miércoles, 8 de febrero de 2012

Carta a Pablo Neruda*

Por: Alicia Soto Palomino Xalapa, Ver. A 29 de mayo de 2009. Estimado Pablito, quiero compartir contigo lo siguiente: Recuerdo que era adolescente y no sabía distinguir claramente entre la realidad, la fantasía, el amor y las vivencias… Fue una tarde de primavera cuando recibí uno de tantos libros que enriquecieron aquella etapa tan avasalladora. La lectura y el amor, ¡Qué combinación tan fantástica! Vienen a mi memoria los poemas de amor y combate, las canciones de la Nueva Trova y lo más memorable: un libro ¿Cómo olvidar esas letras tan cargadas de experiencias, caricias, sensualidad y pasión? En donde el autor, menciona su primer amor, las correrías, desamores, conocimientos sobre la cultura, políticas y formas de vida distintas en cada continente. Al tener en mis manos un volumen con pasta blanca y rugosa, letras doradas y negras, con olor especial que aunque haya pasado un cuarto de siglo aún se conserva y sigue siendo uno de mis libros preferidos. Su título: Confieso que he vivido de Pablo Neruda. Desde el primer momento en que me lo regalaste se convirtió en mi mejor libro, al leer algunas frases como la siguiente: “Nunca pensé, cuando escribí mis primeros solitarios libros, que al correr de los años me encontraría en plazas, calles, fábricas, aulas, teatros y jardines, diciendo mis versos. He recorrido prácticamente todos los rincones de Chile, desparramando mi poesía entre la gente de mi pueblo” [1]. “En las tardes, al ponerse el sol, frente al balcón se desarrollaba un espectáculo diario que yo no me perdía por nada en el mundo. Era la puesta del sol con grandiosos hacinamientos de cobres, repartos de luz, abanicos inmensos de anaranjado y escarlata”.[2] Desde ese momento el mundo, la poesía y el amor se volvieron mi inspiración. Cada día aprecio los colores, imágenes de las montañas, las nubes, las aves, todo se convierte en una gran sinfonía de colores que se anexa a mi contemplación y apreciación de la vida, la lectura y la fantasía. Actualmente soy promotora de lectura y al compartir el placer que proporciona la lectura me hace sentir feliz, por eso, queridos amigos, busquen su libro, su lectura, su amor platónico que se haya escondido tras las letras que un autor plasmó pensando en ti, posible lector o amor. El tiempo pasó, quien me regaló el libro quedó sólo es mis recuerdos, pero tú, sigues estando a un lado de mi cama, te puedo tocar, oler, gozar las veces que desee y sigo siendo Alicia en el país de las maravillas. [1] Neruda, Pablo: Confieso que he vivido, Edit. Seix Barral, México, 1984.p.321. [2] Op.cit.pp.61-62. Carta de Alicia Soto Palomino *Participación en el concurso Carta a un libro realizado por el comité de la 20ª Feria Nacional del Libro Infaltil y Juvenil, Xalapa 2009 con el cual ganó el primer lugar.

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