jueves, 13 de octubre de 2011

EDITORIAL Empobrecimiento

El empobrecimiento es una realidad reconocida por autoridades y en el ámbito internacional. Grandes desigualdades prevalecen y generan estratos sociales diferentes. Económica e intelectualmente esto provoca enormes inconformidades reflejándose en diferentes formas: división ideológica al interior del país, quizá la más grave. El poder adquisitivo disminuye paulatinamente y repercute en el estilo de vida. Aquellos que poco o nada tienen acuden a la oferta cómoda: delincuencia o subempleo, pero con marcado resentimiento social. La llamada clase media, en permanente lucha por tener acceso a mayores comodidades, pero sobretodo tendiente a reconocimiento social –pirámide de Maslow. Sólo un pequeño grupo, dueño de los grandes capitales, ve acrecentar su fortuna debido a la plusvalía, por un lado de los bienes inmuebles que posee o adquisición a precisos castigados a vendedores obligados por la situación prevaleciente, y por el otro por alza indiscriminada de precios –empresarios- de bienes de consumo. Dentro del entorno intelectual la situación no es diferente- El acceso a la tecnología y a la educación de calidad es privilegio de los poseedores del capital financiero: Harvard, Yale, en el extranjero, ITESM, UDLA o ITAM está vetado para los pobres, en términos económicos. Es tarea, entonces, de la educación pública –obviamente, también a la privada., ofrecer no únicamente mayores alternativas de formación profesional –el problema de cobertura está siendo superado- sino ofertar educación de calidad: redefinir los Fines de la educación. La problemática social es múltiple: inseguridad, corrupción, pobreza…¿Qué le compete a la educación? Las causas que dan origen a la problemática social de la pobreza son diversas, en consecuencia sus responsables: la educación es uno de ellos. Vincular la problemática social con planes y programas; objetivos generales y particulares; investigación. Implica por supuesto redefinir política educativa desde el seno del Estado, actualización del diseño curricular, análisis de la práctica docente pero también conocimiento y dominio de teorías y estrategias de aprendizaje, uso de tecnología educativa… La corresponsabilidad entre Estado –Sistema Educativo Nacional-, sociedad –incluyendo medios de comunicación e información- y padres de familia es inobjetable obligando a la acción, más que a la crítica. Disminuir la pobreza, es aminorar la ignorancia, son mayores oportunidades educativas, pero también mejorar la calidad educativa.

México independiente y el primer proyecto de nación

Jesús Jiménez Castillo La derrota de los principales insurgentes del Movimiento de Independencia no impidió la continuación de la lucha, que se prolongó durante toda la segunda década del siglo XIX. Todavía a principios de 1820 existían focos de resistencia en diversos puntos del territorio de Nueva España como el de Gordiano Guzmán, Francisco y Encarnación Ortiz y los hermanos Bedoya en Nueva Galicia, Guanajuato y Michoacán; Pedro Ascencio, el presbítero José Manuel Izquierdo, Vicente Guerrero y José María Lobato en el sur; y Guadalupe Victoria en Veracruz. Cuando la situación de los rebeldes revolucionarios parecía más crítica, el panorama político tuvo un giro inesperado, pues el 1 de enero de 1820 el general español, Rafael de Riego, junto con otros liberales, convencieron al ejercito expedicionario -compuesto de 22,000 soldados, con la encomienda de embarcar hacia América para reprimir la insurgencia y recuperar las colonias- que desistieran de su misión. Los hechos obligaron a Fernando VII, el 10 de marzo de ese mismo año, a jurar la anterior Constitución de 1812. Ante el cambio de situación, el rey nombró una Junta Provisional Consultiva y se convocó a elecciones a las nuevas Cortes. En los virreinatos y capitanías se publicó el decreto real que restauraba la Constitución de 1812. Ante la demora de las elecciones en las colonias por la lejanía, la Junta Provisional escogió treinta suplentes para representar a la sociedad novohispana. Los diputados americanos exigieron un mayor número de representantes, que la Junta no aprobó. Ante la posibilidad de que los diputados americanos renunciaran, intervino Miguel Ramos Arizpe para convencerlos de que era mejor tener pocos diputados que ninguno. Las primeras noticias del triunfo de los liberales llegaron a Veracruz el 26 de abril de 1820. Los criollos que simpatizaban con esa corriente recibieron las noticias con beneplácito, así como los miembros del Consulado de Veracruz que deseaban reinstalar el libre comercio en la Nueva España. En la Ciudad de México la noticia se recibió tres días después, con la oposición de los españoles de tendencias absolutistas, como la aristocracia y el alto clero, que realizaban reuniones secretas en el aposento del Padre Prepósito Matías de Monteagudo, para tratar de impedir la publicación de la Constitución española. A estas reuniones se les llamó Conspiración de La Profesa –nombre tomando de un templo católico de la Ciudad de México que formaba parte de un conjunto arquitectónico conocido como Casa Profesa, donde antiguamente se alojaban los novicios jesuitas que habían cumplido cuatro votos-. Entre los asistentes a dichas reuniones, con conocimiento del virrey Juan Díaz de Apodaca, estuvieron el regente de la Real Audiencia de México, el obispo de Puebla, el fiscal de la Inquisición, los integrantes del consulado de México y algunos que participaron en el golpe de Estado en 1808, que depuso al virrey José de Iturrigaray. Los conjurados no pudieron impedir o aplazar la jura de la Constitución, pues ésta fue ampliamente aceptada por los comerciantes de Veracruz, con el apoyo del ejército español, que obligó al virrey Apodaca, el 31 de mayo de 1820, a hacer lo propio; igual que los oidores y las altas autoridades de la Iglesia, no obstante que los cambios políticos afectaron sus intereses: se abolió la Inquisición y se suprimió, por segunda ocasión, la Compañía de Jesús; se declaró la desaparición de las órdenes monásticas, se vendieron los bienes de la Iglesia y se redujo el diezmo. El temor se extendió entre los simpatizantes del absolutismo de Fernando VII, del grupo de los persas –conjunto de diputados a Cortes que presentaron un documento a Fernando VII, el 16 de abril de 1814, apoyando el absolutismo, aludiendo a la antigua costumbre de los persas de provocar, luego de la muerte del rey, cinco días de anarquía para que la experiencia de crímenes, saqueos y otras desgracias, les obligase a apreciar la dureza de un gobierno firme y de poder- y diputados mexicanos que habían apoyado al monarca y que temían represalias. También fueron liberados los insurgentes que se encontraban presos, entre ellos: Nicolás Bravo, Ignacio López Rayón, Manuel Mier y Terán, José Sixto Verduzco y Francisco Osorno. Pero los conspiradores de La Profesa se mantuvieron renuentes y elaboraron otro plan para proclamar la independencia de Nueva España y establecer una monarquía regida por alguno de los borbones. Para el efecto, se nombró a Agustín de Iturbide Comandante de los Ejércitos del Sur, militar realista que se había distinguido persiguiendo insurgentes, y amigo de Félix María Calleja -militar y político español, 47º virrey de la Nueva España, enemigo acérrimo de los independentistas, a los que prácticamente desarticuló. Iturbide asumió el cargo el 15 de noviembre de ese mismo año. Su cometido era vencer a Vicente Guerrero, caudillo de las guerrillas del sur, al no poder lograrlo, entabló negociaciones con él, desconociendo los acuerdos de la Profesa. El 24 de febrero de 1821 proclamó, junto con Guerrero, el Plan de Iguala, basado en tres principios: independencia de España, religión católica y unión de todos los grupos sociales. El gobierno sería una monarquía moderada, presidida por Fernando VII, siempre y cuando adoptase y jurase la constitución instaurada por las cortes del nuevo imperio. El 3 de agosto llegó a México Don Juan de O’Donojú, último Virrey enviado por las Cortes a la Nueva España. Iturbide se entrevistó con él y el 24 de agosto de 1821, firmaron Los Tratados de Córdoba, reconociendo la independencia de la Nueva España y proponiendo un gobierno monárquico constitucional y moderado. Iturbide, que ambicionaba el poder, aprovecho la oportunidad y agregó una cláusula que permitía al Congreso nombrar un emperador en el caso de que un noble español se negara a ocupar el trono. El día 28 de septiembre de 1821, la Junta Provisional Gubernativa, integrada por treinta y ocho miembros nombrados por el propio Iturbide, fue declarada formalmente instalada. Agustín de Iturbide, por unanimidad, fue electo presidente de la Junta. Ese mismo día se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. La Junta constituyó una Regencia de cinco miembros: Iturbide como presidente, junto con O'Donojú, el doctor Manuel de la Bárcena, Isidro Yáñez y Manuel Velázquez de León. Al ser incompatibles las dos presidencias en Iturbide, se eligió como presidente de la Junta al obispo de Puebla, Antonio Joaquín Pérez. El Poder Ejecutivo fue asumido por la Regencia y el Legislativo por la Junta. También se nombro a Iturbide generalísimo de armas de mar y tierra del imperio, con privilegios económicos excepcionales. Mientras en la Ciudad de México se desarrollaban las actividades políticas, las adhesiones se extendían por las provincias del país, quedando sólo algunos focos de resistencia en Acapulco, Perote y Veracruz. El 9 de octubre, Antonio López de Santa Ana logró tomar el Castillo de Perote; Juan Álvarez se apoderó, el 15 de octubre, del Fuerte de San Diego, en Acapulco. En Veracruz, el general José García Dávila, que había ofrecido a Santa Ana entregar la plaza, decidió refugiarse con sus soldados y armas en el Castillo de San Juan de Ulúa, siendo el último reducto español en capitular, lo que ocurrió hasta el 18 de noviembre de 1825. Una vez firmada el Acta de Independencia de México, el 28 de septiembre de 1821, se puso en marcha el primer proyecto político para la conformación del naciente país. De acuerdo con el contenido de dicha acta, la nueva nación soberana tendría que constituirse, con arreglo a las bases del Plan de Iguala y Tratado de Córdoba. Todos tenían la confianza en un cambio que devolvería la prosperidad a la nación, sin embargo, la realidad era otra: un país destrozado por la guerra, con una deuda de 45 millones de pesos, la administración y formas de recaudación de impuestos desarticuladas e ineficientes, minas y haciendas improductivas y, en consecuencia, la proliferación de bandidos y asaltantes en los caminos. Sin duda, un comienzo muy difícil para un incipiente e inexperto país. En la Junta, autodenominada Soberana Junta Provisional Gubernativa, tuvieron expresión las diferentes corrientes ideológicas: los que []habían apoyado el proyecto autonomista de 1808, los antiguos representantes en las Cortes de Cádiz, así como simpatizantes del Manifiesto de los Persas o conspiradores de la Profesa. La Junta se dividió en grupos: iturbidistas, con apoyo del alto clero, militares de alto rango y la clase adinerada; los republicanos, casi todos abogados o del bajo clero; y los borbonistas. Para constituir el Congreso, se presentaron tres planes: el de Iturbide, que proponía una cámara única que favorecía a los grupos privilegiados y eliminaba el papel elector de los ayuntamientos; el plan de la Regencia, semejante al de Iturbide, pero con dos cámaras, la alta formada por el alto clero, ejército y diputaciones, y una baja por representantes del pueblo. El tercer proyecto fue el adoptado, en él se propuso una sola cámara sin separación por clases, ni representación proporcional y elección indirecta; así, los ayuntamientos pudieron elegir a sus diputados para instaurar el Congreso. Ante la crítica situación económica, y como medida popular, la Junta propuso suprimir a los indígenas el fondo creado con el pago de contribuciones llamadas de medio real de ministros, medio de hospital y el uno y medio de cajas de comunidad. La medida se aplicó dejando a los indígenas sin recursos para gastos de salud y educación, entre otros. La propuesta de Juan Francisco Azcárate de formalizar la abolición de la esclavitud, se pospuso hasta el establecimiento del Congreso.[] En los siguientes meses se suscitaron proclamaciones y juras a la independencia en las provincias de Guatemala-Nicaragua y Costa Rica, expresando sus dirigentes la intensión de anexarse al Imperio mexicano, pero en la ciudad nicaragüense de Granada y las comunidades hondureñas de Trujillo, Omoa, Gracias a Dios y Tegucigalpa, la población manifestó su rechazo. Ante ello, []se dispuso que cada pueblo decidiese su incorporación. El 5 de enero de 1822, se efectuó la votación optando la mayoría por unirse a México, que se consumó el 9 de febrero de 1823. La extensión territorial del imperio alcanzó el máximo de su historia: 4 871 733 km2, llegando hacia el sur hasta la frontera que hacia Costa Rica con la parte norte de la Gran Colombia, hoy Panamá, y hacia el norte hasta, en ese entonces, territorios de las Californias, Nuevo México y Texas. El día 13 de febrero de 1822, las Cortes españolas rechazaron los Tratados de Córdoba. Los diputados americanos regresaron con la negativa de los borbones a la corona del Imperio mexicano. El Congreso Constituyente del Imperio se instaló el 24 de febrero de 1822, []atribuyéndose la representación de la soberanía de la nación. Inmediatamente se realizó la división de poderes: el Ejecutivo se depositó en la Regencia, presidida por Agustín de Iturbide, los demás cargos los ocuparon Juan O'Donojú, 2º regente; Manuel de la Bárcena, 3er regente; José Isidro Yáñez, 4º regente; y Manuel Velásquez de León, 5º regente. El poder Judicial le correspondió a los tribunales. Desde el principio hubo diferencias entre republicanos y monarquistas, los primeros aspiraban a un cambio en la forma de gobierno, los segundos se pronunciaban por regresar al antiguo régimen. El presupuesto anual era de once millones de pesos, y casi diez destinados a los gastos del ejército y marina –68 000 efectivos en total-. La reducción de gastos generó conflicto entre los legisladores e Iturbide, pues el ejército era el sostén de la Regencia. Otros asuntos importantes que trató el[] Congreso, fueron la excarcelación de fray Servando Teresa de Mier, diputado por Nuevo León, hecho preso en San Juan de Ulúa al regresar de Estados Unidos; y el caso de Guadalupe Victoria, diputado por Durango, prófugo por cargos de conspiración. Su proceso quedó pendiente, manteniéndose el antiguo insurgente oculto en Paso de Ovejas, Veracruz. En mayo de 1822 el distanciamiento entre Iturbide y el Congreso se había acrecentado. Algunos grupos, incluidos sectores del ejército, manifestaban su rechazo a la monarquía y sus preferencias por un sistema republicano como el de Colombia, Chile y Buenos Aires. El 18 de mayo de 1822, ante el rumor de que el ejército sería reducido, el regimiento Celaya comandado por el sargento Pio Marcha, salió a la calle amotinándose y proclamando emperador a Iturbide –algunos dicen que en acuerdo con él. La presión y el temor influyeron para que el Congreso lo proclamara emperador. Valentín Gómez Farías, con el apoyo de cuarenta y seis diputados, expresó que una vez rotos los Tratados de Córdoba y el Plan de Iguala, los diputados podían declara emperador a Iturbide. En Mayo de 1822, por 67 votos contra 15, y violando el reglamento del Congreso que estipulaba la asistencia de 101 diputados, fue electo Emperador de México, y con ello puso er en vigencia la Constitución de Cádiz. Los diputados que se opusieron a tal nombramiento fueron apresados y el Congreso fue disuelto el 31 de octubre. El imperio desde el inicio enfrentó a los republicanos y la resistencia española de San Juan de Ulúa. Durante algún tiempo el comercio y la minería bajaron su actividad, por lo que varios españoles peninsulares acaudalados y temerosos se marcharon. Los pleitos con el Congreso continuaron. El 31 de octubre de 1822 Iturbide disolvió la Asamblea Constituyente, por considerar su labor utópica. En su lugar se creó una Junta Instituyente con el fin de lograr una estabilidad política y económica. Se negoció un préstamo en Londres por 30 millones. El empresario Diego Berry ofreció sólo 10 millones, que nunca se concretaron. Ante la difícil situación se impuso un préstamo de 2 millones ochocientos mil pesos hipotecando la contribución general de los habitantes del imperio y se prohibió la salida de dinero a los españoles. Se limitó la libertad de prensa y castigó a los conspiradores. Las dificultades económicas crecieron y obligaron a Iturbide a tomar fondos de una conducta de plata –mercancía en tránsito- de propiedad privada con valor de un millón doscientos noventa y siete mil doscientos pesos, que se encontraba depositada en Perote y Jalapa, provocando el descontento de los comerciantes. Se emitió papel moneda sin respaldo por un monto de cuatro millones de pesos. Otra medida de Iturbide fue autorizar, del 3 de enero de 1823, a Stephen Austin –Padre de la Independencia de Texas-, para colonizar ese territorio. Antonio López de Santa Ana, nombrado gobernador militar de Veracruz por Iturbide, en octubre de 1822, intentó tomar el fuerte de San Juan de Ulúa sin estar preparado, por lo que el plan fracasó. El 16 de noviembre, Iturbide se trasladó a Xalapa para destituir a Santa Anna de quien desconfiaba, pidiéndole se trasladara a México con él, Santa Ana se negó, y el 2 de diciembre hizo una proclama a la población de Veracruz acusando públicamente al emperador de tirano. Proclamó la república, demandó la reinstauración del Congreso y una constitución basada en la religión la independencia y la unión. La respuesta de Iturbide fue inmediata para someter la sublevación. Al día siguiente, Santa Anna lanzó un nuevo manifiesto dirigido a la Gran Nación Mexicana, protestando por la disolución del Congreso, la violación del fuero de los diputados y la incautación de bienes privados. El 6 de diciembre de 1822, se le unió Guadalupe Victoria reconociendo la jefatura de Santa Ana y proclamando juntos el Plan de Veracruz, en el que proponían que un congreso decidiera una forma de gobierno basado en los principios de religión, independencia y unión. La lucha continuó entre imperialistas y republicanos, proclamándose, en febrero de 1823, el Plan de Casa Mata impulsado por Santa Ana en el que se desconocía a Iturbide como emperador de México. Ante la proclama de Casa mata, cada diputación asumió la jurisdicción administrativa y política de su área, estableciendo un sistema federal de facto, mermando al poder central. Perdido todo el apoyo, el 19 de marzo de 1823, el secretario de Justicia comunicó la abdicación de Iturbide. El 7 de abril de 1823, el Congreso anuló la coronación de Agustín de Iturbide e insubsistentes el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. Así concluyó el primer proyecto político del México independiente, señalado por continuas y encarnizadas luchas por el poder. 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El mundo al revés o el mundo patas arriba

