miércoles, 16 de enero de 2013

Algo sobre la investigación social y educativa



Se plantea una investigación que conjunte lo etnológico
con lo estadístico-social y lo prospectivo
La investigación educativa como una variante de la investigación social es un pilar fundamental para formar criterios bien informados que permitan a los administradores y a los responsables de una función, actuar acertadamente con la confianza surgida sobre las bases apoyadas en el conocimiento objetivo.
Aquí se plantea a grandes rasgos una investigación que conjunte lo etnológico a través de una guía de observación, con lo estadístico-social al aplicar una escala de actitudes y lo prospectivo al integrar con juicios calificados varios escenarios a futuro.
En el campo del conocimiento científico, la investigación es un pilar fundamental para mantener actualizado el corpus de la ciencia que se trate, ya sea exacta, natural o social. De ahí la importancia de la investigación.
Además, un criterio bien informado permite a los administradores, a los políticos o a los responsables de tomar una decisión, actuar acertadamente, con la confianza surgida sobre bases apoyadas en el conocimiento objetivo.
En el ámbito de las ciencias sociales la investigación tiene una importancia más acentuada, puesto que se trata de parcelas del conocimiento más susceptibles de verse influidas por corrientes ideológicas que podrían llegar a plantear aparentes dilemas en la interpretación de los hechos investigados:
Para quienes pretendemos hacer investigación, cabe decir, que primero debemos aclarar nuestras ideas sobre tres conceptos básicos en este menester. A saber, las unidades o elementos de análisis, los valores y las variables.
Así, podemos decir que las unidades o elementos de análisis en la investigación social, son siempre los seres humanos o los productos de los propios seres humanos. Por ejemplo, en una encuesta serían los interrogados; en un estudio comparativo de tipo internacional, las unidades serían los países o naciones, en un análisis de contenido serían los artículos publicados en un periódico, &c.
Respecto a las unidades, cabe agregar que éstas siempre estarán relacionadas con la interacción humana en calidad de productos de la misma y a veces como condiciones para ella.
Pasemos ahora a tratar de entender que son los valores. Estos son las magnitudes que las variables investigadas alcanzan en las unidades. Pueden ser las respuestas o los resultados obtenidos cuando las unidades se exponen a determinado estímulo o condición.
En un universo o conjunto de unidades, el valor es algo que puede predicarse de alguna unidad. Ejemplos de valores: 10.6% es un valor para México tomado como unidad, ya que es la tasa de analfabetismo para el año 1995; masculino es el valor atributo del alumno Isidro dentro de un grupo escolar; 1.70 m es el valor estatura de Cristian como jugador de béisbol del equipo de San Marcos, &c.
Ahora bien, qué podemos decir acerca del concepto variable. Primero, como su nombre lo indica es algo que cambia, agregaremos que dicho cambio se muestra en cada unidad del universo investigado.
Así en los ejemplos anteriores nuestras variables fueron tasa de analfabetismo, que adquirió distintos porcentajes en cada una de las naciones investigadas; sexo que tomó determinada calidad o atributo en cada uno de los alumnos del grupo escolar censado; estatura que varió para cada uno de los jugadores del equipo de béisbol, &c.
Concluiremos que variable es el conjunto, la serie de valores que un fenómeno estudiado adquiere o puede tener dentro del conjunto de unidades. Es importante asentar que como resultado del manejo de las variables y con base en su calidad, surgen los distintos niveles de medición que la ciencia en general admite. A saber: Nominal, Ordinal, Interval, de Razón y Absoluto. (Escala NOIRA).
Aunque no significan exactamente lo mismo, dimensión y variable son conceptos esencialmente ligados, de hecho y conforme a lo que se ha denominado proceso de «operacionalización». Dimensión, indicador, variable e ítem son pasos sobre una misma línea que nos permiten plantear a partir de una hipótesis, un problema a investigar y sus concreciones en ítems que se distribuyen en diversos instrumentos de investigación. (guía de observación, guía de entrevista, cuestionario, escala de actitudes, &c.)
Si nosotros combinamos las modalidades que adquiere el número de dimensiones y el número de unidades, tendremos no sólo el tipo de investigación sino también el tipo de ciencia social resultante. Así, muchas dimensiones a investigar en una unidad determinada nos darán una investigación intensiva, tipo sicología profunda o un estudio de casos.
Si el número de dimensiones es menor y se abocan a una sola unidad, caeremos en el campo del periodismo (investigación periodística).
Si las dimensiones investigadas son muchas y las unidades son relativamente pocas, estaremos en el campo de la sicología.
Si la dimensión es una a investigar, en pocas unidades, levantaremos una encuesta.
Si las dimensiones son pocas a investigar, en muchas unidades, estaremos en el campo de la sociología.
Si la dimensión investigada es una, en muchas unidades, estaremos ante una investigación extensiva, como las que se realizan en vísperas electorales.
Como puede advertirse para el psicólogo la unidad de análisis es casi siempre el organismo viviente, para el sociólogo puede ser algún tipo de colectivo.
Como en todo hacer humano existen ciertos riesgos y el caso de la investigación en las ciencias sociales, no es la excepción. Por eso hay que precaverse y realizar ciertas reflexiones en el planteamiento de una investigación.
Debido a ello podemos argumentar razones para que haya más de una unidad a investigar:
Una razón negativa, es que no se cree que exista el caso puro, siempre podremos preguntarnos ¿por qué esta unidad y no otra? ¿por qué este caso y no el otro?
Por otra parte, el uso de la dispersión nos permite afirmar que la existencia de más de una unidad hace posible captar diferencias y variaciones, evitando estereotipos que pueden perjudicar la interpretación final de los resultados.
En el renglón de las dimensiones, por qué es preferible más de una dimensión:
Una razón negativa es que no se cree que exista la pregunta pura, ¿por qué este estímulo y no otro?
Aquí el uso de la dispersión nos permitirá advertir que la existencia de más de una pregunta o dimensión hará posible captar patrones de respuestas y también el valor de las mismas dentro de un contexto más extenso.
Por eso es muy útil que en el trabajo de análisis se use la correlación entre respuestas a preguntas diferentes como una importante herramienta para detectar tendencias asociadas y eventualmente cuando se utilizan variables de base a cierta probable causalidad.
En este rápido y panorámico vistazo de la investigación social convendrá decir algo sobre los valores que en diversas unidades puedan adquirir las variables a investigar.
Debemos reconocer que las unidades de análisis más frecuentemente utilizadas son los individuos. El individuo es el sujeto habitual de la interacción humana y por consecuencia es el nivel en que se necesita discriminar la percepción y la comunicación. Toda interacción verbal con los individuos produce una rica variedad de respuestas verbales.
El valor de un individuo o sea la posición que adquiere dentro de una variable determinada, puede ser público, conocido con mayor o menor facilidad, o privado porque requiera un mayor esfuerzo de investigación.
Así variable pública sería aquella en que los valores individuales son o pueden ser conocidos por otras personas. Pongamos por caso, la edad, el sexo, la raza, a menudo la religión, el domicilio, la familia de origen, el número de hijos, la ocupación, el ingreso, &c.
La variable privada se da cuando los valores individuales pueden ser conocidos por alguien, pero no por todos, por ejemplo, el coeficiente de inteligencia, los proyectos para el futuro, si una persona es autoritaria o no, cuales son sus actitudes, cuáles sus patrones de conducta, &c.
Por otra parte podemos advertir que el valor que una persona adquiere dentro de una variable puede ser permanente o temporal.
Recalquemos aquí, que la distinción entre pública y privada, lo mismo que entre temporal y permanente siempre será relativa, pero nos servirá para plantear una útil tipología.
Los valores públicos y permanentes nos darán las variables de base.
Los valores privados y permanentes estructurarán las variables de personalidad.
Los valores privados y temporales nos mostrarán las variables actitudinales y conductuales.
Ahora bien, como profesores, como investigadores y como deambuladores dentro del hacer educativo nos atrevemos a proponer el esquema de una viable investigación educativa, que supere la controversia entre los partidarios de una investigación etnográfica y la estadístico-social.
Creemos, sin lugar a dudas que el «maestro» es parte fundamental en el sistema educativo. Las comunidades dan ese trato al profesor normalista, para denotar su afecto, su aprecio y su respeto por quien en muchos casos es casi el único agente vinculador de una población, con el conocimiento científico en general.
Al médico, también por consideraciones similares se le llama «doctor».
Pues bien, creemos que para conocer mejor a ese sistema educativo podríamos comenzar por considerar como nuestra unidad de análisis al «maestro» o mejor dicho, al profesor que trabaja frente a grupo.
Como la mayoría de los profesores trabaja en escuelas primarias, hablaríamos del profesor de educación básica, específicamente del nivel primario.
Si pusiéramos como objetivo detectar el conocimiento y manejo de los principios, valores e ideales que cotidianamente se dan en la escuela primaria a través del quehacer educativo de nuestros profesores, procederíamos a «operacionalizar», operar más propiamente dicho, el anterior planteamiento como propósito de nuestra investigación.
Aquí es necesario aclarar que para llegar a este primer paso, tal vez haya sido necesario plantearnos a manera de preguntas, muchas posibilidades de asuntos a investigar.
Después de haber cernido el problema a investigar se inicia la «operacionalización».
Con ese propósito se partirá de los conceptos englobados en el problema a fin de encontrar las dimensiones a investigar.
Así surgirán varios rubros de indicadores (variables extensas) llegando finalmente a los ítems, como variables concretas a investigar. Como Paul Lazarsfeld lo aconseja, se partió de la representación literaria del concepto, se especificaron las dimensiones y se eligieron los indicadores observables hasta presentarlos sintéticamente (ítems).
Al final tendremos un cuadro similar a un diagrama de árbol horizontal, en el cual, el problema a investigar, constituiría la base del tronco, los conceptos las primeras ramas gruesas, las dimensiones de los conceptos objeto de la investigación ramas más delgadas, las sucesivas categorías de indicadores otras ramas más finas, hasta llegar a los ítems que serían las cuestiones concretas a investigar, similares a las hojas del simbólico árbol.
Pondremos un ejemplo para advertir la diferencia entre indicador e ítem. Indicador podría ser la variable edad. Items podrían ser ¿Cuántos años tiene usted? ¿En que año nació? ¿Cuál es su registro federal de hacienda?, &c.
Dentro del conjunto de ítems, generalmente podemos advertir subconjuntos homogéneos en su interior.
Así en nuestro caso imaginario, tal vez advertiríamos un subconjunto que nos permita estructurar una guía de observación para registrar el desarrollo cotidiano del profesor.
Un segundo subconjunto nos permitiría estructurar una escala de actitudes y de opinión, que se pediría resolviesen los maestros de nuestro universo a investigar.
Un tercer subconjunto nos serviría para sugerir a un grupo de jueces calificados (maestros conspicuos de la región) que nos presentasen escenarios futuros de la educación primaria.
Como se advierte, con un esquema similar haríamos convergente una investigación de tipo etnográfico (guía de observación) con lo estadístico social (escala de actitudes) y lo prospectivo (escenarios a futuro).
Obviamente, dadas las limitaciones en tiempo y recursos, lo más aconsejable es trabajar sobre una muestra, que puede determinarse con el empleo de fórmulas apoyadas en proporciones, dado que a veces no se cuenta con investigaciones antecedentes similares, que nos permitan utilizar algún otro formulario, al manejar variables cuantificadas con anterioridad.
En fin, no sé si tanto imaginar y en consecuencia escribir haya confundido más a nuestros lectores. La esperanza es que si alguien nos hubiese leído, se haya inquietado y se hubiera interesado por conocer más detalles de un proceso importante para nuestro trabajo: la investigación educativa como una variante de la investigación social.
Una investigación bien llevada, realimenta al propio universo investigado, ya que al conocer su propia imagen, éste podría avanzar hacia un cambio conveniente para él y para el entorno en que se mueve como parte de un sistema social.
Nuestro trabajo así sería una investigación-acción-participativa para mejorar nuestro propio desempeño.
Un comentario final, cuando se ha deambulado por los senderos de la investigación, advertimos que ningún diseño permanece estático e inalterado en el transcurso del trabajo de campo e incluso del análisis de los primeros resultados, la razón es un tanto obvia, siempre hay realimentación, los descubrimientos parciales nos permiten ajustar los planteamientos iniciales dentro de los cánones metodológicos permisibles. El devenir de la investigación social es como el fluir de las aguas de un río, que aún cuando pudieran desbordarse, siempre vuelven a su cauce para desembocar finalmente en el mar del conocimiento científico.

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