ha estado por varios años. Tan significativo acontecimiento, nos compromete a los Xalapeños  a reflexionar sobre su origen, historia, grandeza artístico – deportiva y replantear en el colectivo social y en foros abiertos las cualidades estéticas y el valor cultural de este espacio público.

La idea de crear un estadio deportivo en Xalapa, se remonta a la década de los años veinte del siglo pasado, cuando el norteamericano originario de Ohio, residente y benefactor de la ciudad, el ingeniero electricista, William K. Boone, a la sazón Presidente de la cámara de comercio local, con una extraordinaria visión proyectó rellenar una depresión pantanosa dentro del lomerío sur de la ciudad, para transformarlo en un gran campo – Stadium Jalapeño - donde la población de la ciudad pudiera ejercitarse físicamente, llevar a cabo eventos escolares y convivir en familia disfrutando del entorno natural y la hermosa vista panorámica hacia la ciudad. Su esfuerzo contó con el apoyo ciudadano, además del sector empresarial  y la inestimable simpatía del gobernador Ingeniero Adalberto Tejeda Olivares, quien le dio facilidades para el cometido que consistió en rellenos para afianzar el terraplén y aprovechar las características topográficas con que se pudieron definir las pendientes, así como  adecuar las lomas adyacentes y lograr la perspectiva del foro abierto; trabajos que se culminaron con la inauguración del ya funcional Stadium el viernes 5 de mayo de 1922,  para festejar durante tres días el sesenta aniversario de la batalla de Puebla, evento en el que por primera vez se llevó a cabo una carrera de carácter olímpico de la que resultó triunfante el joven Julio Luengas, así como, el espectáculo que ofreció el domingo siete, el piloto norteamericano Frank Hawks, que habiendo partido de la población de Tepeyahualco, descendió con un biplano causando gran admiración entre los asistentes.*1
En el año de 1924, resultó electo gobernador constitucional del estado, el Gral. Heriberto Jara Corona, quien inició su función pública en forma verdaderamente pujante y se empeñó en mejorar la imagen urbana de la capital, transformando el bucólico carácter de Xalapa en el de una ciudad moderna, por la que empezó a correr el automovilismo, dotándola de mejores servicios públicos; pavimentación, avenidas, radiodifusora y aprovechando la bella disposición del terreno que dos años atrás se había preparado, el Ing. Modesto C. Rolland, a iniciativa de Jara, proyectó y levantó en dos meses y veintidós días el edificio del magnífico estadio, con un techo volado parabólico de concreto armado de 3,000 m2 y al mismo tiempo con la visión filosófico - democrática de la ciudad ideal y moderna, se planearon construir las ciudades “Escolar Nueva” y la “Jardín” con su  hermosa pérgola y el conjunto escultórico de las águilas para decorar el dique de concreto armado que sirve de puente sobre la laguna, con lo que se facilitó el acceso hacia la nueva ciudad a través de la “Gran Avenida Estadio”, inaugurada el 12 de octubre de 1926, además de haber colocado el 1ro de Mayo de ese mismo año, la primera piedra de la Universidad Veracruzana, que tardó casi dieciocho años en materializarse formalmente.
Con respecto a la inauguración formal del estadio, ésta se llevó a cabo el domingo 20 de septiembre de 1925, en ceremonia encabezada por el Gral. Plutarco Elías Calles, entonces Presidente de la República, con un magnífico festival deportivo-militar, y la participación de cadetes del Colegio Militar y de la Escuela Naval, como por alumnos del Colegio Preparatorio, de la Escuela Normal y escolares de diversos planteles. El evento tuvo repercusión nacional por tratarse del primer estadio público de México para fomentar el deporte y el segundo en América Latina después del edificado en Argentina, sede del club de fútbol “River Plate”.
Su innovadora arquitectura sorprendió a la crítica, por el aprovechamiento sabio de la topografía, que resaltó la ornamentación vanguardista de las gradas y columnas, armonizando con los relieves y esculturas de reminiscencia del olimpismo grecolatino. Su acceso original nos recuerda vivamente los tiempos romanos y en el proyecto se le denominó “Entrada Triunfal”, limitada por dos monumentos principales coronados por esculturas originales y flanqueados por los relieves de gladiadores, que están ligados por una serie de 14 columnas de estilo dórico, con altura de siete metros y unidas en su parte superior por un encaje de bronce y remates heráldicos con las letras EJ enlazadas (Estadio Jalapeño). En el remate de estas columnas se sitúan pebeteros romanos de dos metros de alto que semejan los trofeos que se ponían en los circos que tanto amó ese pueblo. En los frisos de los grandes monumentos laterales podemos ver cuatro bajorrelieves del Partenón al tamaño natural y fue en los talleres de los hermanos Nessi, de la ciudad de México, donde se hizo todo el trabajo artístico de estatuas, columnas, esculturas y  bajorrelieves de la entrada triunfal, y la parte de bronce estuvo a cargo de  la fundición artística de Lascuráin. ¡Fue grandioso aquel evento inaugural!  El poeta Papanteco Manuel Maples Arce, padre intelectual de la vanguardia estridentista, dejó escrito en sus memorias que “…el Estadio de audaz arquitectura, es el más hermoso de la República, lo construyó Jara con el sueño de que fuera el centro de reunión de la juventud y que en sus aledaños se levantara la Ciudad Universitaria destinada a la formación intelectual, estética y humana”*2