Gilberto Nieto Aguilar Si el sueño no nos permitiera anticipar un mundo diferente, si la fantasía no hiciera posible esta capacidad un poco milagrosa que el ser humano tiene de clavar los ojos más allá de la infamia ¿Qué podríamos esperar? Eduardo Galeano En febrero de 2000, el ITESO de Guadalajara convocó, por medio de la cátedra “Paulo Freire” y del VIII Simposium de Educación, al Encuentro Internacional “Educar para construir el sueño: ética y conocimiento en la transformación social” que congregó a más de 1300 participantes de países americanos y europeos. Ahí estuvo Eduardo Galeano, el escritor uruguayo autor de “Las venas abiertas de América Latina” y de la obra que hoy pretendo recordar, “Patas para arriba: la escuela del mundo al revés”, entre otras más. También estuvo presente Rodolfo Stavenhagen, mexicano que formó parte de la Comisión internacional sobre la educación para el Siglo XXI, auspiciada por la UNESCO y presidida por Jacques Delors. En esa ocasión, con su característico sentido del humor, Eduardo Galeano dio una conferencia sobre “el mundo al revés o el mundo patas arriba” tratando de mostrar cómo funciona el mundo de nuestros días, el mundo de las fronteras entre los dos milenios, entre el siglo XX y el siglo XXI y bajo la sospecha, como escritor, de que quizá el debate, las conversaciones, los diálogos, el intercambio de experiencias, puedan ser útiles para comprender al mundo, para intercambiar opiniones que amplíen el margen de posibilidades de comprenderlo. El libro “Patas para arriba: la escuela del mundo al revés”, escrito en 1998 gracias a su amiga Alicia, hija de Lewis Carrol que vivió hace 135 años en el País de la Maravillas, le inspiró cuando penetraba en un espejo para conocer el mundo pero le quedaba al revés. Si su amiga resucitara ahora, dijo, no tendría necesidad de atravesar ningún espejo; bastaría con que se asomara a la ventana o al balcón para ver el mundo al revés. Expresó Galeano que el mundo al revés es un mundo infectado por la peste del miedo, el miedo global. Los que trabajan tienen miedo de perder el empleo, los que no trabajan tienen miedo de no encontrar trabajo. El que no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones de ser atropellados. La democracia tiene miedo a la libertad, el lenguaje tiene miedo de decir. Los civiles tiene miedo a los militares, los militares tiene miedo a la falta de armas y las armas a la falta de guerras. Es el tiempo del miedo, de la mujer a la violencia del hombre y del hombre al dominio sutil de la mujer. Miedo a los ladrones pero también a la policía. Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión ni juegos de video, a las noches sin pastillas para dormir y al día sin pastillas para despertar y controlar el estrés. Miedo a la multitud y miedo a la soledad. Miedo a la opresión y a la libertad, a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir y miedo de vivir. Además, hay razones para sentir miedo ante un mundo injusto, cada vez más injusto, según confiesan las estadísticas que publican organismos que no manejan números rojos como el FMI o el Banco Mundial. A decir verdad, estos organismos manejan números negros y le dejan lo rojo a sus acreedores separando y ahondando más la diferencia entre los que tienen de los que necesitan. Para poder retratar este mundo miedoso e injusto, Galeano se propuso invertir el punto de vista y ponerse al revés, en un ángulo no habitual, en un ángulo no convencional. Dice: el punto de vista es fundamental. En el acto de escribir y de vivir, todo depende del lugar desde el cual uno mira lo que ocurre. Porque desde el punto de vista del búho, del murciélago, del bohemio y del ladrón, el crepúsculo es la hora del desayuno. La lluvia es una maldición para el turista pero una bendición para el campesino. Desde el punto de vista de una lombriz, un plato de espaguetis es una orgía; desde el punto de vista del nativo, el pintoresco es el turista. Desde el punto de vista de los indios del Mar Caribe, Cristóbal Colón con su sombrero de plumas y su capa de terciopelo rojo era un papagayo de dimensiones jamás vistas. Para el oriental, el día de Occidente es la noche. Preguntó sobra la guerra ¿quién vende las armas? En un mundo presuntamente pacificado, las guerras se repiten de manera incesante. Estamos en un mundo violento que añora la paz. Nunca el mundo fue tan carnicero y protagonista de extrañas cacerías de otros humanos. Extrañas porque el cazador es de la misma especie que la presa. En este tono continuó su conferencia que no cabe en este espacio, pero sí una pregunta de nosotros y para nosotros: Para los mexicanos ¿cómo está nuestro mundo? Seguramente cada quien tiene su respuesta y tal vez resulte más agradable recordar las expresiones de Galeano y sugerir la lectura del libro para disfrutar su ingenio, su humor y las reflexiones que hilvana en su recorrido literario. Sin embargo, a propósito del mundo al revés y dando un salto un poco más acá en el tiempo, al sábado 3 de junio de 2005, en el mensaje de clausura del “Coloquio Nacional de Educación: los debates de la educación contemporánea”, el Dr. Abel Juárez Martínez comentó una queja de sus alumnos en la Licenciatura en Docencia Tecnológica, en el Seminario de Educación en Valores cuando lo acusaron de enseñarles el mundo al revés a sus alumnos promoviendo los valores, la honestidad, la verdad, la justicia y el respeto. Le dijeron que los engañaba o les hablaba de un mundo inexistente pues afuera del aula lo que todos encontraban era lo contrario: contravalores, deshonestidad, falsedad, mentira, engaños, injusticias, falta de respeto a la dignidad humana, una actitud belicosa hacia los demás y la exaltación continua de lo más negativo de la estirpe humana como cosas normales y comunes. No nos dijo el conocido doctor cual fue su respuesta a estos inquietos alumnos. El mundo patas arriba o el mundo al revés. El esfuerzo del maestro Luis Gerardo Martínez, en el seno de la Atenas veracruzana, en aquel momento, fue disfrutado por poca gente. Hubo calidad en las participaciones y quienes allí estuvimos nos llevamos algo valioso, pero hubiésemos querido un mayor intercambio. Dos semanas antes de este suceso, algo similar ocurrió en la Facultad de Enfermería de la UV con la presencia del Dr. Ruy Pérez Tamayo que, con el tema de la historia de la ciencia en México, debió llenar el local de su exposición pero se presentó una sala casi vacía. Pero en fin. Dijimos, junto a Galeano, que es el mundo patas arriba o el mundo al revés. No se busca lo que se necesita o lo que nos puede ayudar, sino lo que nos distrae y embota los sentidos para olvidar que vivimos en un mundo al revés. Lo malo es que la inercia y la costumbre nos hacen olvidar que nosotros somos las autores de ese mundo y los únicos que podríamos cambiarlo patas abajo para dejarlo en la forma adecuada. Tenemos miedo de esta responsabilidad y miedo de que las cosas sigan como están. Miedo de un mundo patas arriba y miedo de quererlo componer… y no poder. gnietoa@hotmail.com

