miércoles, 13 de noviembre de 2013

Editorial


Día nacional del libro
A propósito del Día nacional del libro, Olga Fernández Alejandre comparte con nuestros lectores una visión sobre esta creación humana. Pues él, refleja el vínculo indisoluble con nuestra existencia, está unido, por diversas razones, al quehacer cotidiano, académico, laboral, a la creación e imaginación. La autora rememora su trascendencia, más allá del autor. En su ensayo, narra parte de su historia, el devenir y presentaciones hasta la actualidad. Asimismo, reflexiona sobre los diferentes procesos y actividades involucrados en su  elaboración: desde los sonidos que hubo de asignarse a cada signo plasmado en él, hasta la impresión, no sin antes plantearse con qué materiales producirlo: papel, tintas, diseño y métodos de impresión. El libro contribuye, y esa es una de las aportaciones relevantes, a la comunicación y al engrandecimiento de los individuos. Olga finaliza con una frase de Rubén Darío: El libro, ¡Bendito sea! … pues con afán inaudito, vuela por el infinito con las alas de la idea.
     En este su día,  cabe subrayar el binomio indisoluble en su producción y difusión: la lectura y la escritura, elementos connaturales al aprendizaje y la generación de conocimiento.
     Lo anterior nos abre la puerta para ver que la problemática social de este incipiente siglo XXI reclama ciudadanos más participativos, con una cultura que les permita afrontar las contingencias de la vida, donde los libros son la fuente de la cual debemos deber si queremos estar un paso adelante de la inmediatez. Y sí, la mejor forma de celebrar al libro es leyéndolo, escribiéndolo y publicándolo.
Director General


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