miércoles, 11 de diciembre de 2013

Para realizar una investigación



Mario Jesús Hernández Pérez

Realizar un trabajo de investigación, no es una tarea fácil, pero esto no significa que sea una tarea imposible, sencillamente, como expresan Booth Wayne C., y otros autores, Cómo convertirse en un hábil investigador, Gedisa, Barcelona 2001; es un trabajo que necesita seguir ciertos pasos metodológicos, que guíen a quién tome la decisión de llevar a cabo este tipo de trabajo, con la certeza de que al final habrá llegado a desarrollar una investigación seria y que pueda servir a otros cuando sea consultado el resultado obtenido.

El primer momento se refiere a: ¿para qué hacer una investigación?, porque podría pensarse que únicamente se lleva a cabo un trabajo con estas características para satisfacer un ego personal. Sin embargo, es importante entender, que las investigaciones responden a las necesidades de las preguntas que nos hacemos o cuando intentamos resolver un problema; y que una vez obtenidos los resultados, estos sean de utilidad para las demás personas que se interesen en ese mismo tema.

Por ello, una de las cualidades que se deben adquirir como investigador, es la de escribir bien, así como se aprende a leer bien, también el arte de escribir denota ciertas características que se deben poner en práctica. No sólo escribir para recordar, sino también, escribir para comprender, escribir para ganar perspectiva, o para presentar la investigación realizada.

Y es que de acuerdo a los autores, cuando sabemos escribir correctamente, entramos en una conversación unipersonal con cada actor que tiene la oportunidad de conocer lo publicado de la investigación. No es algo sencillo que otras personas entiendan lo que pensamos, lo que se quiere decir en cada escrito, en cada manuscrito, en un artículo, en una revista.

Quizás muy pocas veces, entendemos ese rol social de aquél que escribe y del otro que lee. Por lo tanto, el resultado de escribir una investigación, se debe realizar, no sólo buscando que quién lea encuentre un entretenimiento, sino que pueda alcanzar un beneficio práctico, que le dé la posibilidad de comprender y que a la vez, le genere un nuevo conocimiento con el resultado de lo que se ha escrito.

Así, una vez que se adquiere ese arte de bien escribir, los autores consideran importante, la forma como se debe de elaborar un proyecto, y considerar siempre la posibilidad del trabajo grupal, puesto que, de esta forma se enriquece la investigación que se realiza.

También es importante, que una vez elegido el tema de investigación, de una manera general, se debe ir acotando el tema para delimitarlo, lo que los autores llaman restringirlo, pues así, no existirá la posibilidad de perderse en lo que se  pretenda hacer.

Posteriormente, es necesario que se elaboren preguntas, que nos lleven a identificar, particularidades y contextos totales, así como, su historia y sus cambios, sus categorías, características, sobre el valor que las preguntas pueden tener dentro de cada uno de los contextos posibles. Asimismo, se considera que las preguntas puedan guiarnos hacia el significado de lo que se desea investigar o simplemente nos ubiquen en el nombre del tema, y sugiera o motive nuevas preguntas.

Y es que, después de las preguntas, se deben estructurar los problemas de la investigación. Para Booth, los problemas pueden ser “prácticos” y “problemas de investigación”, los primeros surgen de una situación común, mientras que los segundos se definen por un rango estrecho de conceptos; además que se deben considerar los costos inmediatos que éstos dejan, y que van desde los económicos, sociales, personales, etc. Del mismo modo, afirma, que se debe entender, que la investigación realizada se debe contextualizar como “pura” o “aplicada”, y que tiene que ver entre lo que se “quiere saber”, o lo que se “quiere hacer”.

Otro de los aspectos relevantes que no se deben perder de vista, y que mencionan los autores, es que las preguntas planteadas, nos deben de llevar a las fuentes que sustenten documentalmente y teóricamente la investigación. En este sentido, la información es posible que se obtenga en bibliotecas, en guías de investigación, en bibliografías especializadas, o en su caso obtenerla de personas.

Asimismo, mencionan que las fuentes de la investigación pueden ser primarias, secundarias y terciarias, y que van de acuerdo al contexto en el cual se ubica cada una, siendo las más importantes las primarias, sin dejar de considerar a las dos restantes, pues las primarias son la investigación en si. Por ello, es relevante considerar, la actitud crítica con la que se lean las fuentes, evaluarlas, tomar notas, documentar correctamente la bibliografía, contextualizarlas.

La tarea del investigador no es simple, pero debe tener la dedicación de quién realiza esta actividad, y se sugiere que no se lleve a cabo de manera solitaria, sino de manera grupal, para enriquecer las opiniones, comentarios y críticas, sin duda un gran reto el que se adquiere desde el inicio hasta el final.

Comentarios y sugerencias: mariojesushp@gmail.com

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