Los clásicos del pensamiento

Marcelo Ramírez Ramírez Llamo clásicos del pensamiento a los que han orientado el destino de la humanidad durante largos periodos de su historia, tales como los Vedas, el Tao Te King, la Torá, la Biblia, el Corán, Las Cuatro Nobles Verdades de Buda. Al lado de estos grandes textos religiosos, existen otros que también han ejercido una influencia capital a lo largo de la historia. Son síntesis acabadas de formas históricas de entender la realidad que, al revelarnos verdades esenciales, pasan a formar parte del depósito de sabiduría al cual acuden sucesivamente las generaciones para tomar inspiración, cuando una crisis las lleva a la pérdida de confianza en el futuro. Es a esta segunda clase de obras del pensamiento, nacidas del esfuerzo desinteresado de hallar la verdad, cuya herencia estamos obligados a preservar manteniendo viva la chispa que les dio origen, de las cuales deseo expresar algunas cosas. Lo hago pensando particularmente en nuestros jóvenes, cada día menos interesados en conocer los goces estéticos de la buena literatura y mucho menos en obtener los beneficios derivados del habito del análisis y la reflexión que se desarrollan con el trato habitual de los auténticos pensadores. Los autores decisivos cambian completamente nuestra percepción de la realidad. Sabemos que hay un antes y un después con relación a la lectura de su obra. Los pensadores de genio como los grandes astros en el firmamento, atraen a su órbita a todo aquel que se les acerca. Esto se debe al poder de seducción de las ideas, el cual conlleva cierta ambigüedad: además de beneficios indudables, puede también acarrear daños que en ocasiones son irreparables. La seducción de las ideas resulta peligrosa cuando nos entregamos a ella sin estar debidamente preparados para discernir qué debemos aceptar y qué rechazar. Porque las ideas no son “meras ideas” como a veces se dice, queriendo destacar su carácter innocuo; de hecho ellas preceden todo acto humano y van determinando el rumbo de nuestra vida. Sartré ha dicho que el hombre es la suma de sus actos, pero los actos realmente humanos no son respuestas instintivas a los estímulos del medio, sino producto de una decisión en que las ideas juegan un papel importante. Y esto que es válido para los individuos, lo es también para las colectividades. Toda crisis de civilización es una crisis de las certidumbres básicas que cohesionan y dan sentido a la vida comunitaria, como lo señaló Ortega I. Gasset respecto al mundo moderno. Pero ¿cómo distinguir el alimento verdadero que nutre el espíritu del que puede dañarlo? La seducción, encierra también sus peligros y eso hace necesario precaverse contra ella cuando no se está aún preparado para afrontarla. Sin embargo: ¿cómo saberlo? La necesidad de hallar respuestas, en especial cuando se es joven se convierte en avidez que no acepta la prudencia y, para satisfacer el hambre de verdades ultimas, definitivas, heroicas, es fácil aceptar influencias que resultan insidiosas para un espíritu en formación. Tropezar con Schopenhauer o Nietzsche en las etapas iníciales de búsqueda ha representado, para muchos, una prueba de la cual han tardado en reponerse en los casos en que lo han conseguido. Sócrates vio muy bien este riesgo representado por un pensamiento que niega la verdad y, al justificar el escepticismo, también justifica el derecho de los más hábiles, fuertes y ambiciosos. Por otra parte, la influencia positiva de un autor capaz de llegar a la raíz más honda de los problemas del ser o la existencia, es empujarnos hasta el límite de nuestra capacidad para comprender qué puede ofrecernos nuestra inteligencia y dónde empieza para nosotros el misterio que nos habla de la trascendencia. Un autor decisivo es aquel capaz de poner en tensión las energías intelectuales del lector, pero de unas energías no separadas de todo lo que constituye la realidad efectiva del individuo; vivir el impulso intelectual en su significado genuino es una aventura del hombre completo, no exclusivamente de una inteligencia descarnada y distante de lo que el hombre padece como un ser en el que cohabitan la carne y el espíritu, cada cual con sus demandas. Un autor decisivo, tal como lo entiendo, nos admira y nos motiva a seguirlo en su experiencia de una búsqueda permanentemente inacabada, permanentemente abierta a nuevas adquisiciones. Conforme nos acostumbramos a su estilo de pensamiento y tomamos posesión del territorio por él conquistado, miramos allende las fronteras la tierra prometida a la que todavía no podemos llegar y a la que, lo sabemos, nunca llegaremos. Entretanto, nos hemos transformado. El discípulo ha sufrido una mutación; la doctrina ya no nos es extraña y estamos en condiciones de tomar ciertas cosas y dejar otras. Cuando algo no encaja, cuando una idea nos sorprende, de inmediato buscamos la explicación. Queremos saber si algo se nos había escapado, si se ha dado un giro en apariencia extraño o si estamos ante una intuición diferente que enriquece la doctrina o la lleva por caminos diferentes. Un autor de tales características no sólo nos enseña, su influencia nos deja una marca, determina nuestro desarrollo futuro, de manera semejante a como los genes determinan nuestra personalidad. De alguna manera nos volvemos sus herederos, asimilando sus ideas, tomando de ellas inspiración para elaborar el pensamiento propio. Sin embargo, para hacer posible el encuentro afortunado de un lector con su autor, ha de cumplirse una condición, la cual tiene que ver con el dicho oriental que reza: cuando el discípulo está listo el maestro aparece. En efecto, sólo cuando el individuo ha alcanzado cierto nivel de desarrollo interior puede encontrar al maestro que necesita y es, en tal sentido como entiendo el aforismo citado. Hay un parentesco espiritual que hemos detectado desde el primer momento con el autor elegido; hay una simpatía intelectual que habrá de confirmarse posteriormente y que, en ciertos casos no se confirma causándonos desilusión y, con ella, la necesidad renovada de la búsqueda. Cuando la emoción del hallazgo se confirma, reconocemos en ese autor un maestro de sabiduría. Sin duda aquí se encuentra el criterio para distinguir al pensador auténtico: en esta capacidad de revelarnos lo fundamental, de quitar los velos de la apariencia que decía Platón, para hacernos entrever lo esencial. Entrever es otra forma de aludir a lo que ya hemos dicho antes: llegar hasta los límites de la razón finita, que son al mismo tiempo, el dintel de acceso a lo incondicionado; un dintel ante el cual nos detenemos, para dejar, si así lo deseamos, que nos hable la voz de la fe. La fe que es el despertar en el hombre del llamado de la trascendencia. Un autor decisivo tiene mucho que decirnos porque ha avanzado y encontrado respuestas a las preguntas que nos hacemos. No importa si este autor genial vivió hace decenios o siglos, pues lo esencial no tiene que ver con las modas ni, necesariamente es mejor lo más reciente, como suele creerse. Las intuiciones más profundas de la verdad están ahí, como faros incandescentes alumbrando las sombras que amenazan el destino del hombre. Los autores del talante descrito, desplazan el centro de gravedad de nuestra existencia. Y es, precisamente esta fuerza que nos regenera dándonos una nueva vida, la que nos lleva a distinguir entre los saberes utilitarios y la sabiduría. Los primeros son herramientas para vivir; la sabiduría es la vida misma en su más hondo significado. No obstante, la sabiduría no representa el fin de las dudas, el descanso en la visión clara de la verdad. Pero aunque no pueda ofrecernos aquí y ahora la garantía de lo verificable, la sabiduría nos abre a la esperanza de la trascendencia como el horizonte que hace posible todo sentido. Las obras que la tradición consagra como depósitos de sabiduría, comparten el prestigio de la autoridad. Esto se debe a que la autoridad descansa en el conocimiento verdadero. Lo contrario que la verdad deba ser aceptada por la autoridad que la impone, es inaceptable. La sabiduría impone respeto por ella misma. No sin razón los maestros del hinduismo dan a los Vedas el título de textos autoritativos. Y, no por casualidad, Veda significa verdad en el antiguo sánscrito. ¿Cómo será posible en la época del descreimiento, en que los individuos han sido entrenados para moverse exclusivamente en el terreno del saber utilitario, dar impulso a una cultura de orientación espiritual? Las oportunidades para lograr la renovación de la cultura son ciertamente escasas. Hoy las preferencias intelectuales, como todo en la sociedad de consumo, dependen de una política cultural comercializada. Hemos de confiar, por tanto, en la responsabilidad personal. Encontrar al autor que necesitamos es hoy, más que nunca, odisea personalísima. El gusto por esta odisea, ajena a los intereses utilitarios prevalentes deberá mantenerse viva a pesar de todo. Cuanto hagamos por ello merecerá un testimonio de gratitud.

HOMENAJE AL ESCULTOR Y MURALISTA TEODORO CANO

Benito Carmona Grajales Graba en tu mente este día, amigo, Teodoro Cano, que tus obras son poesía de color y ritmo, hermano. Ahora las musas desgranan raudales de inspiración pues no hay mejor ocasión ya que los ritmos se hermanan y las voces se engalanan en engarces de poesía. Te rendimos pleitesía, poeta del color y luz, orgullo de Veracruz, graba en tu mente este día. Desde el palo volador, poeta de las formas bellas, tú, pintor de las estrellas, traes armonías de color. Tus obras le dan sabor al paisaje soberano. Quiero decirte, mi hermano, que tu arte es de gran altura; tu alimento es la cultura amigo, Teodoro Cano. Pintas al Tajín; sin él, ¿Qué serían las tradiciones? como si fueran canciones vas pespunteando el pincel. Con el buril o el cincel, va brotando la armonía; tu pintura es alegría o bien, grito de protesta. Tal vez cantares de gesta… Que tus obras son poesía. Un mensaje liberal se refleja en tu sentir; otra forma de vivir Invitas en tu mural; para erradicar el mal hay que unir mano con mano; que no haya luchas en vano, ya que la paz es cultura; lo plasmas en tu pintura de color y ritmo, hermano.

Exilio sin retorno 1911.