Al cumplir cincuenta años la obra, en gratitud del pueblo y gobierno de Veracruz, se develó en la parte exterior otro busto del Gral. Heriberto Jara y en 1991 se incorporó sobre el camellón central de la avenida que lo circunda, el conjunto escultórico denominado “Los Corredores” obra del artista Ernest Polsen, que conmemora el XIII Campeonato Centroamericano y del Caribe de Atletismo efectuado en el estadio ese año, además de que tiempo atrás en 1967 se disputó esa competición, repitiendo como anfitrión en 1977 para la sexta edición de la justa, convirtiéndolo en la única sede en  la república en albergar tres ocasiones este evento, en contraste con Michoacán y Jalisco que también han participado.   Sin embargo, a 89 años de su construcción, el gobierno y la sociedad le han dado poca importancia, tal parece que intentan desvanecer su identidad y se han limitado sólo a citarlo como referencia de ubicación urbana o foro de eventos desde artísticos, políticos y hasta religiosos, con cuya realización se le vulnera física y socialmente, se daña la pista y tergiversan impunemente los objetivos humanistas y deportivos de quienes lo concibieron y  para los que fue construido, que están impresos en bronce para que no los olvidemos jamás y aún se  leen: “Veracruzanos: aquí tenéis la escala para llegar a la gloria, poned vuestra voluntad para alcanzarla”: Heriberto Jara” y el otro;  “Mexicanos, naturaleza y ciencia os ofrece este templo. Cultivad espíritu y cuerpo pues sólo las razas educadas armónicamente guían a los pueblos”: Modesto C Rolland, y desde luego mucho menos se ha respetado la memoria del xalapeño varias veces campeón mundial Sergio Guiot Bouchez, ni la de los grandes mexicanos que en su pista han escrito paso a paso páginas de oro para el deporte latinoamericano.

Vale recordar a hombres y mujeres del deporte mundial como los cubanos: Juan Alberto Juantorena, Ana Fidelia Quirot, el italiano Mauricio Damilano y más contemporáneo Tonique Williams, además de una pléyade de figuras nacionales de la talla de Ernesto Canto, Raúl González, Ana Guevara, José Pedraza, destacando también los veracruzanos  como el monarca panamericano en medio fondo Antonio “Chicles” Villanueva, así como su consanguíneo Héctor, atletas que han llenado de gloria el atletismo nacional y local.

