miércoles, 6 de junio de 2012

Antonio Tabucchi Tristano muere En el umbral de la muerte

Por: Aurora Ruiz Vásquez

Al acercarnos al escritor italiano Antonio Tabucchi, que a los 68 años de edad muere en Lisboa en 2012, se siente un dolor por la pérdida y se experimenta un deleite por la forma poética en que suele expresarse en sus obras y  sobreviene la curiosidad por conocerlas  Entre ellas tenemos: Requiem, Sueños de sueños, los tres últimos días de Fernándo Pessoa, Se está haciendo tarde, El tiempo envejece de prisa,  El ángel negro que comprende una serie de seis inquietantes y gratos relatos  llenos de belleza ; la  conocida y afamada novela Sostiene Pereira, ( 1994) llevada al cine, con la cual ganó el premio Campiello  Historia de un periodista ambientada en la dictadura de Salazar en Portuga,l que escribe necrologías anticipadas  de los escritores desaparecidos.

 Encontré en Tristano muere -2004-  una muestra de cómo el autor, en forma amena     sostiene un monólogo de 192 páginas sin que se pierda el interés del lector por los temas variados que trata con habilidad y las interrogantes que se propone, basadas en el pasado de su vida real e imaginaria, las divagaciones, sueños, reflexiones, fabulaciones, extravagancias e invenciones, interrumpidas por el dolor físico que lo agobia.

En la novela Tristano muere, el protagonista, que ha peleado por la libertad de su país, llama a la cabecera de su cama, en un calor canicular de agosto, a un escritor, que inspirado en él,  había escrito una novela. Le relata pormenores de su vida para escribir un libro biográfico. Tiene gangrena en una pierna y al no dejar que se la amputen,  sufre dolores intensos  agregados a cefaleas, males que disminuyen a base de morfina.

En los espacios de calma, habla al supuesto escritor en un discurso sin ilación, retazos de vida, opiniones, imaginaciones y sueños; temas múltiples como ¿Qué es el heroísmo, el tiempo, la traición, la libertad, la cobardía, el miedo, el futuro, la vida o la muerte? habla del pasado, con sus contradicciones, omisiones, recuerdos falsos o imaginarios en una charla  poética, delirante y un tanto emotiva e interminable, interrumpida por el dolor
“Dile a la Fau que venga a ponerme la morfina,  el efecto de la otra ya se ha pasado, el dolor hace que me queje aunque no lo quiera y eso me deprime…¿Ya te he hablado de Vanda ?, no me acuerdo”.

 Su disertación se basa en datos históricos que le tocó vivir en plena segunda guerra mundial, cuando era el comandante Clark; recuerda sus luchas y experiencias. Le interesa la política, revelándose ante las injusticias y  maltrato “la historia la hacemos nosotros, nos la construimos con nuestras propias manos… Pero para decir eso es necesario ser viejos, e inútiles, casi cadáveres  como yo”… “naturalmente, no fue así, ya te habrás dado cuenta, pero tú escríbelo como si fuera verdad, porque para Tristano fue verdad de verdad y lo importante es lo que él se imaginó durante toda su vida. “  
Relata la muerte de los elefantes que cuando sienten que la hora ha llegado, se alejan kilómetros de la manada con un compañero, trazan un círculo, del cual son centro y llegada la hora, el acompañante  se va, dejándolo solo. Afirma, “La muerte es un hecho privado, solitario y final, ya sin regreso”.
En otro momento comenta “¿Que día es hoy? no estoy muerto, sólo tenía los ojos cerrados pero no estoy muerto, tendrás que tener paciencia”…Visitando un museo dice: hoy vamos a ver el perro amarillo, ¿no oyes como gruñe?, creo que se está muriendo de sed, démosle de beber”… si yo fuera director de este museo, impondría que delante del perro siempre hubiera un cuenco de agua fresca.” Esto demuestra cómo ante la plástica, la imagen, se inspira.
Estas transcripciones darán una idea de la forma en que Tristano trasmite al escritor su pensamiento, para que configure su biografía.

 El lector reclama de su atención concentrada, para no divagar también y perderse en los multiformes pensamientos del admirable monólogo interior de Tabucchi.

Una primera persona que le habla a una segunda,  un yo ( representado por el nombre Tristano)  a un tú. Predomina el hábil uso de la segunda persona  como Carlos Fuentes lo hiciera  con frecuencia en sus obras; su cuento Chac Mool que aparece en Días enmascarados, es una muestra del lenguaje interior expresado en un original  monólogo. En Tristano muere no hay diálogo aunque aparecen otras voces: la Fau que lo cuidó de niño desde hace sesenta y cinco años y hoy todos los domingos le lee un poema, Daphne, Rosamunda, el doctor Ziegler , Cari,  su tío y Tadeus que aparece también en Angel negro en dos de sus narraciones, todas ellas le dan coherencia al relato.
Transmite su opinión crítica sobre la libertad de palabra,  el facismo, la reproducción del ser, cita personajes mitológicos pero el tema recurrente de sus obras es el pasado relacionado con el presente, y la muerte envuelta en el misterio. Sus personajes son escritores, poetas como en los relatos del Angel negro “Aserrin, Aserran” o “Voces traídas por algo, imposible decir qué.”

La obra Tristano muere es una simbiosis de oralidad y escritura, donde  la voz del personaje, perdura en la escritura que narra la heroica gesta del soldado, su vida, pensamientos y sentimientos. Tristano habla, el escritor escribe.

Al final,Tristano  dice “Ahora que ha llegado el momento de despedirnos,  … “el verdadero miedo es cuando ha llegado la hora establecida y sabes que será inevitable…es como un vértigo, como si se abriera una ventana a la nada…” y así sigue hablando en un discurso emotivo de despedida. Con la lucidez serena del moribundo, revela su desilusión del siglo que se fue. Al perder su último aliento quiere dormir “el sueño que compense las fatigas de haber vivido.”

Leer esta bella escritura deja buen sabor de boca y mucho por reflexionar, admitiendo  varias relecturas.

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