Ángel Rafael MARTINEZ ALARCÓN …cuando salió del país don Porfirio y fueron cayendo en todos los pueblos los caciques, Eulogio P. Aguirre. 2002 El exilio político fue también una constante para la clase política mexicana del siglo XIX. Bala o exilio fue la premisa de la política del nuevo estado mexicano; el primero en experimentar el exilio o destierro fue el ex emperador Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez García, los personajes antes señalados tuvieron la virtud de volver a pisar tierras mexicanas y morir en la patria por la cual habían sacrificado parte de su vida. El General Porfirio Díaz Mori, su exilio no tuvo regreso a la tierra que lo vio nacer un 15 de septiembre de 1830. Y 96 años han pasado desde su fallecimiento y todavía se continúa debatiendo lo pertinente que puede ser repatriar los restos del héroe del 2 de abril del 1867. Los destinos más recurrentes de la clase política mexicana en el exterior fueron los Estados Unidos, Cuba, Colombia, España, Francia. Los dos primeros obedecían la cercanía con México. La primera actividad realizado por el General Porfirio Díaz, ya como ex¬ Presidente de México, fue salir de la ciudad de México con destino al puerto de Veracruz, acompañado por su joven esposa, hijos, y familiares más cercano al entorno de los Díaz Romero Rubio. La salida fue con el más sigilo posible para evitar cualquier contratiempo, viajando por tren interoceánico, la primera vía férrea del país que comunicó a la ciudad México, capital de la nación con el puerto de Veracruz. La seguridad de recayó el General Victoriano Huerta, quien años más tarde derrocaría al gobierno constitucional de Francisco I Madero en febrero de 1913. El traslado de la familia Díaz Romero al puerto de Veracruz, se realizó con todos los privilegios que gozaba el ex dictador, todo un sequito de miembros del estado mayor presidencial del Gobierno de la nación. Cuantas interrogantes nos podríamos hacer sobre ese viaje, y sobre todo el hombre fuerte de México que por espacio de 34 años gobernó al país, viajando con su familia hacia el exilio sin retorno. Y que finalmente era un anciano de 80 años, y sin las fuerzas humanas para dar la última batalla en su vida. Seguramente sus recuerdos eran todos desde los lejanos días en Oaxaca, la familia, la carrera militar desde los más diversos ascensos: Capitán de Infantería de la Guardia Nacional, Comandante de batallón de la Guardia Nacional, Teniente Coronel de Infantería, Coronel de Infantería, Coronel de Infantería permanente, General de Brigada, General de Brigada efectivo, General de División del Ejército, cada uno de dichos nombramientos fueron firmados por el Presidente Benito Juárez García. Sus dos breves estancias en Congreso de la Unión. Finalmente el México que desde 1821 hasta 1876 no logró ninguna estabilidad política, es él Porfirio Díaz quien puedo establecer el orden y progreso para la nación. El puerto de Veracruz, recibió con gran alegría al Presidente Díaz y su familia, la breve estancia en el Heroico Puerto de Veracruz, fue hospedada la familia Díaz Romero en la residencia de la familia Pearson, donde se dio cita la sociedad veracruzana, la clase política del porfiriato, el cuerpo diplomático acreditado en dicho puerto, para saludar al ex presidente. Cada una de las visitas fue para reafirmar el cariño y solidaridad con el General de División y su familia. El ayuntamiento constitucional del Puerto de Veracruz, en pleno se presentó para saludarlo: el alcalde Rafael Alcolea, los regidores Guillermo Cabrera, Fernando Silicio, Natalio Bibarri, Ricardo Velasco, sin dejar de mencionar Gobernador Teodoro A Dehesa, uno de los gobernadores más destacados del porfiriato, quien diez días tarde renunciaría al gobierno de Veracruz. En las primeras horas de la tarde del 31 de mayo de 1911, el pueblo porteño salió para darla la más cálida de las despedidas al General Díaz, según algunas crónicas señalan que hubo lágrimas por parte del pueblo que despedía a su presidente. En el muelle lo esperaba el buque llamado “Ypiranga” propiedad de la Hamburg Amerika de bandera alemana. En esta nueva etapa le acompañaron sus familiares más cercanos: Carmelita Romero Rubio de Díaz, Sofía Romero Rubio de Elizagara. Sra. Luisa Raigosa de Díaz, el teniente coronel Porfirio Díaz Jr. Ing. Manuel González y Sra. El teniente coronel Armando Santa Cruz, Jorge Espinosa Rondero. El General Porfirio Díaz, fue despedido como jefe del estado mexicano, con los honores propios de su grado militar, y con 21 cañonazos la ejecución del Himno Nacional por parte la banda de Guerra del 23 Batallón de Infantería del ejército mexicano. El dictador permaneció gallardamente en la cubierta del buque, como en sus buenos tiempos de presidente de México. Escribió el general Roberto F. Cejudo- se despidió de nosotros dándonos las gracias por nuestros servicios, en su nombre y en el de la Patria, indicándonos que llevaría en lo íntimo de su corazón la eterna gratitud que siempre tendría por todos y cada uno de los miembros del Ejército Nacional, sus antiguos compañeros, con quienes había compartido tantos triunfos y derrotas en la azarosa vida militar, cuando con su sangre defendió el sagrado suelo patrio contra el extranjero invasor”. Porfirio Díaz permanecería en un exilio largo, inquieto y vigente hasta nuestros días. Con el exilio el viejo gobernante quedó en verdad huérfano de patria. Al comprenderlo (...) inició una travesía distinta, un viaje retrospectivo hacia las esencias elementales que habían normado su vida... Enrique Krauze, Porfirio Díaz, místico de la autoridad.

Elementos para la construcción de una Política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia

José Narro Robles* Hemos venido hoy a cumplir un compromiso y a refrendar un empeño. Estamos aquí, como se señaló dos meses atrás, para entregar una propuesta que contiene los elementos para la elaboración de una política de Estado a favor de la seguridad y la justicia en democracia. También, asistimos para confirmar nuestra responsabilidad de avanzar en la búsqueda de una sociedad más justa y más segura, más libre y democrática, más solidaria y más humana. Quiero iniciar mi intervención con una expresión de agradecimiento. Hemos conocido la ardua tarea que ha realizado el grupo que se configuró para elaborar el documento que hoy se hace público. Por ello, al doctor Jorge Carpizo, a mi amigo Jorge Carpizo, le expreso mi más sincero agradecimiento por la labor realizada a lo largo de los últimos nueve meses en este asunto. Sin su decidida intervención, no se habría alcanzado la meta. De igual manera, mi reconocimiento a los integrantes de la comisión formada. A los doctores Sergio García Ramírez y Luis de la Barreda, al igual que a los licenciados Luis Raúl González Pérez, Ernesto López Portillo Vargas y Guillermo Silva Aguilar, les hago pública nuestra gratitud por la dedicación y la calidad de sus aportaciones. En muchas ocasiones he insistido en el compromiso que tienen la Universidad de México y sus integrantes, con la sociedad a la que se deben. En todo caso, no he hecho sino repetir una consigna centenaria, que el fundador de nuestra modernidad puso en el basamento de la institución a partir de su apertura, hace ya más de un siglo. En nuestra casa de cultura nos duelen y preocupan los problemas del país. No podemos ni debemos permanecer ajenos a esa situación. Por ello, cuando la inseguridad y la injusticia amenazan a nuestra población, nos resulta imposible actuar con disimulo, hacer como que estos temas son distantes y extraños a nuestro quehacer, cubrirnos con un manto de sordera y de ceguera, pasar de reservados a silenciosos, y de esa condición a afónicos o, incluso, mudos. No, no es ese el papel que le corresponde a los universitarios del país. No, no es eso lo que le conviene a nuestra sociedad. No, no es esa la forma como nos vamos a comportar. La historia lo registraría como desleal y equivocado. A los que esperan que así actúen el rector y los universitarios, les digo con profundo respeto que pierden su tiempo. Ellos están en su derecho de plantear sus dichos, nosotros de responder, desde la academia, con propuestas y acciones de beneficio colectivo. Que nos disculpen, pero deben saber que los límites de nuestra responsabilidad no los fijan ellos. Nuestra legislación nos lo autoriza, y la conciencia nos obliga. Hace apenas unas cuantas semanas señalé, y hoy conviene reiterarlo, que a aquéllos que quieren acotar la libertad de expresión, habría que recordarles un verso de Federico Mayor, que viene a cuento y que cito textualmente: “Tenemos que convertirnos en la voz de la gente silenciada. En la voz que denuncia, que proclama que el hombre no está en venta, que no forma parte del mercado. En la voz que llegue fuerte y alto a todos los rincones de la Tierra. Que nadie que sepa hablar siga callado. Que todos los que puedan se unan a este grito”. Al construir la propuesta que hoy se entrega, sólo se ha pensado en México y sus dificultades. En los elementos que se hacen públicos no hay interés de generar enfrentamiento alguno, sólo de reconocer nuestra realidad y de proponer acciones para resolver los problemas que nos afectan. No hay intención de sacar ventaja en favor de nadie y tampoco de promover protagonismos personales o institucionales. Lo que pretendemos es convocar y pedir el apoyo de todos los actores, invitar a que unidos y bien articulados, derrotemos juntos al crimen, al delito y a la injusticia. Todo el trabajo realizado en este tema trascendente, como aquel que cotidianamente realizan los universitarios, busca contribuir a lo que muchos consideramos que hoy se necesita en el país: fortalecer nuestras instituciones; decidir colectivamente y actuar en consecuencia para resolver los graves problemas del pasado y el presente, para anticipar los del futuro; pensar en grande y ver al porvenir; hacer los cambios de rumbo y de ritmo que se deben realizar, pero además, hacerlos ya; vigorizar nuestro régimen democrático, el representativo y también el participativo, así como otorgar, en serio, prioridad a la educación, a la ciencia y la cultura, y a los programas dirigidos a los jóvenes de la nación. Invito a todos los representantes del Estado nacional a que analicen el documento que se entrega, y a que asuman su responsabilidad en el afán que nos motiva. En especial, son los poderes públicos los que deben generar la política de Estado que nos hace tanta falta. En seis meses, por nuestra parte, informaremos de los avances de esta iniciativa a través de la comisión que ha actuado redactando el documento. La disyuntiva es clara, o somos capaces de celebrar el pacto social de base amplia que se propone en el documento, o fallaremos en nuestro cometido. México tiene a su Universidad Nacional y a los universitarios del país. Soy de los que piensan que éticamente no tenemos derecho a incumplir nuestra responsabilidad y tampoco a malograr, desde ahora, el porvenir de las próximas generaciones. Tomemos el desafío que es, al mismo tiempo, una enorme oportunidad para construir un México mejor. Por mi Raza Hablará el Espíritu. Antigua Escuela de Medicina Agosto 8 de 2011 *RECTOR DE LA UNAM

DESPUES DE LARGA ANDADURA

Abelardo Iparrea Salaia Desde las arterias del IVEA que creció con generoso follaje, desbordándose a sí mismo en un tiempo que pasó y que pudo dejar nuevas semillas para la madura siembra del IVE, se extiende un camino de larga andadura y una perspectiva nueva para el alma de nuestra sociedad. Nace no una universidad cualquiera, surge del ya dilatado andar, la primigenia Universidad Popular Autónoma de Veracruz. Así lo sanciona la H. Cámara de Diputados del Estado el día 14 de julio de este 2011. Podemos imaginar –quitándole al viejo tiempo de las canas blancas un poco de su solemnidad- que el gran recinto, honrado por sus legisladores y un compacto grupo heterogéneo de asistentes ávido y atento, testigo del momento trascendente, e invadido también de silencio respetuoso, se dispone a dar cabida, bajo el cielo del universo y el de la bóveda palaciega, a las consideraciones –ya debatidas- que sustentan la necesidad de abrirle a la sociedad nuevos, consistentes y accesibles caminos para su más completa prosperidad. De pronto se oye un golpe de aviso –como un grito de madera-, es un mazo ritual que llama al orden e invita el comienzo de la sesión histórica. De hecho no hay oposición y si se hubiese expresado –insensata- habría sido absorbida como un buche de agua sobre arena desértica… Una tempestad de aplausos enmarcó la aprobación plena, absoluta, indiscutible. Ha nacido, con la autoridad y fuerza que le dan el Congreso Estatal y el Gobierno del Dr. Javier Duarte de Ochoa, la UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DE VERACRUZ, UPAV. Esta nueva universidad –con autoridad moral y académica ganada de antemano- no acude a modelos de rancio abolengo, como las universidades: Autónoma de México, de Salamanca, de Paris, de Oxford, de Cambridge, La Sorbona o Harvard. Su reciente entidad sufrirá, desde luego, las adaptaciones que le sean necesarias para el cumplimiento exacto de sus planes y programas de estudio, que nacen y se recrean inspirados en la dinámica social e histórica de nuestra entidad, del país y del mundo. Su modelo está en íntima concordancia con las necesidades y urgencias de una masa humana dispersa en la geografía depauperada de Veracruz estado. Los que ya acuden a ella, como IVE, saben que han hallado la única oportunidad generosa en calidad y economía, para dar cauce a sus anhelos legítimos de ascenso social. Hoy podemos decir que es ésta, a diferencia de todas las demás, la auténtica universidad del pueblo; su designación lo dice y dice también de su autonomía, la que le permite ejercer su rectoría con normas propias, sin mengua del obedecimiento que se debe observar ante las leyes constitucionales y las del ramo educativo. He aquí –ya se ha dicho- un paradigma para otros lares, para otras regiones, para otros países con paralelas circunstancias y que deseen salir de sus atolladeros históricos. Una vez más vuelve a triunfar el tesón ejemplar del Maestro Guillermo Héctor Zúñiga Martínez. Es ésta su obra redonda y con ella –exitosa meta- hace, una vez más honor al Presidente Benito Juárez García: Libre y para mi sagrado, es el derecho de pensar. La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos.

