lunes, 10 de junio de 2013

Las Teorías de la Enseñanza en contraste con las Teorías del Aprendizaje


Mario Jesús Hernández Pérez

La enseñanza-aprendizaje es un proceso asociado que debería ir de la mano para el logro de resultados y metas, observamos como con el surgimiento de las “teorías de la enseñanza” éstas se declaran independientes de las “teorías del aprendizaje”, justificando históricamente y lógicamente esta situación.

Por ello, Ausbel David Paul et. al. (1991) realiza en: “Funciones y alcances de la psicología educativa” en Psicología Educativa, México, Trillas; un análisis profundo del contraste de estas dos teorías y nos expone detalladamente algunos aspectos relevantes.

Para  Gage (1964), citado por Ausbel, las “teorías del aprendizaje tratan de las maneras en que un organismo aprende, las de la enseñanza se ocupan de las maneras en que una persona influye en un organismo para que éste aprenda. Para satisfacer las demandas prácticas de la educación, las teorías del aprendizaje deben ser “puestas de cabeza”, de tal modo que se produzcan, entonces las teorías de la enseñanza”.

Smith (1960), ídem.,  expone una fundamentación lógica para formular teorías de la enseñanza totalmente independientes: las del aprendizaje, basado en el fundamento de que “el aprendizaje y la enseñanza no son inseparables y que una teoría del aprendizaje nada puede decirnos acerca de la manera de enseñar”.

Enseñar y aprender no son coextensivos, pues enseñar es tan sólo una de las condiciones que pueden influir en el aprendizaje, aprender sigue siendo todavía la única medida factible del mérito de la enseñanza, que es eficaz tan sólo en la medida en que manipula eficientemente las variables psicológicas que gobiernan el aprendizaje.

Ausbel expresa que, las teorías del aprendizaje y las de la enseñanza son más independientes que mutuamente exclusivas, son necesarias para una ciencia pedagógica completa y ninguna es sustituta de la otra. Las teorías de la enseñanza deben basarse en teorías del aprendizaje, con un enfoque aplicado a manejar los problemas.

La educación es una ciencia aplicada porque se ocupa de la realización de ciertos fines prácticos que tienen valor social. La función de la educación es transmitir la ideología de la cultura y un cuerpo nuclear de conocimientos y habilidades intelectuales, ocupándose del desenvolvimiento óptimo de la potencialidad humana para el desarrollo y el logro; y no únicamente con respecto a las capacidades cognoscitivas, también en lo concerniente a las metas y al ajuste de la personalidad.

Una disciplina aplicada se convierte en ciencia sólo cuando trata de fundamentar los medios propuestos para alcanzar ciertos fines conforme a proposiciones empíricamente validables.

Se observa que hay “aprendizaje por ensayo y error”, “aprendizaje de discriminación”,  “aprendizaje de pares asociados”, “aprendizaje de conceptos”, “aprendizajes de respuestas condicionadas”, entre otros, que se han identificado con cierto tipo de situaciones de estimulo generadas por equipo o materiales determinados.

Ausbel cita a Gagné (1967), que expresa: “el aprendizaje conduce a inferir que por medio de éste se establecen diferentes tipos de capacidades; la identificación de estos tipos diferentes de ejecución, junto con los tipos deferentes de capacidad, sugieren que tiene que haber muchas clases diferentes de aprendizajes; así, habrá que suponer que existe un número igual de condiciones de aprendizaje efectivo que se correspondan con cada variedad. Una teoría de la enseñanza no puede alcanzar su utilidad máxima si se ocupa exclusivamente de las condiciones generales de todas las clases de aprendizaje, tal teoría debería ocuparse individualmente de cada uno de los tipos de aprendizaje”.

Para Ausbel la enseñanza comprende la manipulación de variables, factores, que influyen en el aprendizaje, una manera de clasificarlas es dividirlas en categorías: intrapersonales, factores internos del alumno; y situacionales, factores de la situación del aprendizaje.

La categoría intrapersonal incluye las siguientes variables: variables de la estructura cognoscitiva, disposición del desarrollo, capacidad intelectual, factores motivacionales y factores de la personalidad. Por su parte, la categoría situacional incluye las siguientes variables: la práctica, el ordenamiento de los materiales de enseñanza, ciertos factores sociales y de grupo y características del profesor.

Otra manera de clasificar las variables es agruparlas en categorías cognoscitiva y afectivo-social. En el primer grupo se incluyen los factores intelectuales relativamente objetivos, y en el segundo, los determinantes subjetivos e interpersonales del aprendizaje.

Finalmente, para Ausbel hay tres tendencias afines en el pensamiento educativo: la preocupación creciente por la importancia y calidad del adiestramiento intelectual en la escuela; el mayor énfasis en la adquisición de conocimientos como fin en sí; y la mejor disposición de parte de a escuela para asumir la responsabilidad de dirigir el aprendizaje y de preparar los materiales didácticos adecuados.

En la educación de los maestros hay una tendencia hacia un proceso de articulación y una socialización del trabajo entre escuelas y colegios para el desarrollo de destrezas básicas; se continúa experimentando acerca de la administración y la organización del salón de clases; el contenido de la materia de estudio dentro del plan de estudios se está aumentando gracias a disposiciones como la de ampliar el horario y el año escolar; se ha hecho un gran uso de auxiliares didácticos que incluyen películas y televisión educativa; y estudiantes, expertos en planes de estudios, psicólogos y tecnólogos educativos, están colaborando en los más diversos movimientos de reforma del currículo.

Comentarios y sugerencias: mariojesushp@gmail.com

 

No hay comentarios: