lunes, 3 de septiembre de 2012

EDITORIAL

PUBLICADO EN EL EJEMPLAR 1 DE SEPTIEMBRE 2010
Tlanestli se inicia con este primer ejemplar, no tiene intereses ni propósitos mezquinos, o de grupo con tendencias de dominio sobre los demás, antes bien, pretende ser un foro plural pero de respeto hacia los demás,  espacio abierto al pensamiento, a la crítica y a la propuesta en bien de la comunidad. Hay  proyectos que declararon esto en el pasado y otros que continúan surgiendo con la misma idea, pero muchos de ellos en los hechos han tomado un sendero distinto y, en ocasiones, completamente contrario a lo que era su ideario, como consecuencia de embates políticos y/o económicos. Por lo tanto, uno de los primeros retos consiste en no distorcionar planes y objetivos de esta propuesta. Quienes participamos de este proyecto, tenemos la firme convicción, el deseo de incluir en él a personas cuyo interés ha sido principalmente servir a los demás, a partir de una preocupación genuina por los problemas culturales, educativos, literarios y sociales.
Para nadie es un secreto que vivimos uno de los peores momentos en este planeta, y de manera especial en nuestro país. En México existen problemas que no son de ahora –basta revisar un poco la historia-, sin embargo, varios de ellos en lugar de abatirse se han ahondado o complicado. Desigualdad económica y social de la población mexicana constituyen clara muestra, una de las mayores de América Latina. Con altos niveles de desigualdad siempre habrá consecuencias inherentes lamentables que se vienen en cadena. Ejemplos palpables de lo anterior, por sólo citar algunos, son el desempleo, la delincuencia, el atraso educativo y la situación específica en que vive la población indígena.
Quienes integramos el proyecto hemos elegido como símbolo el nombre náhuatl Tlanestli, porque avizoramos el Amanecer. Un nuevo día, una luz naciente, en donde todos los mexicanos tengamos la oportunidad de participar en el engrandecimiento de nuestra patria, desterrando envidia, corrupción, nepotismo, improvisación, segregación, y otros males que han impedido alcanzar mejores estadios de vida y desarrollo. El pueblo mexicano ha demostrado en diversas ocasiones que es organizado y solidario. Entonces, las fallas no están ahí. Es necesario visulaizar y señalar en dónde se encuentra el origen de los problemas para buscar soluciones adecuadas. Y es preciso dar a conocer el pensamiento de ciudadanos libres, preocupados por el destino de esta gran nación.
Tlanestli, Amanecer, pretende también ser un homenaje a nuestros héroes nacionales, y desea hacer ese homenaje con ideas y propuestas que estén a la altura de los hombres y mujeres que nos dieron patria.






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