Primeros Impresores en México Siglo XVI

Dante Octavio Hernández Guzmán* En el siglo XVI, se toma como referencia que Juan Pablos originario de Brecia, Italia fue el primer impresor en México, por ende de América; por contrato establecido, desde 1536 hasta 1546 los libros aparecieron bajo el nombre de Cromberger y en 1548 se menciona por primera vez “En casa de Juan Pablos”, cláusula que usó hasta su muerte. Juan Cromberger, trabajó primero en el taller de su padre y a partir de 1528 trabajo en su propio taller. Su padre al morir dejó una considerable herencia en la cual según Valton, tenía una hacienda en Yucatán “que en la mayor parte pertenecía a su yerno”. Juan murió, “según se deduce del acta de aceptación de herencia otorgada en Sevilla, por ante Pedro de Coronado, por su viuda, Brígida Maldonado e hijos, ocho días después” De la primera etapa de la primera imprenta con denominación “en casa de Cromberger” se pueden mencionar las siguientes obras: Breve y más compendiosa doctrina christiana en lengua mexicana y castellana que contiene las cosas necesarias de nuestra santa fe católica para el aprovechamiento de los indios naturales y salvación de sus ánimas, Manual de Adultos que se cree fue la primera obra impresa en México por las tres últimas páginas procedentes de la biblioteca Provisional de Toledo, España; este fue editado en diciembre de 1540 y mandado hacer por la junta eclesiástica de 1539. Uno de los impresos más notables de Juan Pablos fue la “Relación del espantable terremoto que agora nuevamente ha acontecido en la ciudad de Guatemala” en 1541, el cual es considerado como un antecedente del periodismo en Nueva España. Los trabajos de Juan Pablos fueron pulcros y cuidados aunque los tipos no eran de muy buena calidad. Juan Pablos (como mencionamos en párrafos anteriores) fue quien estableció la primera imprenta en México, con un oficial traído de España de nombre Gil Barbero, y un ayudante, estableciéndose en la llamada “Casa de las Campanas”, que se encontraba en lo que es la esquina de las actuales calles de Moneda y Lic. Primo Verdad, llegó a la Nueva España como representante de Juan Cromberger, un impresor de origen alemán radicado en Sevilla. Cromberger que había obtenido el privilegio y la merced de Carlos V de ser el único autorizado para imprimir y vender libros en estas tierras. El 12 de junio de 1539 Juan Pablos firmó un contrato , con Juan Cromberger para trabajar la imprenta, el cual establecía, entre otras cosas, que las ediciones salidas de las prensas establecidas en la Nueva España ostentarían la leyenda “en casa de Juan Cromberger” durante diez años, lo que explica la ausencia del nombre de Juan Pablos en sus primeras ediciones y, sólo hasta 1546, ya muerto Crombeger (1540), tras varias gestiones, estampa su nombre en los libros que edita. Concluido su contrato con Cromberger, Juan Pablos solicitó y obtuvo del Virrey de Mendoza el privilegio exclusivo para imprimir en la Nueva España. Históricamente, corresponde a Juan Pablos el honor de ser el primer impresor de México y de América. Como menciona el investigador Olaguíbel: Débese, pues, reputar como primer impresor del Nuevo Mundo, á Juan Pablos de Brecia, cuyo verdadero nombre fue probablemente, Giovani Paoli. “(sic). …”Habiendo sida traída de España la primera imprenta que funcionó en México, era natural que nuestras primeras ediciones tuviesen mucha semejanza con las que en la misma época salían de las prensas de la Península; así en efecto; pero hay algunas que forman la admiración de los bibliófilos más exquisitos. Entre éstas debe considerarse el Misal impreso por Antonio de Espinosa -1561-1 vol. In folio, que tal vez sea el mejor trabajo tipográfico de México en el siglo XVI. Los Sres. D. Bernardo Couto, D. Fernando Ramírez y D. Joaquín García Iazbalceta, han elogiado mucho esta impresión.” (sic). … Con la muerte de Juan Cromberger la existencia del taller se debilitó, ya que sus herederos no proporcionaban papel, tinta y otros requerimientos, como lo estipulaba el contrato; sin embargo, Juan Pablos, lograr refortalecerlo y mejorar la calidad de las ediciones, para lo cual no sólo compró nuevos materiales, sino que contrató a tres oficiales y un ayudante: Tomé Rico como tirador o prensista, Juan Muñoz como componedor o cajista, Antonio Espinosa como fundidor y cortador de letras y Diego Montoya como auxiliar, los cuales se contratarían a partir de su desembarco en Veracruz, otorgándoles los costos de pasaje y alimentos para el viaje en el océano y una cabalgadura para su traslado a la Ciudad de México Ha sido motivo de polémica entre bibliógrafos e historiadores, que sostienen que el impresor Esteban Martín, en 1536, imprimió en su pequeño taller La Escala Espiritual para llegar al cielo de San Juan Clímaco, traducido del latín al castellano por fray Juan de la Magdalena. Este libro, aseguran que fue el primero en América, por más que hasta la fecha nadie lo haya visto, y cuya impresión sitúan en 1536 . Pero nuevas investigaciones dan a conocer que el primer libro editado fue la Breve y más compendiosa doctrina christiana en lengua mexicana y castellana que contiene las cosas necesarias de nuestra santa fe católica para el aprovechamiento de los indios naturales y salvación de sus ánimas, salida de las prensas de Juan Pablos en el año mismo en que comenzaba a funcionar su taller (1539). No se conoce ningún ejemplar, esta información se encuentra registrada por el historiador y cronista dominico Dávila Padilla, en un documento incluido enlas Cartas de Indias . El cronista e investigador don Manuel de Olaguíbel en su libro Impresiones Célebres y Libros raros menciona: “Sabido es que el primer virrey de México, D. Antonio de Mendoza, trajo a nuestra patria la primera imprenta, que fue también la primera de todo el Nuevo mundo, habiéndose esto verificado el año de 1535” (sic)… “Lo que ignorábamos hasta hace muy poco tiempo, es el participio que tuvo el Sr. Zumárraga en la introducción de la imprenta, en lo que antes se llamó Nueva España”. …”Sabido es, por el testimonio de Dávila Padilla, Alonso Fernandez y Gonzalez Dávila, que el primer libro impreso en México es la “Escala Espiritual” de San Juan Clímaco, traducida por Fr. Juan de Estrada, así como que Juan Pablos fue el primer impresor de la Nueva España.” (sic)…”El Sr. García Icazbalceta, después de citar á los anteriores cronistas, asigna á la “Escala” la fecha de 1536 ”. …”El Sr, Pellicer, en su excelente Biblioteca de traductores, nos da algunos datos sobre Fr. Juan de Estrada de la Magdalena, de los cuales tomaremos lo más importante advirtiendo que el mismo Pellicer cita a los cronistas ya nominados ”(sic)…”Fue nuestro traductor natural de Ciudad – Real de la Mancha é hijo de Alonso de Estrada, tesorero y gobernador de Nueva España. Estudió en España con los frailes dominicos, tomó el hábito de Santo Domingo en el convento de Tepetlaoztoc y profesó en México, tomando el nombre de Fr. Juan de la Magdalena. Aprendió con perfección el idioma mexicano, y fue vicario de Coyoacan y de otras casas de su Provincia. Se trasladó á España y murió en la Villa de Picon, de la cual era Señor su hermano Luis Alonso de Estrada. Hizo la traducción citada para los novicios, siéndolo él mismo.”(sic). . El segundo impresor fue Antonio de Espinosa en el año de 1551, el cual fue contratado tres años por Juan Pablos quien integró tipos romanos y cursivos así como nuevos grabados de madera; estas innovaciones hicieron prosperar el negocio de Juan Pablos. Posteriormente en 1559 estableció su propio taller. Antonio Espinosa es considerado el mejor tipógrafo del siglo XVI . Menciona el Sr. Olaguíbel: “Antonio de Espinosa imprimió también el Vocabulario de Molina en 1555, y posteriormente en 1571. Esta última es la edición más conocida, aunque bastante rara.” (sic)…”Espinosa es el único impresor de México, en su época, que usara signo para sus ediciones. Consistía éste en una calavera de toro atravesada por un ancla; en la parte inferior las iniciales A E., y todo rodeado de esta leyenda: Virus in infirmitate perficitur.”(sic) En 1562 Pedro Ocharte, se casó con la hija de Juan Pablos y pasa a ser el tercer impresor mexicano que resultó ser un hábil comerciante el cual se asoció con Espinosa, aunque más tarde fue procesado, multado y desterrado, por la inquisición, por un grabado de la Virgen con una leyenda que no agradó a los inquisidores. Otro impresor fue Pedro Balli de origen francés quien llegó a México en 1569; le siguen Antonio Ricardo, Melchor y Luis Ocharte, Enrico Martínez, quines imprimieron no sólo libros religiosos sino que de de sus prensas salieron textos de medicina, leyes, música, libros de estudio para la Universidad y otros colegios a donde acudían estudiantes criollos . Pedro Ocharte, era originario de Rouen, en Francia. Ocharte llegó a la ciudad de México en la Nueva España alrededor de 1549. Se casó con María de Figueroa, la hija –como ya se mencionó- de Juan Pablos y en 1563 se hizo cargo de la operación de prensa de su suegro. Su hijo Melchor Ocharte también fue impresor. Pedro murió alrededor de 1592 Los libros que se conocen fueron impresos por él, son: Psalterium Dhorale (1563), Doctrina Christiana breve compendio y por medio de un diálogo entre un maestro y un discípulo, sacada en lengua castellana y mexicana (1565) por Domingo de la Anunciación, Cartilla para enseñar a leer (1569), Arte de la lenga mexicana y castellana (1571) de Alonso de Molina, Doctrina Christiana en lengua guasteca (1571) de Juan de la Cruz, Arte en lenga zapoteca (1578) por Juan de Córdoba, Coloquios de la Paz y tranquilidad Christiana en lengua mexicana (1582), Diálogos militares (1583) por Diego García de Palacio, Salterio, Sanctorale Psalmis Antiphonarium Cum & Hymnis (1584), Nauthica instrucion (1587) por Diego García de Palacio, Problemas y secretos maravillosos de las Indias (1591) de Juan de Cárdenas, Tractado breve de mediciana y de todas las enfermedades (1592) de Agustín Farfán. Un caso especial como impresor lo fue Enrico Martínez, cuyo nombre fue castellanizado de Heinrich Martin de Hamburgo, Alemania, nacido entre 1550 y 1560, es considerado, dentro de la historia de la ciencia mexicana, como el primer científico representativo de la multidisciplinariedad. Desarrolló diversas actividades científicas como: el cargo de cosmógrafo real, ingeniero hidráulico, cartógrafo e impresor –está última actividad es la que nos lleva a desarrollar su biografía-. Autor de una de las primeras obras impresas en la Ciudad de México a principios del XVII, 1606, en la que se combinan la Astrología y la Medicina, el Repertorio de los Tiempos e Historia Natural de Nueva España. Es tan profundo en sus análisis socio-geográficos, históricos y antopológicos que en su principal obra, Enrico Martínez trata de diferentes temas que incluyen interesantes descripciones geográficas y antropológicas de la naturaleza y pobladores de la Nueva España. El aspecto fundamental del libro es la consideración del aspecto astrológico, contiene numerosos lunarios, arreglados al meridiano de México para los años de 1586 a 1604. Estos lunarios estaban enfocados a la agricultura, navegación y aspectos metereológicos, constituyeron en su época la novedad científica de carácter de divulgación y sus autores lograban con su elaboración, buenas ganancias pecuniarias. Además de su obra científica, Martínez se desempeñó como uno de los primeros técnicos de la Nueva España, muy especialmente por su importante participación en las obras del desague de la Ciudad de México. Fue director técnico y científico de dicha obra durante varios años, su actuación se inició en 1607 y concluyó hasta poco antes de su muerte en 1635. El desempeño de su trabajo técnico se vio continuamente sometido a numerosas dificultades y sobresaltos, intrigas y envidias, aspectos que le llevaron a la murte. A la obra cartográfica de Enrico Martínez se debe el conocimiento de 32 mapas de la costa occidental del Pacífico mexicano, desde Acapulco hasta el Cabo Mendocino en la Alta California. Los mapas proceden de las observaciones de la expedición de Sebastián Vizcaíno. Se le atribuye tambien, pero sin absoluta seguridad, un mapa de la expedición de Juan de Oñate el Nuevo México. Por otra parte, debemos asentar que en el desarrollo y evolución de la imprenta, la Iglesia jugó un papel muy importante y a la vez contradictorio pues mientras a través de la Inquisición se prohibía la circulación de determinadas obras, obispos y misionereos promovían la introducción de la imprenta en el Nuevo Mundo y la edicion de libros para evangelizar a los indios, como biblias, misales y otros textos religiosos . Incluyendo la traída de documentos prohibidos de España a México, como el caso de los libros de caballería que no estaban permitidos introducir a la América Indiana. En este caso, los principales transportadores de libros eran los frailes por lo que encontramos que en el caso de los que habían hecho votos de pobreza (franciscanos) ya que escribe Silvia Salgado Ruelas: “La celebración diaria de los oficios divinos y los votos de pobreza son dos de los pilares de la Orden (franciscana); sin embargo, la declaración del Papa Nicolás III sobre pobreza franciscana y la posibilicad de poseer algo, aclara que ciertos libros, como los breviarios, podía ser usados, más no poseídos, por los regulares, ya que servían al cumplimiento del rito: “porque dice la regla, que los clérigos hagan el oficio divino, del cual podrán haber Breviarios. De aquí se demuestra manifiestamente, que sus frayles habían de hacer uso del Breviario, o de los libros que fuesen convenientes al divino oficio” A mediadios del siglo XVI, los franciscanos se congregaron en diversas ocasiones como respuesta al Concilio de Trento (Salgado Ruelas), donde establecieron sus normas que plasmaron en sus estatutos y constituciones, que da una idea de cómo manejaron los libros de liturgia en esa época. Ya en el año de 1600, se efectúo otro capítulo general en Roma, en el Convento de Sancta María de Aracoeli, donde se revisaron los estatutos y se crearon y modificaron algunos, siendo uno de ellos el que a letra dice: “Todos los frayles que pasan a las Indias, sean obligados a dar cuenta al Vice Comisario de las Indias, que residen en San Francisco de Sevilla, de todas las cosas que llevan para dar el servicio y culto divino (como ornamentos, imágines, libros escolásticos, y libros de coro” . “En la colección Mexicana de la Biblioteca Nacional de México se conservan seis ejemplares de los estatutos generales de Barcelona que se reformaron en el Capítulo general intermedio de Toledo del año 1583, estos regulaban la vida conventual de la familaia franciscana cismontana, a la que estaban adscritos los frailes hispanos y los de las Indias Occidentales; fueron impresos en 1585 por Pedro Ocharte, en la Ciudad de México, lo que significa que es el impreso novohispano del siglo XVI con mayor número de copias que ahí se resguarda” . También repartidos en la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Virreinato y la Catedral Metropolitana, se resguardan veinte códices corales que se copiaron e iluminaros por artesanos y artistas del libro en Sevilla. Está compuesta la colección poe catorce cantores catedralicios y seis libros conventuales elaborados a fines del siglo XVI y el inicio del XVII. En la Biblioteca Novohispana del Archivo Municipal de Orizaba, también encontramos libros escolásticos traídos durante los primeros años de la colonia a México, algunos pasaron por varios conventos hasta llega al de San José de Gracia, de donde proceden la mayoría de los existentes en esta biblioteca (el más antiguo data de 1536). Por todo lo expuesto anteriormente, se puede observar, los frailes que introdujeron a la Nueva España de todos los elementos litúrgicos, libros, ornamentos y obras de arte usados en el rito religioso, tenían que pasar por revisión y la mayor concentración se efectuaba en el Convento de San Francisco en Sevilla, lugar donde se hospedaban los frailes antes de partir a Ultramar y efectuaban el registro de todos los bienes que traerían a América . Por otra parte, encontramos como dice el Sr. Olaguíbel que el tipo de impresión en la Nueva España en el siglo XVI, fue de carácter religioso, según encontramos: “La imprenta Mexicana en el siglo XVI, se ocupó principalmente de obras místicas, la mayor parte de teología catequística, escritas para la instrucción de los indios”. . Otras razones poderosas para introducir la imprenta en el México fueron la necesidad de imprimir trabajos burocráticos de la colonia española así como impresos educacionales . Estos acontecimientos ayudan, a entender y explicar el fenómeno de la imposición de los valores hispánicos sobre la población indígena y la transculturación europea, lo cual aclara el proceso formativo de la cultura en México. Por lo antes expuesto vemos que la mayoría de los libros salidos de sus prensas fueron de carácter religioso; misales, doctrinas, confesionarios, graduales, sermonarios, catecismos y diccionarios en lenguas indígenas. Esto se debió a que la principal función de las instituciones religiosas novohispanas era el proceso de castellanización y con ello la creación de los vocabularios de Antonio Espinosa, las Ordenanzas del virrey Mendoza, los tratados de medicina de Pedro Ocharte, la Física speculatio de fray Alonso de la Veracruz, el Tratado de aritmética de Juan Díez, el Tratado de arte militar y náutica Antonio de Palacios, Fray Alonso de Molina fue autor del primer diccionario de una lengua de América, el Vocabulario de la lengua castellana y mexicana, editado en 1555. Este texto marca el comienzo de la lexicografía del Nuevo Mundo. En la misma década en 1553, inició sus cursos la Real y Pontificia Universidad de México, a su vez primera del continente, para la cual fueron impresos, a partir del año siguiente, 1554, los primeros libros universitarios americanos, mismos que poco más tarde fueron reimpresos y utilizados en universidades europeas. Los títulos editados durante el siglo XVI fueron verdaderas piedras militares en el conocimiento de lenguas vernáculas americanas y, también, instrumentos que facilitaron el intercambio de culturas en otros campos . La inestabilidad de las grafias, fue una de las características de estos impresos del siglo XVI, otra fue el momento de fijación del idioma lo que revela la vacilación en el uso de la ortografía, variaciones reflejadas en la distinta grafia de una misma palabra en un mismo texto; el uso de arcaísmos Sant y san; mill y mil, de dobles consonantes Las Cassas, vacilación en el uso de la c por z, de b por v, castellanización de nombres propios, traducción de apellidos extranjeros: Ricciardi por Ricardo; Balli por Valli, Ocharte por Ochart . Existía el monopolia en la labor tipográfica, concedido por privilegio a la “Casa de Juan Cromberger” que operaba en la Nueva España, el cual comenzó a debilitarse cuando el propio Juan Pablos compró el taller en 1550, y consiguió de las autoridades virreinales se le extendiera esta concesión, y concluyó cuando Antonio de Espinosa obtuvo una cédua real, firmada en Valladolid el 7 de septiembre de 1558. La cédula fue presentada en México el 3 de agosto de 1559 y obedecida, así como otras dos cédulas reales en las cuales Espinosa se favorecía con la libertad de ejercer oficios y cargos de acuerdo a la calidad de su persona así como de tierras para labranza y para la fabricación de su casa . Hecho importante para la historia de las artes gráficas en México, ya que aseguró la libertad de trabajo a los impresores y favoreció la proliferación de imprentas. El papel utilizado en la confección de los libros se importaba de Europa; mas las dificultades de aprovisionamiento provocaron el establecimiento de molinos de papel en México. Se tienen noticias de que Juan Cornejo y Hernán Sánchez de Muñón fundaron la primera fabrica en 1575 (no debemos olvidar que fr. Juan de Zumárraga había solicitado al rey la cédula de autorización para tener un molina de papel en 1533 y se supone que existió aunque no hay datos en donde se puso), así como de la existencia de la fábrica de Culhuacán, y para que tener una producción aceptable, utilizaron materiales del que usaban los indígenas en sus códices y telas, para su elaboración . Los tamaños de los libros fueron los comunes de folio, cuarto y octavo españos; rara vez se encuentran mayores. Los caracteres góticos se usaron en las primeras ediciones. Incluso se usaron textos únicos en hoja de tela preferentemente en seda. El texto se presentaba a veces a dos columnas, especialmente en las obras bilingues o a plena página. Frecuentemente se encontraba en un mismo libro la combinación de distintos tipo de caracteres. Suelen utilizarse iniciales historiadas enmarcadas en un cuadrado y también pequeños grabaditos accesorios cuyo uso era frecuente en los textos destinados a los indígenas por el interés y atracción que ejercían sobre ellos. Posteriormente se alternaron caracteres góticos con los romanos y cursivos que se introdujeron con Espinosa en 1554, cuando éste aún trabajaba para Juan Pablos como fundidor y cortador de letras; cabe señalar que Espinosa es considerado como el mejor impresor del siglo y que fue el único que usó escudo o marca de editor en sus impresos. La impresión se hizo por lo general en tinta negra y ocasionalmente se hicieron impresiones a dos tintas; bellos ejemplos de esta última técnica son el Misal romano, de 1561 y el Gradual dominical, editado por Espinosa . Con relación al número de ediciones del siglo XVI menciona Olaguíbel: “El número de ediciones hechas en el siglo XVI, es relativamente reducido, pues según los apuntes del Sr. García, llega sólo al número de 94, á pesar de que durante ese tiempo, había ya siete impresores en la ciudad (México), que, siguiendo el órden de la época enque trabajaron, son los siguientes: Juan Cromberger, Juan Pablos, Antonio Espinosa, Pedro Ocharte, Pedro Balli, Antonio Ricardos y Melchor Ocharte”(sic). . *Autor del libro: La prensa y los libros de la colonia y su influencia en la cultura de Orizaba.

