sábado, 9 de febrero de 2013

El hombre desde la consecuencia



Juan Francisco Gaspar Velazco

La tecnología en la época posmoderna está ubicada como algo distinto al hombre; desde dicha postura se niega al hombre; el humano es puesto como un instrumento de los aditamentos tecnológicos, situación en la que el sujeto se reduce a “objeto-herramienta” siendo lo importante la maquina. En su origen tecnología se entendía como trabajo realizado por el hombre  y se le denominaba arte, y lo hecho por el hombre mediante una técnica se le llamaba artificial debido a que no era algo natural, pero acompañaba al hombre en la actividad cotidiana. El individuo debería crear artefactos para la labor como un complemento a la naturaleza: el ser humano era aquí un creador de instrumentos.
La idea de progreso anclada en la noción moderna pero específicamente en el liberalismo económico de los siglos XVIII y XIX transformó la apreciación de técnica a tecnología; entendiéndose desde allí como razones tecnológicas para el progreso. Las antiguas maquinas simples como la rueda, la coa, el azadón, etcétera utilizaban una energía natural, la cual la proporcionaba el hombre con su fuerza física, puede decirse que la herramienta era dependiente al hombre; en el liberalismo la maquina es compleja, su energía ya no es dada por el hombre, es hecha de manera sintética y la fuerza de la máquina sustituye al hombre, desplazándolo a la periferia.
Las razones de la tecnología no fueron construidas desde la ciencia, fueron realizadas desde el mercado; convirtiendo a la tecnología en la base esencial del plus valor, al percatarse los grandes mercaderes de los beneficios derivados del uso de tecnología la monopolizaron, trayendo como consecuencia que el hombre rico fuera aquel que acumulaba tecnología y los beneficios de ésta, y desde ese entonces la tecnología se convirtió en el paradigma de distintos campos de la sociedad, este hecho conllevo a la iniquidad que se vivió en el siglo XX y que aún en el XXI se siguen viviendo los estragos del imperio de la tecnología.
José Gaos en su texto Historia de nuestra idea de mundo, exhibe en su apartado tecnocracia y cibernética que las razones tecnológicas son las que gobiernan el mundo actual; tales razones son la rapidez, la producción en masa y el consumo a gran nivel, aspectos que han generado repercusiones en el hombre debido al hecho en el cual el hombre actúa como una maquina realizando una sola función, volviendo inoperantes sus demás componentes correspondientes a la personalidad[1]: convirtiendo al sujeto en un motor inerte con una función predeterminada, de esa manera  se rompe con la concepción humana aristotélica quien para él el hombre está constituido por potencia, acto, accidente, sustancia, virtud y alma; pero el alma es ante todo sensible, pero desde el paradigma tecnológico el humano es desensibilizado y solo busca la satisfacción.
Gaos menciona que la tecnología es también una forma de gobierno al que él denomina tecnocracia, debido a que la sociedad es vista como una fábrica en donde la producción, la libre compra y el confort son los ejes rectores de la vida; desde allí estos ejes rectores cumplen una función “cibernética[2]” debido a que se han creado instancias supra personales que mediante la imagen han dirigido a los miembros de la sociedad mundial hacia las razones tecnológicas ya mencionadas. Esta direccionalización ha convertido los distintos roles de la humanidad en funciones mecánicas al grado de que el individuo ya no puede explicarse su entorno sin la tecnología; sería una verdadera pesadilla imaginar el planeta sin la energía eléctrica, en tal situación los habitantes de este mundo quedarían imposibilitados a crear formas de sobrevivencias alternativas a la electricidad por la razón que el hombre hoy asume a la tecnología no como arte[3] de creación, sino como objeto solucionador.
Vuelta la tecnología como el paradigma rector en los gobiernos estos hoy miden el desarrollo a través del cumulo de tecnología que se tienen sus territorios; sus programas están pensados en la construcción de hombres que sirvan para la expansión de la tecnología, convirtiendo al trabajo como la generación de un artificial mundo de cosas claramente distintas de cualquier circunstancia natural, “dentro de sus límites se alberga cada una de las vidas individuales mientras que este mundo sobrevive y trasciende a todas ellas. La condición humana del trabajo es la mundanidad[4]”: dicho esto se comprende que la mundanidad es la tecnología, el hombre trabaja en pro de ella, por lo tanto la acción del hombre es en función de cumplir con lo dictaminado por los tecnócratas. El trabajador contempla la labor de la tecnología en el mundo, no la suya, esto significa para la persona que ya no ve su expectativa, sino la de la tecnocracia en la cual ella se sienta agotada, estresada e inanimada, porque su labor ya no es natural, ni sus enfermedades son curadas debido a que la enfermedad ya no está en su cuerpo, sino en exterior; a decir de Fromm, la planeación humana del trabajo ya no está en función de la alegría del trabajador, sino, vinculada a la producción, la operatividad y la eficiencia.
La pregunta por el hombre  en esta pesadilla tecnológica  está respondida  mas en el cómo adaptarse al sistema mundo que en la felicidad de los hombres. Tomando en cuenta a Victoria Camps, el sujeto moral en su versión de ciudadano análogo es desplazado por el hombre satisfecho ya que las aspiraciones del hombre están fundamentadas en el tener más que en el deber, luego entonces, el rescate del hombre en su dimensión humana representa un imposible debido a que este mundo se sostiene en estándares artificiales que en principios humanos,  ya sea en la versión ética o moral.
La preocupación expuesta ha sido planteada con agudo sentido tanto por Condorcet en sus tesis sobre el progreso, pero en el siglo XIX son expuestas con una preocupación esencial: “la inevitable destrucción de la humanidad[5]”. Los trabajos de Marx y Engels vislumbran el aquejo que le genera a los hombres la revolución industrial debido a que les ha cambiado su hábitat, sus relaciones sociales, sus relaciones laborales y sobretodo sus vínculos con la especie, esta preocupación del materialismo histórico es retomada en el siglo XX por dos escuelas de pensamiento: la de Baden en donde se retoma a Kant y al positivismo matemático para impensar una nueva teoría del valor en tanto a que la ética conservadora  ya no podrá sostenerse  en los años posteriores  en el siglo XX y en nuestro siglo XXI. Frankfurt por su parte repensará al mundo asentando como premisa fundamental que el mundo  de la revolución industrial trajo por consecuencia la era de las guerras, las cuales amenazarían la existencia humana; por lo tanto el estudio de esta escuela se centró  en las repercusiones psicológicas y sociales atendiendo estos problemas desde el concepto de patología social, por lo tanto su estudio se inclinó a la solución  de los problemas de la humanidad contraídos por la tecnificación del mundo.
El problema aquí presentado es retomado por autores como Wallenstein  en su texto “Utopistica o las opciones históricas del siglo XXI” en donde reflexiona en torno a las condiciones que tiene el sujeto social para poder vencer el sistema que ya habita en todos los ámbitos de la sociedad; este estudio está planteado en el contexto del capitalismo salvaje, en donde se vive un escenario bélico, una hostilidad entre distintas sociedades y una radical consigna contra los pueblos no desarrollados en el esquema de la tecnocracia, la nueva preocupación por el hombre reside en el estudio de las distintas percepciones que se tienen del mundo en este planeta y observar que existen movimientos que se resisten a que se cumpla en su totalidad el proyecto que se estableció en el liberalismo económico desde el siglo XVIII, proyecto en el cual el hombre ni sus derechos fueron preocupación toral.
Para Pablo González Casanova y Paco Ignacio Taibo II el rescate de lo humano está en la subversión, la cual en nuestro tiempo no se refiere únicamente a una izquierda política, la nueva izquierda posee la versión ecologista, ambientalista, escolar, etcétera. La subversión para ellos representa la rebeldía y el repudio contra lo extraño, por lo tanto los habitantes del mundo se rebelarán contra aquello que violenta lo natural, esto implica que la preocupación por el hombre tenga que ver en poder dimensionar los motivos de las diferentes rebeliones contra el sistema mundo global.
El problema de la identidad que es una preocupación de la filosofía debe ser abordado atendiendo las repercusiones de la tecnología en el concepto (identidad). Un segundo punto en cuestión es atender la cuestión que plantea  el asunto de las identidades y ya no la identidad, este punto es repercusión de la posmodernidad, la cual ya no asume la verdad, sino las opciones de entender la verdad. Una tercera variable reside en la problemática en torno a que la identidad genera la idea de los otros contradiciendo el principio moderno de identidad que atiende al nosotros. Son estos los elementos a examinar para comprender la identidad del hombre ya no como proyecto a realizar, sino como consecuencia de un proyecto que negó la idea de humanidad.


