miércoles, 6 de junio de 2012

Carlos Fuentes Macías 1928-2012.

Por: Ángel Rafael Martínez Alarcón.
Carlos Fuentes Macías, murió el día del maestro, fecha en que también se celebra la fiesta patronal de San Isidro labrador, (santo patrón de Madrid, la capital española), así como la fiesta campesino de iberoamericanos. Un día antes en las redes sociales, como el Twitter, se difundió el fantasma de la muerte de Gabriel García Márquez, premio Nóbel de literatura, 1982. Pero la muerte tuvo a bien arrancarnos a Carlos Fuentes. Fueron estas mismas redes sociales, las encargadas en difundir la noticia de la inesperada muerte del escritor, ensayista y cuentista de talla universal. Mi primer acercamiento a la obra de Fuentes fue mi lectura de su novela: La muerte de Artemio Cruz, Fondo de Cultura Económica, Colección Popular, México, 1962.
El 23 de marzo de 1994, en el Ayuntamiento de Xalapa, que presidía Armando Méndez de la Luz, Fuentes fue designado como hijo adoptivo de Xalapa. Aquel día, en calidad de becario, yo acompañaba al Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán. Los demás detalles de dicha tarde lo puede leer en: http://columnasinnombre.blogspot.mx/, aquí se narra puntualmente esa tarde en Xalapa. La cena con el festejado se canceló.
Durante mis estudios doctorales en la Universidad Complutense de Madrid, tuve como compañero de estudios, al escritor e historiador, Jorge F. Hernández; hijo de diplomático, una biografía similar a la de Carlos Fuentes, pero sobre todo era su amigo; autor de la obra Carlos Fuentes: Territorios del tiempo Antología de entrevistas Compilación e introducción: Jorge F. Hernández. Fondo de Cultura Económica.1999.
En Madrid. Jorge F. Hernández me introduce al mundo del mexicano más universal.
Fue en la capital de España, donde tuvo la gran oportunidad de convivir, conversar y caminar por las calles madrileñas, los cafés de la Castellana, los recorridos por el parque el “Retiro”, así como las ferias de libro, en esta misma ciudad. Son muchos los recuerdos que trato de rescatar de mi memoria, mis conversaciones. La primera vez que caminamos, fue para recordar el Veracruz de Fuentes, entidad que vio nacer a sus padres en la ciudad de Xalapa y su abuela en Catemaco; misma que vio llegar a su otro abuelo desde Alemania.
Una tarde de verano con 40 grados de calor volvimos a caminar, y el maestro tan cosmopolita, se interesó sobre mi tesis doctoral, la cuál le expliqué, era una biografía del abuelo materno de los hermanos Miguel y Sebastián Lerdo de Tejada. En ese largo diálogo, Fuentes, se mostró como todo un catedrático de la historia novohispana. En otra ocasión lo encontré en la Feria Internacional de Madrid, eran días difíciles, habían transcurrido pocas semanas desde la muerte de su hijo; sin embargo, no dejo de ser atento y conversar.
Vino la presentación de la novela: Los años con Laura Díaz (México, Alfaguara, 1999); misma que fue presentada en Madrid. Todo un acontecimiento, en la vida intelectual de la capital del Reino. Intelectuales, políticos iberoamericanos, estudiantes mexicanos, nos dimos cita para tan importante evento. Carlos Fuentes, siempre con humor y buen trato para sus lectores, se encargó con toda sencillez, de firmar autógrafos para todos quienes esperaban su turno en largas filas.
En abril de 2000 me invitó para asistir a la Universidad Nacional de Distancia de España (UNED), misma que le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa. Esta fue una de las ceremonias que más me han impactado en la vida, por todo el protocolo, entre otros acompañantes Luz de Amo, directora de instituto México en España, así como también empresarios iberoamericanos. Cabe destacar en su discurso:
Yo crecí en la era de la radio, cuando para confirmar la gran faena de Manolete dicha por el locutor de la XEW, había que acudir a los periódicos a fin de cerciorarse de la verdad: sí, era cierto, el Monstruo de Córdoba cortó oreja y rabo. Era cierto porque estaba escrito. Hoy, el bombardeo de Bagdad ocurre al mismo tiempo que es visto en la pantalla de la televisión. No hay que confirmarlo por escrito. Es más: ni siquiera hay que entenderlo políticamente. Hemos visto, gracias a la ubicuidad e instantaneidad de la imagen, un espectáculo deslumbrante a colores. A los muertos, ni los vimos ni los oímos.
La Universidad Veracruzana, luego de otorgarle el Doctorado Honoris Causa, abrió “la cátedra Carlos Fuentes”. Siempre fue un gozo para Carlos Fuentes venir a Xalapa, a la tierra de sus antepasados. La última vez que saludé a Carlos Fuentes, fue en la entrega de la presea “Adolfo Ruiz Cortines”, un acto más gris por la bancada priista y el Gobernador en turno. Carlos Fuentes mantuvo la dignidad de personalidad universal, los políticos en esos años ensañaron el cobre de su ignorancia.
Con la partida físicamente de Fuentes Macías, los mexicanos quedamos en la deuda de seguir leyendo su obra escrita. Su decisión de descansar en París, es un lujo de uno de los mexicanos universales que nació en Panamá, de padres Veracruzanos.


Pie de foto. Madrid 8 de abril 1999. Carlos Fuentes en la Universidad Nacional a Distancia (UNED)
1. http://www.agninfover.com/noticia.php?id_noticia=75883
2. http://metropolitanoenlinea.com/?p=136938
3. http://www.tiempodeveracruz.com/2012/05/carlos-fuentes-macias-1928-2012/
4. http://www.periodicoveraz.com/columna.php?id=120
5. http://www.entornopolitico.com/vercolumna.php?id=469
6. http://www.revistahechos.com.mx/columnista.php?ido=857
7. http://www.veracruzinforma.com.mx/?p=11462

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