XICALI

Por Juan Hernández Ramírez Ti xochikuikakuauitl tlajtolxicali. Na ni sokitl iuan ika moxolonkaj tinechtemitia, tlaauetstli xikali. Titenanmasatl ixtioli tlen kiita ayoliamitl ojtli. No tlakaamikilis tijseuia iuan ipan mokoxijko no atlitl kiajokui. Ipan motlalpamitl tinechuika iuan na nimits uika nomako ikon nikonis motenxipaltipaj kiuauitl. Asiuatl, xoxoiuk iekauilis uexotl, tlikoli iuan estli momestli ejekatl iuan tlali tlatlajko Xicali tlatiochiual xikali tlen –axokotl- sesek sinatl, sintokistli tlachijchiuali. JÍCARA Eres árbol de poémas, jícara de palabras. Yo soy de barro y me llenas de tu humedad, jícara de lluvia. Eres el ojo de la cierva que mira los senderos del manatial Apagas mi sed de hombre y tu concavidad guarda mis fuegos de agua. me llevas en tus surcos de tierra y yo te llevo en las manos para tomar la lluvia de tus manos. Mujer y agua, sobre verde de los auses, tu luna es sangre y brasa entre la tierra y el viento. Jícara, recipiente sagrado del –axokotl- fresca agua de maíz, ritual de la siembra.

Interferencia

Pablo Alfonso Mora Morales Cambiaste de sintonía, y así, te involucraste sorprendido rebotando con la espiral musical de Mozart, y sintiéndote hijo predilecto de Zaratustra entre la plebe incomprendida por un vaivén sobre un oleaje no te perdonabas y vociferabas ladrantes inquietudes que antes te ilusionaban desatadas. Cambiaste de sintonía acariciando proféticas notas como amenas y caprichosas manifestaciones apenas visibles, rechazadas por aquellos vacios espacios que sin alma pretenden poseer selectas espiritualidades, así como serenidad para retenerse así mismos, propios sin ellos mismos acorralados como imágenes desatadas en cimientos de papel, pensando indirectamente por aquellos hilos de la autoridad. Cerrando los párpados sin interferencia omites susurros descompuestos que viajan en tu alegría añorando un semblante que apunta hacia todo lo que se enciende. Coloridos e irrespetuosos fluyen y sufren las huellas que sueñan junto con el profeta de los mil tiempos llamados Amadeus. ¡Carga la ilusión del ocaso y cierra ilusiones de poder! ¡Sométete a la demencia del sonido! ¡Llámate a ti mismo por tu propio nombre! ¡Cúlpate y cierra los llantos, caminando junto con el profeta de los mil tiempos apodados el Amadeus!

La pobreza La problemática social en los albores de la segunda década del siglo XXI