[1] Entiendo por  personalidad la totalidad de las cualidades  psíquicas  heredadas y adquiridas  que son características de un individuo y que hacen al individuo  único.  Fromm Erich, Ética y psicoanálisis. México: FCE, 2012,  pág. 64.
[2] Estudio de las analogías entre los sistemas de control y comunicación de los seres vivos y de las máquinas, y el de las aplicaciones de los mecanismos de regulación biológica a la tecnología, en particular. Encontrado el día 22 enero 2013, disponible en: http://www.elcastellano.org/palabra.php?id=909
[3] La palabra técnica proviene de téchne, un vocablo de raíz griega que se ha traducido al español como “arte” o “ciencia”. Esta noción sirve para describir a un tipo de acciones regidas por normas o un cierto protocolo que tiene el propósito de arribar a un resultado específico, tanto a nivel científico como tecnológico, artístico o de cualquier otro campo. En otras palabras, una técnica es un conjunto de procedimientos reglamentados y pautas que se utiliza como medio para llegar a un cierto fin. Encontrado día 22 de enero, disponible en: http:// definición. de/técnica/#ixzzJ1
[4] Arendt Hannah. La condición humana, Introducción de Manuel Cruz, 1 ED. Barcelona: Paidos
[5] entiéndase al hecho  en el que las teorías sociales   de las distintas ramas del conocimiento plantean sus estudios lejos  del tema del HOMBRE, pero acercadas a elementos tecno culturales

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