Alexander Zamora, jefe de misión de la delegación de Costa Rica, señaló en una entrevista reciente que “caminar por las gradas del estadio xalapeño, era hacerlo por la historia del atletismo en Latinoamérica, es imposible no tener la referencia del estadio cuando se habla del atletismo en México, cuando se habla de Veracruz, cuando se habla de grandes eventos que se albergaron en los años setenta  y ochenta, de las semanas internacionales de caminata que se hacían aquí y en el paseo de los lagos del Dique, porque la marcha está íntimamente ligada a México y por ende a uno de sus escenarios más hermosos que es éste; por eso nos da mucho gusto constatar que la estructura griega del estadio con todo y sus bellas columnas sean respetadas y embellecidas, para estos juegos centroamericanos y se conserven como un patrimonio no sólo para México si no para todos los hermanos de Centroamérica y del Caribe” *3
Por su parte la medallista olímpica Ana Gabriela Guevara, relató que en su primera visita al estadio xalapeño, se quedó impresionada por la sensación de grandeza que se vive al sentarse en el centro del mismo vacío; “imaginé aquella ocasión como estar junto a un gigante dormido, después cuando me tocó verlo lleno por el Grand Prix, en 2006, fue una sensación diferente pero también impresionante, ya había corrido en muchos estadios llenos, pero hacerlo en México, en casa, es una sensación indescriptible y hacerlo en este estadio lo es más”  *4
De tal suerte, que el inmueble que alberga el estadio xalapeño, constituye un acervo patrimonial de carácter estético que los gobiernos estatal y municipal deben potencializar a partir de esta rehabilitación como un proceso permanente y no como un producto terminado, primero inscribiéndolo ante el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura INBAL, como bien inmueble artístico “Patrimonio de los Veracruzanos” y segundo; como soporte de actividades deportivas tanto de centroamericanos, como panamericanos o iberoamericanos, sin olvidar los abiertos mundiales o las “extintas” semanas internacionales de atletismo y que la capital del estado recupere el prestigio que llegó a tener como sede indiscutible del atletismo en México y vincular todo ello a la promoción de actividades turísticas que han comenzado a inscribirse en el desarrollo de las ciudades que buscan atraer visitantes o interesados en el valor de las riquezas patrimoniales o bien, en las actividades profesionales que exclusivamente ahí se desarrollan.
En este contexto, el enfoque que propone la Unión Cívica Xalapeña a la opinión pública, se sitúa en el marco de la elaboración de un plan integral diseñado para largo plazo, con estrategias, instrumentos, responsabilidades y acciones precisas, asumidas por todos los actores sociales y todos los sectores gubernamentales. La protección, rescate,  mantenimiento, conservación y uso adecuado de nuestro activo patrimonial el “Estadio Xalapeño”, requiere de la elaboración de un presupuesto anual único, es decir, un presupuesto participativo, tanto de recursos públicos como privados que permitan implementar con legitimidad social una acción unificada  y permanente, para construirle un nuevo futuro a Xalapa a partir de una visión alimentada de las experiencias y por todos los procesos de triunfos deportivos nacionales e internacionales que en él se han logrado por casi noventa años.

Bibliografía
*1 William Kenneth Boone Jr /Carmen Boone Canovas. “Inauguraciones xalapeñas conmemorando el 5 de Mayo” CONTRAPUNTO No. 15  septiembre-diciembre 2010. Editora de Gobierno del Estado VERACRUZ, p.82-92.
*2 Maples Arce, Manuel. “Soberana Juventud” Editorial plenitud. Madrid, España 1967. p. 203
3 Comunicación Social Gobierno del Estado de Veracruz. Abril 11 de 2014.
4 Noticiero nocturno "Más Deportes RTV", conductores Ariel Ortiz y Edgar López. Septiembre 14, 2014
NOTA: A manera de viñeta….

TELEFRE:  Carmen Boone Canovas, lo define como un Xalapeñismo o concepto inventado en Xalapa, para aplicarlo a una torre de piedra, construida ex profeso en terrenos elevados para operar con varias de ellas una antigua red de telegrafía óptica, que en el caso de nuestra ciudad le permitió mantener comunicación con el puerto de Veracruz.  Para ampliar la información consultar PDF Telegrafía Óptica en México y los Telefres/ www.telefre.com/documentos/historia_telefre.  Pdf. José Emilio Vázquez. Tercera versión. Agosto 2011.

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