Víctor Manuel Vásquez Gándara Con el objeto de ofrecer una ponencia respecto a cuáles pudiesen ser “Los fines de la educación en los albores de la segunda década del siglo XXI”, en este ensayo se expone de forma sucinta una visión de la pobreza como parte de la problemática social actual (2011), dirigida a pequeños grupos docentes, investigadores y autoridades educativas, con quienes a través de la práctica docente y las páginas de tlanestli existe comunicación. La ponencia aspira también a despertar el interés de los lectores y provocar la comunicación: acordar o discordar sobre el tema y quizá unidos por una preocupación común, determinar el rumbo a seguir desde estos entornos. Los fines de la educación deben estar encaminados a mejorar las condiciones de vida del individuo en los diferentes aspectos que la integran, en consecuencia, vinculados a la problemática social, sobresaliendo la pobreza entre los padecimientos de la ciudadanía, definida ésta por la Real Academia Española como “Escaso haber de la gente pobre”. La pobreza no es situación privativa de nuestro país y está presente en el escenario prevaleciente de diferentes estados. Las Naciones Unidas (ONU) en su Asamblea general celebrada el 31 de marzo de 1993, declararon el 17 de octubre como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza Dentro de esa contextualización, el profesor de la Maestría en Administración de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Enrique Lazcano Espinoza , autor del libro: "Introducción a los problemas sociales de México. Visión Sintética", asegura en su investigación que la globalización y la continua pobreza, son los dos problemas que destacan en la actual sociedad. Organismos internacionales, como el Banco Mundial , han señalado respecto a la pobreza que: “En 2002, la mitad de la población de México vive en la pobreza y una quinta parte en pobreza extrema” Sobre el mismo tema, Conny Lotze del Fondo Monetario Internacional entrevistó a Nora Lustig –rectora por cuatro años de la Universidad de las Américas-, economista del desarrollo y partidaria inveterada de combatir la pobreza con políticas sociales, quien expresó que: “La reducción de la pobreza ocupa ahora el lugar más destacado de la agenda económica mundial. Según Lustig, hace apenas 15 años el tema no se tocaba ni siquiera tangencialmente en las cumbres del Grupo de los Siete. Ahora, la cúpula económica mundial analiza con vivo interés formas innovadoras de ayudar a los pobres, abordando temas muy familiares, como la inversión en el desarrollo de la primera infancia, la educación de la mujer y el fomento de las microfinanzas.” El incremento de la pobreza en México fue señalado también por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el capítulo I de su informe Panorama Social América Latina 2010, Pobreza, desigualdad y cliclos de vida. En el apartado “El Origen de la pobreza en Veracruz”, del libro La Economía Veracruzana, Retrovisión y Realidades, Hilario Barcelata Chávez, Doctor en Finanzas Públicas y docente en la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana, entre otras actividades curriculares, asegura que: “En Veracruz, hay un rezago social que se evidencia al menos en tres aspectos centrales: a) Una profunda pobreza; b) una excesiva concentración del ingreso y la riqueza y; c) bajísimos niveles de consumo.” En el discurso de presentación del Nuevo proyecto de nación, Andrés Manuel López Obrador expresa, entre otros aspectos, lo siguiente: “Como es obvio, esta concentración desmedida de poder económico y político ha provocado el empobrecimiento del pueblo, la ruptura del pacto social…” Otro elemento importante lo constituye el comentario de Helí Herrera Hernández en su artículo sobre la pobreza, publicado en la Sección Editorial de Diario de Xalapa, en el cual menciona: “…más de 64 millones de pobres, o los más de 17 millones de miserables que hay en México…” Duarte de Ochoa, Gobernador de Veracruz, afirmó en el discurso de presentación del programa Adelante: “…el combate a la pobreza es una tarea compartida, en la que el reto es elevar productivamente el nivel de vida de los veracruzanos. “Nadie hará por nosotros lo que no estemos dispuestos a hacer nosotros mismos. Hagamos lo que nos corresponde y más…” El reconocimiento de la pobreza como uno de los males sociales se aprecia en la escasa información recogida hasta aquí, y baste de sustento de la premisa inicial relativa a definir de los fines de la educación. Si bien es cierta la aceptación y reconocimiento de la pobreza como un problema social –expuesto en los diversos ámbitos-, también lo es su antigüedad e incremento de generación en generación, interpretándose quizá que la educación no ha funcionado como uno de los canales de solución, a pesar de haber evolucionado en sus objetivos, plasmados en la Carta Magna, como política de Estado. En consecuencia, no es suficiente, aunque sí necesario, comprender, entender, compadecerse, desde el ámbito educativo y social de la génesis de la pobreza, menos aún será válido acostumbrarse a esa cotidianeidad. Cuestionarse sobre cuáles son las necesidades de ese gran conglomerado que integra la gente pobre en esta era de la tecnología, de la información y comunicación, del conocimiento, y qué alternativas de solución puede ofrecérseles, es el desafío latente. El origen de la pobreza está, entre otras causas, en la ignorancia. Por la ignorancia se es víctima del engaño, del abuso, de la arbitrariedad, de la injusticia. La educación implica formación en conocimiento pero también en valores. En contraposición a este principio fundamental, un mayor conocimiento académico ha propiciado proporcionalmente inverso, menor solidaridad social, tanto entre países altamente desarrollados como entre los individuos: amplias brechas en la desigualdad son las consecuencias. Es inaudito, inconcebible, el que haya una idea de que la educación debe satisfacer la necesidad de miembros de comunidades desvalidas –indígenas en su mayoría y cinturones de miseria en las grandes ciudades-con objeto de formarlos para servir “eficaz y eficientemente” a dueños de los grandes capitales, o para defender sus derechos no sólo laborales, sino los más elementales como es el caso de los derechos humanos: la problemática rebasa aulas. Utópicamente, esos no deberían ser los fines de la educación; en teoría, ello corresponde al ámbito del derecho y específicamente al Estado: velar por una equidad en la distribución de la riqueza y el respeto a las garantías individuales en su concepción más amplia. La educación tiene que aspirar a ir más allá. Formar individuos conscientes de una realidad injusta pero con posibilidades de cambio. Abatir la ignorancia es tarea complicada, debido a su presencia en los diversos estratos sociales, no únicamente en las clases económicamente más desprotegidas. Sin embargo, en éstas es más urgente. Se reconoce el esfuerzo y el avance en materia educativa. La alfabetización, por ejemplo, es prueba fehaciente. Aún existe analfabetismo, pero en menor grado, ahora está presente el analfabetismo funcional, pero eso es otro tema por discutir. A pesar de ello, alfabetizar es sólo el principio de esa gran empresa que constituye la educación. La tarea social, entre ellas la de la educación, conlleva no condolerse exclusivamente sino hacer suyo el problema, solidarizarse, formar en valores y conocimiento desde los sectores públicos y privados: los tres niveles de gobierno sin importar siglas partidistas; medios de comunicación e información; escuelas públicas y privadas, y; sociedad civil. Expuesta la situación sobre diferentes aspectos de la problemática surgen entre otras, las siguientes preguntas: ¿Ante el problema mundial de la pobreza qué debe hacer el Estado como autoridad reguladora? ¿En México la desigualdad económica es creciente. Es funcional el neoliberalismo como modelo económico? ¿Qué política educativa debe implementar el Estado mexicano para que la educación coadyuve en el abatimiento de la pobreza? ¿Cómo formar en valores ante la realidad social prevaleciente de injustica y ausencia de solidaridad? ¿Cuáles deben ser los fines de la educación para coadyuvar en el abatimiento de la pobreza?

Los valores en el aprendizaje

Por Raúl Hernández Viveros Lo universal es entendido y lo singular es conocido por el sentido Santo Tomás de Aquino Introducción Luis Villoro define que la “Actitud” es un viejo término utilizado inicialmente por la psicología social y adoptado luego por la filosofía. Se refiere a una disposición adquirida que se distingue de otras disposiciones por su “dirección” favorable o desfavorable hacia un objeto, clase de objetos o situación objetiva”. Frente a esta propuesta se fortalece la necesidad de mantener actitudes en la vida. Llegar al reconocimiento de los sentimientos que dan valor a las de las características que favorecen la disposición hacia o en contra de objetos o situaciones. Las actitudes se basan en la creencia y en el afecto. De esta manera se valoran las cosas que nos rodean y pueden agradar o causar rechazo. Es importante separar los sentimientos y causas del rechazo o aceptación, y destacar lo positivo de un primer sentido de valor. La atracción forma parte del deseo y el interés en algo duradero y no circunstancial. Se distingue el valor intrínseco como la sustancia de las cosas, y extrínseco que no pertenece a la naturaleza propia; el primero refleja la experiencia vivida, y el segundo propicia la realización de otra situación. La posibilidad del asombro, el ingenio y la metáfora que consolidó la “tarea inventora del hombre nuevo que ve en la obra de arte no un objeto fundado en relaciones evidentes para gozarlo como hermoso sino un misterio a investigar, una tarea a perseguir, un estímulo a la vivacidad de la imaginación”. Por los datos percibidos se identifica a la actitud, y por las vivencias destaca la postura que se dispone ante la condición de contemplar las cosas. El papel de la memoria, resulta fundamental, porque permite con la experiencia del valor ingresar al conocimiento, y dudar de las situaciones y objetos. Es el objetivo del aprendizaje basado en la transmisión de los valores; “ampliar indeciblemente el campo de lo que se puede pensar”. El saber objetivo vislumbra las cualidades valorativas del juicio de la realidad. La descripción de los datos, hechos, y las informaciones obtenidas representan en las imágenes a prolongación e internalización de las propiedades del mundo. Aprender para conocer En este encuentro con la realidad las personas aprenden cuando se plantean dudas, formulan hipótesis, y obtienen conclusiones. Existe cierto temor a lo desconocido, cuando se producen modificaciones y reestructuraciones en su conducta. Es necesario que se conciba al alumno como una totalidad, y entienda al aprendizaje como un proceso; sobre todo que parta del reconocimiento de la complejidad del ser humano. Por lo cual, en las prácticas pedagógicas, se proyecta la concepción del ser humano, mediante el aprendizaje, vinculado a la realidad. El aprendizaje grupal implica ubicar al docente y al estudiante como seres sociales, integrantes de grupos; buscar el abordaje y la transformación del conocimiento desde una perspectiva de grupo; valorar la importancia de aprender a interaccionar en grupos, y a vincularse con los otros, Aceptar que aprender es elaborar el conocimiento, ya que éste no está dado ni acabado. Implica considerar que la interacción y el grupo son medio y fuente de experiencias para los sujetos que posibilitan el aprendizaje. Dentro de la relación profesor-alumno es fundamental obtener una capacidad crítica y las acciones correspondientes para modificar, nuestras actitudes que incidan en los procesos sociales. La participación de los alumnos es decisiva ya que durante el proceso de aprendizaje “enseñan”, es decir intervienen en los procesos de aprender de aprender del profesor, y en la búsqueda de aprender para conocer. Aprender para hacer Las características del proceso enseñanza-aprendizaje permiten el análisis del proceso enseñanza-aprendizaje que se refiere a los contenidos. El examen de las condiciones que se representan en el aprendizaje. La exploración de la importancia del trabajo grupal. Por su parte, la evaluación en su dimensión grupal implica todo un replanteamiento del aprendizaje. En el trabajo grupal se propician actitudes que ponen en juego mecanismos de defensa, tales como: racionalizaciones, evasiones rechazos a cumplir con las tareas. Debe ubicarse una metodología que deberá llevarse a cabo frente al grupo, en donde se razona la realización de un análisis de expectativas de los participantes en el curso, taller o seminario; para diagnosticar intereses y aspiraciones y compartir el logro de los objetivos del curso. Además de tomar en consideración el horario, asistencias como criterios de acreditación. Al mismo tiempo, se presenta la explicación del programa, tareas, metodología del trabajo, responsabilidades de los participantes y del coordinador, etc. La evaluación debe revisarse constantemente durante el curso. El propósito de cada sesión es revisar lo más importante del logro de los aprendizajes. Después de varias sesiones o bloque también se efectúa la revisión y reflexión del trabajo grupal. Al término del curso se recomienda realizar una recapitulación como un balance de carácter general. La evaluación final va de acuerdo al proceso grupal que se fundamenta con: la autoevaluación, la evaluación del grupo, los participantes, el coordinador, y en lo relativo con los aprendizajes. Se lleva a cabo un análisis con las siguientes preguntas: ¿Qué aprendizajes de los que se plantearon se alcanzaron? ¿Qué aprendizajes de los planteados no se alcanzaron? ¿Qué aprendizajes no planteados en el programa consideran que se alcanzaron? ¿Qué factores propiciaron la consecución de aprendizajes? La evaluación privilegia el aspecto formativo cuando se exponen y discuten la elaboración de trabajos. La evaluación de la experiencia grupal es un proceso de enseñanza-aprendizaje que tiene como meta que alumnos y profesores valoren la conciencia de que se adquieren nuevas situaciones de aprendizaje. El aprendizaje a vivir juntos La docencia como práctica educativa necesita ser evaluada. En ciencias sociales la evaluación es particularmente difícil. La observación del profesor participante permite describir, explicar y analizar situaciones. El profesor convierte su indagación en una investigación activa. El valor que tiene la observación participante radica no solo en el tipo de datos que aporta, sino en el hecho de ser una metodología de interacción, de vinculación con la práctica educativa y docente que establece las bases para el uso de otros instrumentos de recopilación de datos. La investigación de la práctica educativa por parte del docente, es un proceso encaminado a la descripción, explicación y valoración de todo aquello que sucede en el aula. Requiere de un estudio técnico de los comportamientos sociales implicados en la enseñanza. Los factores esenciales en la investigación participativa aplicada a un proceso de grupo son: la participación es un proceso importante de desarrollo personal y social; la investigación participativa que está orientada a procesos reales de transformación es parte fundamental del proceso educativo. Dicho análisis es una condición necesaria en la investigación participativa porque se acompaña de ciertas cualidades: Que sea descriptivo, dialéctico, crítico, histórico, biográfico, y autoevaluativo. La entrevista puede ser de dos tipos: abierta donde el entrevistador tiene libertad para hacer las preguntas, existe flexibilidad, posibilita una investigación más amplia. En la cerrada ya están previstas las preguntas, el entrevistador no puede alterar el orden. La entrevista en situaciones de evaluación es para obtener información muy valiosa respecto a las expectativas del alumno y del grupo. El análisis de situaciones grupales detecta aciertos o desaciertos que se suscitan en el grupo, como conflictos, evasiones, resistencias, etc. Que se aborde y ofrezca la oportunidad de que en la medida en que coadyuve a mejorar el proceso puede resultar una experiencia provechosa de solución. La acreditación tiene que ver con los aprendizajes más importantes en un programa; se concreta a partir de la elaboración del currículo. Se trata de hacer una selección de conocimientos y las habilidades que se pretende promover en el estudiante. . Planear la acreditación significa llevar a cabo un análisis de los objetivos terminales de un curso y de esta acción deriva necesariamente la determinación de un conjunto de evidencias de aprendizaje, las cuales pueden asumir características como exámenes, trabajos, ensayos, reportes prácticas, investigaciones de campo, etc. ¿Cómo planear las características que debe reunir el resultado de aprendizaje? ¿Cómo definir los criterios de apreciación y cómo abordarlos con el grupo a fin de que la acreditación posibilite algunos elementos de la evaluación del mismo proceso de aprendizaje? La evaluación y la acreditación son conceptos complementarios. Algunos instrumentos en plan de acreditación de los aprendizajes: Examen a libro abierto. Este tipo se aplica muy poco, sin embargo, se utiliza para practicar una evaluación cualitativa capaz de canalizar creatividad, juicio crítico y manejo de material bibliográfico. Bajo la concepción del aprendizaje grupal el alumno puede optar por trabajar en equipo, para resolver un problema. Examen temático o de composición. Técnicamente este tipo de examen es difícil de construir. Ya que la calidad de estas pruebas depende del manejo de la información, de cómo hacer un planteamiento, aplicar principios, leyes, normas o nuevas situaciones para fundamentar el pro y el contra de un argumento. Ensayo, mediante este producto se pueden explorar resultados de aprendizaje que implican procesos mentales superiores, expresando ideas o creando propuestas heurísticas. Se considera que los estudiantes conozcan la precisión del enunciado de las hipótesis, la calidad de los argumentos. Su capacidad de observación. Es un escrito breve en donde el alumno lo expone con mayor libertad para organizar y seleccionar contenido, lenguaje y estilo de redacción, sin seguir un plan riguroso, tiene que tener cierta extensión y sobre todo intentar un poco la originalidad. La personalidad del autor se hace presente en los ensayos de carácter subjetivo, estableciendo así una comunicación directa y casi familiar con el lector, pero en los ensayos objetivos y formales la subjetividad permanece en segundo plano. Trabajos, este tipo de instrumento proporciona evidencias para: ampliar conocimientos, profundizar en un tema, comparar puntos de vista, desarrollar habilidades y hábitos de investigación. Algunas características técnicas que debe reunir un trabajo con propósitos de acreditación son: la delimitación de las indicaciones que orienten, en términos generales las características del trabajo. Diversos autores han tipificado de diferente manera los objetivos de aprendizaje, en función del tipo de enseñanza que se pretende lograr. Por ejemplo, se analiza los aprendizajes de tipo cognoscitivo, de tipo afectivo y de tipo psicomotriz. Otros estudiosos destacan el aprendizaje de contenidos, de métodos, habilidades o destrezas, y actitudes y valores. Con el aprendizaje de los vínculos de socialización se concibe la formación integral del alumno como la esencia de la misión de toda institución educativa. Es indispensable la configuración adquirida por la personalidad del individuo, como producto de los aprendizajes significativos que ha logrado a lo largo de su vida. La descripción de estas cualidades integra la actitud de valorar el razonamiento, que da sentido al aprendizaje. La formación Integral debe abarcar tres aspectos generales: la tarea de cada profesor consiste en contribuir a la construcción de estos rasgos. La adquisición de la información. El desarrollo de las capacidades, y el desarrollo de la subjetividad, son proporcionadas en todas las escuelas, consiste en tres aspectos fundamentales: adquisición y manejo de información, desarrollo de capacidades, desarrollo de la subjetividad A veces la información que obtenemos en la escuela es para olvidarla, de hecho se nos olvida. Por lo tanto, se deben conocer los lenguajes y comprender la información para manejarla. El desarrollo de las capacidades es más importante que la adquisición de información. Se adquieren habilidades del pensamiento, destrezas físicas o motoras, por medio de métodos y hábitos. Con el desarrollo de la subjetividad se adquieren actitudes y valores. Los objetivos de aprendizaje de cada materia, corresponde a los objetivos de aprendizaje y qué aspectos se deben de tomar en cuenta para redactarlos. Para conocer, comprender y manejar los contenidos. Conocer es el primer nivel del aprendizaje informativo, se refiere al conocimiento de cosas, hechos, contenidos, ideas, que existen o existieron, sin llegar a una mayor profundización o comprensión de los mismos. El aprendizaje de tipo memorístico se ubica dentro de este nivel. La exposición magisterial es básica para que los alumnos tengan este primer contacto con los contenidos o información del curso. Aunque también es posible, y recomendable, que este empalme se complemente a través de otros medios, como lecturas directas, audiovisuales, asistencia a conferencias, películas, y otras propuestas. El segundo nivel del aprendizaje informativo se refiere a la comprensión a fondo de los contenidos o ideas que se están viendo en el curso. Para lograr una mejor comprensión en los contenidos, es preciso complementar las exposiciones con otras técnicas de trabajo; por ejemplo, con la técnica de interrogatorio, que ayuda a detectar y evaluar los niveles de comprensión. Con los temas en que hay dudas o lagunas significativas, el docente detecta y ubica el nivel de aproximación en la valoración. El tercer nivel del aprendizaje informativo se refiere al manejo de los contenidos, y se les pide a los alumnos que redacten un ensayo sobre un tema o que expongan ante el grupo una visión general del mismo; se les está pidiendo que demuestren que pueden manejar esos contenidos, para lo cual es indispensable que los hayan entendido previamente. El profesor detecta cuando el alumno es capaz de utilizar los conceptos en un discurso propio o avanza sobre la técnica expositiva. Los objetivos de la formación son, como ya se mencionó: conocer, comprender y manejar la información. La escuela no está solo para informar, sino también y sobre todo para formar. En el nivel básico (preescolar y primaria), esta distinción es muy clara, ya que el niño, además de aprender a leer, a sumar y multiplicar, va a formar y estructurar su personalidad a través de la interacción con sus maestros y compañeros, mediante de las normas de la vida escolar. Cuando se conocen, comprenden y manejan estas normas, métodos y procedimientos, el estudiante ejercita sus habilidades y destrezas Se debe recurrir a la herramienta necesaria para obtener; proceder y manejar la información, que es el lenguaje. Por ejemplo, para Vigotsky , el dominio del habla es el proceso psicológico superior que distingue el desarrollo específicamente humano. En cambio Piaget, analiza la capacidad de asimilación que está determinada en gran medida por la capacidad del manejo de la lengua. Para Bruner el principio narrativo descansa en el dominio de la lengua. El aprendizaje consiste esencialmente en la categorización que ocurre para simplificar la interacción con la realidad y facilitar la acción. La categorización está estrechamente relacionada con procesos como la selección de información, generación de proposiciones, simplificación, toma de decisiones, construcción y verificación de hipótesis. El aprendiz interacciona con la realidad organizando las entradas según sus propias categorías, posiblemente creando nuevas, o modificando las preexistentes. Las categorías determinan distintos conceptos. Es por todo esto que el aprendizaje es un proceso activo, de asociación y construcción. Otra consecuencia es que la estructura cognitiva previa del aprendiz, sus modelos mentales y esquemas, es un factor esencial en el aprendizaje. Ésta da significación y organización a sus experiencias y le permite ir más allá de la información dada, ya que para integrarla a su estructura debe contextualizarla y profundizarla. Para formar una categoría se pueden seguir estas reglas: definir los atributos esenciales de sus miembros, incluyendo sus componentes esenciales; describir cómo deben estar integradas sus componentes esenciales; definir los límites de tolerancia de los distintos atributos para que un miembro pertenezca a la categoría. Bruner distingue dos procesos relacionados con la categorización: aprender los distintos conceptos, e identificar las propiedades que determinan una categoría. Sin el conocimiento y manejo del lenguaje, no sería posible el acceso de la persona a los aprendizajes En las instituciones de educación superior no se trabaja ni se estudia mucho, sino que, muchas veces, se piensa que informar es formar: que si el alumno sale informado, por consecuencia sale también formado. ¿Qué entendemos por formación? Al señalar los objetivos formativos de aprendizaje, tiene relación con la formación intelectual, humana, social y a la profesional del estudiante. La formación intelectual se refiere a la adquisición de métodos, habilidades o destrezas, actitudes y valores de tipo intelectual. Es el ámbito de la razón, entendimiento, y el pensamiento. Dentro de esta formación intelectual podemos incluir objetivos como los siguientes: que el alumno aprenda a pensar, razonar, analizar, sintetizar, deducir, abstraer o inducir; leer y comprender lo que lee, que sepa resumir y esquematizar. Aprenda a preparar exposiciones, a exponer sus ideas; expresar sus ideas por escrito, clara y correctamente; investigar, experimentar, comprobar o refutar sus hipótesis. Discutir con otros, fundamentar lo que dice, aceptar las ideas de los demás, a modificar su posición cuando deba hacerlo; que le guste aprender. El profesor se lo plantea como parte de su plan de trabajo, y los toma en cuenta como guías y orientadores al momento de elaborar su planeación didáctica. Uno de los mayores defectos de la educación superior es el ser extremadamente expositiva. Al ver la lista de los posibles objetivos encaminados a la formación intelectual, es patente que la técnica expositiva, por sí sola, es incapaz de siquiera acercarse al logro de este tipo de objetivos. El profesor que se los plantea como parte de su proyecto docente tiene que usar otras técnicas o recursos más útiles. Con este tipo de objetivos formativos, no se lograrán introduciendo otros contenidos durante el curso escolar, sino mediante la manera de trabajar los puntos incluidos en los planes de estudio. Aprender a ser Uno de los objetivos formativos trascendentales es el que se refiere a la formación humana del estudiante. Se basa en la adquisición o el fortalecimiento de actitudes y valores por parte del alumno como persona con una potencialidad en proceso de desarrollo. Dentro de esta formación humanista se incluyen objetivos como fomentar la honestidad, el sentido de responsabilidad, el valor civil, el sentido de justicia, la búsqueda continua de la verdad: que el alumno respete a los demás compañeros y docentes. Hay que promoverle una actitud de superación continua: que busque hacer bien las cosas con espíritu de profesionalismo; suscitar la búsqueda de la calidad y la excelencia. Con estas perspectivas se descubre la diferencia entre el entendimiento y la comprensión. La dignidad para aprender a hacer como vinculo de la formación profesional. El aprender a vivir juntos como el descubrimiento del otro en los proyectos comunes en la vida. Aprender a ser representa el desarrollo global del cuerpo y la mente. No obstante resulta imprescindible volver a insistir en el aprender a convivir para alcanzar el triangulo del hacer, participar y llegar a reconocer de lo que somos capaces a partir del ser. Conclusiones En los cuatro pilares de la educación se perfila la estructura del conocimiento por la adquisición de los instrumentos críticos de la comprensión para influir en la sociedad, y participar y cooperar en las actividades humanas. Aprender a ser significa mejorar la personalidad, la autonomía de juicio y de responsabilidad personal. A través de la comprobación de los objetos destacan las cualidades y aparecen las carencias que son reales. Desde esta actitud se aproxima a la parte esencial de la cultura y la educación para comprender el mundo, y principalmente a tomar la decisión de participar en la construcción del conocimiento. Cada persona descubre sus deseos y necesidades para crear un proyecto de vida, o aceptar la construcción de una imagen ideal como identidad personal. Hay que intentar la representación de comprender el aprendizaje y la enseñanza para abrir el diálogo con posturas diferentes, plurales y transparentes. Desde el punto de vista impersonal entender el interés general. Los valores se transmiten por la educación y la cultura; logran llamarse superiores. Se puede transferir y ser imitados, son incontrovertibles, pueden revisarse y permiten comunicarse a la sociedad. El encuentro o descubrimiento de nuestros valores ciudadanos significa la revelación de que todas las personas podemos participar en el ámbito público. Hay que aportar los elementos que perfilan los valores y normas que impulsan la representación de cada persona en la sociedad. Donde las virtudes privadas se transforman en públicas, y es el espacio en el que está el bien común. Con su proyección se legitiman los preceptos y leyes. Los valores que dan sentido a la vida respaldan la educación y la cultura. El origen social y cultural de la conducta individual y colectiva del sujeto es solo un ejemplo del fenómeno de la internalización de normas y valores que representan la preservación, desarrollo y evolución de la sociedad. 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